Habitación de Blair, Residencia Shields

Miré a Decker a los ojos deslizando mi pulgar por sus labios acariciándolos en unos eternos segundos de silencio - ¿Estás seguro de lo que sientes Decker? Yo... soy humana...- susurré con tristeza

La miré con seriedad y asentí. -Estoy muy seguro. No me importa que seas humana, como si fueras una licántropa. Me da igual. Dije muy seguro.

Bajé la mirada suspirando levemente y rodeé con mis brazos la cintura de Decker abrazándole y apoyando mi cabeza sobre su hombro - Creí que te había perdido para siempre cuando te vi con Cassidy... - susurré amargamente en su oído alzando la cabeza mirándole a los ojos sin dejar de abrazarle

Sonreí y la abracé poniendo mis manos en su cintura. -Bueno, y yo pensé que preferias a los italianos cuando me dijistes que te ibas a Volterra con Aro. Desvié la mirada y sonreí más. -Me parece que estamos empatados. Dije mientras volvía a mirarla a los ojos.

Sonreí levemente acariciando con la punta de la nariz la de él - Empatados...- susurré acercando mis labios dudosa a los de él sin llegar a besarle

Vi que dudó y acorté aun más la distancia que había entre nosotros y la besé. Fue un beso rápido. Después la volví a besar pero esta vez lentamente. Lo que sentía por Blair, era algo que no había sentido por nadie. Ni siquiera lo de Cassidy, se aproximaba a lo que sentía por Blair. Sentí miedo al recordar que se iba a Volterra, con Aro. Pero me tranquilicé un poco, ya que comenzaba a estar seguro de algo: Blair regrasaría. Me separé un poco de ella para poderla mirarla a los ojos.

Era la primera vez que los labios marmóreos de Decker rozaban los míos, sentí mi corazón acelerarse de una manera descomunal cuando me besó por segunda vez. Cuando se separó un poco de mí abrí los ojos mirándole con una sonrisa dibujada en mis labios - Me alegro de que hayas venido- susurré pasando mi mano por su pelo acariciándolo tiernamente. Quizás éste sería el inicio de una buena relación, no estaba segura del todo de mis sentimientos, pero sabía que quería a Decker, y que era capaz de arriesgar mi propia vida por él.

Sonreí cuando dijo que se alegraba de que hubiera ido. -Yo me alegro de que hubiera conocido a Elisa. Supongo que si no la hubiera conocido a ella, no nos hubieramos conocido nosotros. Hubiera deseado que mi corazón hubiera latido. Aunque sabía perfectamente, que en aquellos momentos habría latido desbocado. -¿Seguro que volverás? Lo digo por si no vuelves, para prepararme para ir a por tu amiguito Aro.

Volveré, te lo prometo- susurré sobre los labios de Decker segundos antes de besarle con suavidad respirando profundamente y abrazándole contra mí, como si necesitase sentirle cerca de mí. Tras unos segundos de besarnos me separé un poco deslizando sutilmente la lengua por mis labios, alcé la mirada hacia sus ojos- Creo que esta es la mejor despedida que he tenido en mi vida- dije sonriendo con un brillo especial en los ojos

Sonreí aun más. -Para mí, hasta ahora el mejor momento de mi vida. Espero que sigan mejorando estos momentos. Dije mientras le apartaba el pelo del rostro. -Aunque eso va a estar bastante fácil, porque tengo toda la eternidad por delante... Después me puse serio al recordar que ella era humana. Supuse que ella sabría porque me ponía serio.

Vi cómo su rostro se volvió serio y puse mis manos en sus mejillas obligándole a mirarme a los ojos, mientras yo le sonreía- Si hay futuro en esto... estoy dispuesta a ser como tú- susurré sin perder la sonrisa

Negé con la cabeza. -No, tú tienes una vida por delante. No puedo dejar que lo eches todo por la borda por mí. Dije muy serio.

Decker, si realmente tiene futuro una relación entre nosotros... yo no quiero seguir envejeciendo, y sentir el paso del tiempo, y tu permanecer estático en el tiempo... Podrían llegar a pensar que soy una pederasta- bromeé intentando quitarle hierro al asunto - Imagínate a una preciosa ancianita, vestida con estilo, besando en un lugar público a un jovencito de muy buen ver... Un poco raro ¿no?

Reí al escuchar su broma y después volví a serenarme. -Si me hubieran dejado elegir, yo hubiera elegido seguir siendo humano... Dije suspirando. -Piénsatelo bien,¿vale? Que ser vampiro no es tan bueno como lo pintan en los libros.

Por eso quiero estar bien segura de lo que quiero, y de cuándo estaré dispuesta a convertirme. No tengo prisa en dejar de ser como soy, pero si voy a estar saliendo durante mucho tiempo con un V... tarde o temprano tendré que decidirme- susurré disfrutando de su sonrisa

-Bueno... ¿Y quién quieres que te convierta? Pregunté mientras sonreía de lado. -¿Eric, Elisa...? Ha Hugo me lo salto, no creo que quieras a un vampiro come-chicas mordiéndote el cuello... Aunque creo que le van las pelirojas o las tipo Barbie. Dije bromeando.

Puse mi dedo índice sobre su pecho - Tú, si voy a estar contigo, quiero que seas tú quien me convierta - susurré sonriéndole dejando mis manos sobre su cintura

-¿Yo? Pues ten cuidado, que con lo de ser novato en esto, se me va la mano. Miré por la ventana y la volví a mirar. -¿Estás segura de querer estar conmigo? Si estubieras con otra persona, no tendrias porque cambiar...

Estoy segura, nunca había intentado salvar a ningún humano. Y te aseguro que he visto muchísimas peleas... pero contigo es distinto- dije sonriéndole y apoyando la espalda en la pared junto a la ventana

La miré algo precoupado por su decisión. -Blair, para transformarte antes tienes que morir. Quería que supiera los riesgos que había para convertirse en vampiro.

Sé que implica muchas cosas, tendría que renunciar tarde o temprano a mi familia,... soy consciente de ello... Pero... mejor no pensemos ahora en eso, y dejemos que el tiempo decida- dije mirándole a los ojos

-Vale... Pero quiero que lo pienses. Volví a mirar por la ventana. -Creó que debería volver a casa. No sea que comiencen a pensar que estoy eligiendo la comida del día por la ciudad. Dije sonriendo ampliamente.

Cuando regrese de Volterra te llamaré- dije acercándome a sus labios besándole de despedida

-Vale. Estaré aquí en cuestión de segundos. Dije con un sonrisa después de que me besara. -Qué te vaya bien el viaje a Volterra... Después de decir esto, salí por la ventana y salté. Caí al suelo de pie. Me giré y la guiñé el ojo a Blair. Después, le di la espalda y corrí a la casa de Eric.

Cuando se giró me despedí de él con la mano antes de cerrar las ventanas y continuar preparando las maletas para irme a Volterra.