Habitación de Jane

Entonces... más nos vale aprovechar el tiempo- susurré continuando con mis besos, poniendo mis manos sobre las de ella. No me detuve ya que no noté resistencia, sólo advertencia

- Damon... ¿por qu...

No conseguí acabar la frase. Me abalancé sobre él, poniéndome encima suyo. El cuerpo iba solo, no respondía. Agarré su cara con mis manos y junté mis labios con los suyos, deslizando mi lengua en su interior.
Mi respiración era acelerada, casi entrecortada.

Me separé y quedé sentada sobre él, mirándolo desde las alturas mientras balbuceaba.

- N-n-no puedo... - dije mordiéndome el labio.

Seguir con Damon era lo que más quería en este mundo, pero no de esa manera. Yo no era una de esas chicas. Bajé la mirada y suspiré. Mis ojos se empañaron.

Deslicé mis manos hasta su trasero cuando se abalanzó sobre mí, besándola con pasión. Entonces se apartó quedando sentada sobre mí. Estaba indecisa, me incorporé un poco apoyando los brazos sobre la cama. Con mi mano limpié sus lágrimas.

Jane, tranquilizate... no tiene porqué pasar nada... No fuerces la situación si no te ves preparada- le dije con sinceridad.
Podía ser un cabrón, un manipulador y un aprovechado por alimentarme de ella y borrarle el recuerdo. Pero no era ni un violador, ni un pederasta. Por suerte, nunca en mi vida había forzado sexualmente a ninguna mujer.

- No es que no esté preparada... es que yo... - dije mordiéndome el labio- yo... - balbuceé visiblemente avergonzada- yo nunca... he estado con un chico... - dije mirando hacia otro lado evitando a Damon.

Me aparté de encima suyo y me senté a su lado, sin rozarlo. Me arreglé la bata y flexioné las piernas.

Terminé incorporándome y mirándola - Siempre hay una primera vez para todo, Jane - dije acariciándole la pierna - Si te ayuda... puedo hacer que se te vaya la vergüenza

Reí tristemente.

- ¿Cómo piensas quitarme la vergüenza? - dije mientras me pasaba la mano por el pelo sin levantar la vista de la colcha.

Tengo un don... puedo hacer que pierdas el miedo-le guiñé un ojo sonriéndole cándidamente

- Damon... - dije deslizando las manos por mis piernas- todas tenemos un ideal romántico de la primera vez... - miré el techo- dios... me siento tan absurda hablando de esto contigo - dije mordiéndome el labio- el caso esta en que una situación así no es lo que siempre había imaginado - dije apoyando la barbilla sobre las rodillas.

¿Y cómo te gustaría que fuese?-pregunté con curiosidad. Nunca se me habían dado bien las acciones románticas

Miré a Damon y sonreí.

- Supongo que el típico ideal adolescente. Te enamoras de ese alguien, sales con él y acabas... eso... -dije encogiéndome de hombros.- Aunque seguro que acabaré con el primero que pase en una borrachera universitaria. Seguro que eso es lo que acaba pasando a las que esperamos al príncipe azul.- dije apoyándome con el codo sobre mi rodilla y mirando a Damon.

Me humedecí los labios pensativa.

Alcé el rostro de Jane con mi mano tomándole el mentón - Jane, no vas a decirle a nadie que soy un vampiro - dije mirándola a los ojos, con total tranquilidad ya que mi energía estaba al 100%

- Tampoco tengo necesidad de decirlo... seguro que me toman por una loca - dije poniendo los ojos en blanco.- Puedes estar tranquilo, te doy mi palabra... por cierto, ¿cuantos años tienes? - dije sonriendo curiosa.

Más de 500 años... Me conservo bien ¿verdad?-sonreí recostándome de nuevo, e invitándola a echarse a mi lado de forma inocente

Me recosté a su lado. No le tenía nada de miedo. Me coloqué a escasa distancia de su cara y me quedé observándolo.

- Me tendrás que decir que cremas te pones - dije sonriendo.

Más bien es un tónico de color rojo, que lo tomo tibio... Y actualmente, eres mi mayor distribuidora- sonreí rodeándola con mi brazo, apoyando la cabeza de ella sobre mi pecho

- Vale... entonces soy algo así como tu despensa, ¿no? Cool... - dije poniendo cara de circunstancias.- ¿Y si algún día te pasas?- pregunté algo preocupada.

No eres mi despensa... tu sangre me resulta muy buena...- corregí a Jane - Llevo muchos años controlando la cantidad de alimento. Nunca me he pasado sin intención - susurré acariciándole el pelo.

- Pues nada... espero que sigas así, sin pasarte... - dije poniendo los ojos en blanco.

La verdad es que sus caricias en el pelo, su aroma, su voz, hacía que me relajase. Sólo me faltaba ronronear. Casi inconscientemente comencé a juguetear con la punta de mi nariz sobre su torso.

¿En qué piensas Jane?-pregunté mirándola con ojos tiernos

- Realmente en nada.- sonreí mirándole a los ojos- Simplemente estaba disfrutando del silencio, de tus caricias, sin ninguna preocupación ni ningún pensamiento rondando por mi cabeza. Parece una tontería, pero es una sensación genial. - dije intentando justificarme.

La noche no tiene porqué ser silenciosa- sonreí empezando a tararear la canción Enjoy the silence.

Sonreí mientras lo observaba tararear. Me puse boca abajo apoyada sobre mis codos. Comencé a tararearla junto a él sin perder la sonrisa.

Alcé las cejas sonriendo al ver que ella conocía la canción. Con una simple mirada la invité a bailar conmigo y a pasarlo bien al menos el tiempo que durase nuestra canción

Me quedé pensativa durante un instante. Mamá podría llegar en cualquier instante. Me mordí el labio. '¡Qué demonios...!'. Me puse en pie sobre la cama y me quedé mirando a Damon con mirada pícara mientras me balanceaba sobre la punta de mis pies sobre el colchón.

Me incorporé dejando que Jane bailase para mí, acompañándola con mi cuerpo.

De un ágil salto bajé de la cama y le indiqué con el dedo que me siguiese, acercándome a la cama y mirándola desde abajo, esperando recibirla entre mis brazos. En ningún momento perdí la sonrisa pícara. Me lo estaba pasando en grande. Era lo que necesitaba para relajarme