Fábrica abandonada (David y Delia)

- Como prefieras... - añadi sumiso- Vamos. Es por ahí.- dije mientras cogía las monedas del bolsillo de mi pantalón y hacía ruido con ellas con la mano.

Ambos salimos de la fábrica, estaba alzándose el sol, empezando a calentar el día. Eso era muy distinto a Forks. Llegamos a la cabina de teléfono y descolgué el auricular esperando a que metiese las monedas para marcar el móvil de mi tío.

Metí un dólar en monedas y asentí.
- Marca cuando quieras- dije apoyado sobre la cabina esperando que Delia marcase.

Marqué el número de móvil de Damon, y esperé. Estaba comunicando. Luego colgué y marqué el de Jane, y estaba sin cobertura - Joder... ¿Cómo era el otro número?- me pregunté a mí misma. Recordaba haber recibido un mensaje al móvil en el que había otro número, el cual relcionaba con algo de Jane. - 6...- balbuceé algunos números sueltos, que pertenecían al móvil de David - Mierda, no me acuerdo - colgué el teléfono cerrando los ojos, llevándome la mano a la frente intentando hacer memoria.

Cerré los ojos concentrándome en el día en que me dieron sus números. Recordé el de Delia y acto seguido el de Jane.
Puse la mano en el teclado de la cabina y marqué ágilmente el numero, me aparté lentamente y esperé que Delia hablase.
- De nada... - susurré con un hilo de voz.

Me giré mirándole - ¿Porqué marcas ese número? Es el de Jane - pregunté algo alucinada, llevándome el auricular al oido esperando señal.

Antes de que David me respondiese, pude escuchar la voz de Jane.

- ¿Sí?¿Dígame? - pregunté al número desconocido que acababa de llamarme.

¿Jane? Soy Delia... Ehm... ¿Puedes llamar a mi casa e intentar ponerte en contacto con Damon? Necesito que venga a recogerme a ...-miré a David - ¿Dónde estamos? - le pregunté, entonces me respondió diciéndome Seattle - Jane, que venga a recogerme a Seattle. Él ya sabe dónde es. ¿Puedes hacerme ese favor? El número de casa sale en la hoja de alumnos del instituto.

Me quedé totalmente parada.

- ¿E-Estais bien? - pregunté sorprendida. - Vale, ya lo llamo, descuida.- dije mordiéndome el labio sólo de pensar que iba a hablar con él. - Pero, ¿va todo bien?- volví a insistir.

Ehm.. sí, no te preocupes. Esque, me he quedado tirada con el coche de camino a casa. Y me dejé el móvil en casa-respondí mirando a David - Jane, gracias por avisarle, te debo una cena- le dije, a tiempo antes de que se cortase la llamada.

Colgué el auricular y miré a David - ¿Cómo sabías el numero de Jane?-pregunté

Arqueé una ceja.
- Se tanto el tuyo como el suyo. Me los disteis el otro día cuando vinisteis a la tienda a arreglar su bicicleta. ¿No lo recuerdas? - le pregunté tranquilamente. - Se me da bien recordar cifras- dije encogiendome de hombros- algún día tenía que encontrarle utilidad, ¿no? -dije sonriendole.

Negué levemente - No... no lo recuerdo muy claramente... - volví a pronunciar los números de antes - Uhm... me pregunto de quién debe ser ese número, no me suena, pero recuerdo que tenía un sms... - miré a David apoyándome en la cabina telefónica

Esboce una sonrisa triste mirando al suelo.
- Es el mío... - dije son voz suave sin cambiar de posición.
Era dificil tener a Delia tan cerca y no poder abrazarla como lo había hecho horas atrás. Ahora era una completa desconocida, pero me daba igual. Ya cambiaría.

¿Y por qué iba a tener yo un sms tuyo?- pregunté cruzándome de brazos. Algo me decía que David no era un mal chico. De hecho, tenía esa sensación de Deja-vù, pero sentimental.

- Porque te lo envié.- dije encogiéndome de hombros.- Arreglé la bicicleta de Jane y tu número salío antes en la guia del movil que el suyo, así que te lo envie a tí.- dije levantando por fin la mirada y sonriendo tristemente. ¿No lo recuerdas?- dije casi en un susurro para evitar que se quebrase mi voz.

Negué amargamente - No... lo siento... - respondí con culpabilidad. El rostro triste de David me provocaba tristeza, como si empatizase con él - ¿Po-porqué te afecta tanto que no lo recuerde?-pregunté de manera osada

- Cuando recuperes la memoria lo sabrás- dije con una amarga sonrisa.- Prefiero no liarte con datos y demases- dije girándome haciendo como que observaba el entorno mientras luchaba por que las lagrimas no me saliesen.
Aquello era mas duro de lo que habia imaginado. 'Pero es por su bien' me repetia una y otra vez.

Me acerqué a él poniendo mi mano en su hombro - Oye, perdona ¿te encuentras bien?- pregunté algo preocupada. El chico se comportaba de un modo un poco extraño.

- No, nada... creo que tengo alergia al polvo o a la mugre acumulada de este sitio, pero estoy bien, gracias... - dije mientras me secaba los ojos con el dorso de la mano y forzaba una sonrisa.

¿Seguro?- le pregunté pasando mis pulgares por sus mejillas, secando las lágrimas - A mí estas lágrimas no me parecen de alergia...-comenté mirándole y sonriéndole intentando animarle - No hay mal que por bien no venga. Sea lo que sea que te pasa, seguro que tiene solución

- Claro... no hay mal que dure 100 años- dije esbozando una sonrisa tierna mientras miraba sus ojos y notaba sus pulgares sobre mis mejillas.

Siento haber sido tan engreída antes... Hay algo que me dice que no eres mal chico. -le dije sonriéndole, intentando animarle - Espero no equivocarme, em... - quería decir su nombre, pero no lo recordaba.

- David- dije sonriendo- Ya verás como no... - dije en tono dulce y casi susurrante, tampoco quería parecer arrogante, asi que me limite a sonreir.

David...-repetí pensativa, y chasqueé los dedos - Me acuerdo, sí sí... en la tienda de los Newton... que llevamos la bicicleta de Jane, y tú nos abrazaste

- ¿Ves? Mis abrazos no se olvidan tan facilmente... - dije guiñandole un ojo divertido en tono bromista.