Fábrica abandonada (David y Delia)

Ahí estaba otra vez esa sensación en mi cabeza, escuchaba la voz de Damon dentro de mi propia cabeza - Todo son leyendas - susurré con la mirada fija en Damon

Me apoyé en una pared con las manos en los bolsillos. Era ciertamente curioso ver a un vampiro en acción manipulando la memoria de alguien. '¿Sería capaz de hacerlo con Leah? Así podría volver a la reserva...' pense.

- ¿Antes de la cena? Estuvimos primero en mi casa donde me duché y luego fuimos a la tuya a que se duchara y también allí nos arreglamos. Nada más... creo... - dije frunciendo los labios.

Volví a mirar a Delia - Estuviste antes de la cena en casa de Jane y luego en casa, hablasteis de vuestras cosas - susurré mirando luego a David y a Jane - ¿Algo más que deba reordenar en su mente? - pregunté

Me limité a asentir levemente, permaneciendo sin moverme un ápice.

Me aclaré la voz.
- Quedamos para cenar en Port Angeles con un amigo mío. Intentabamos organizar una cita para Jane y salir así dos parejas. Cenamos y luego nosotros nos fuimos a pasear por el puerto y ellos dos no lo sé... - dije mirando a través de la ventana como caia la lluvia.

Me puse bastante roja al escuchar que me habían organizado una cita.

- Bueno... si, eso... luego nosotros paseamos un rato y me llevó a casa. - dije mirándolos a todos intermitentemente- Y luego no pasó nada más. - dije bajando la vista completamente roja.

Eso podrá ubicarlo por ella misma.- Sabía que quedarían fragmentos incompletos, porque era imposible tener una precisión inmaculada.

Volví a mirarla a los ojos - Delia, necesitas dormir un par de horas, te sientes muy cansada - susurré. El trabajo estaba hecho.

En ese momento Delia parpadeó un par de veces y cayó rendida. Me adelanté a su caída y la cogí en brazos.

David, os dejo mi coche, Jane os llevará hasta casa. Yo tengo que ir a ocuparme de otro asunto-dije mirando a David y a Jane

Me adelanté hasta Damon y cogí a Delia para dejarla con mis propias manos en el asiento del coche.
- ¿De verdad que ya está todo? ¿Cuando despierte ya no se acordará de nada? - pregunté preocupado.- ¿Estás seguro que funciona?

Me acerqué hasta Damon mientras David cogía a Delia.

- ¿A donde vas?- le pregunté inquieta en un susurro triste.

La verdad es que me había acercado a recoger las llaves del coche, pero en ese momento se me había ido de la cabeza.

Tranquilo David, ella no recordará nada sobre mi condición. El resto de recuerdos, algunos serán algo borrosos, pero con el tiempo lo recordará. Te aseguro que funciona al 100% - afirmé con la cabeza y miré a Jane pasando mi mano por su cintura y acercando mis labios a su oído - Tranquila, a la noche vendré a por mi coche - dije sacando las llaves de mi bolsillo y dándoselas - Confío en que sabrás cuidar del pequeño - le besé en la mejilla y le sonreí.

Me aparté de Jane y salí junto a ella de la fábrica - Vamos, volved a casa, pero no os acerquéis por La push -les metí prisa

- Pues si no me acerco por La Push ya me dirás tú donde duermo- dije arqueando una ceja esceptico.- ¿Me estás invitando a dormir en tu casa? - añadi con una sonrisa burlona.

Me sonrojé cuando Damon se acercó y me susurró al oído mientras me agarraba por la cintura. Asentí levemente con una sonrisa.

- No te preocupes, ya cuido yo de tu pequeñín.- dije cerrando el puño con las llaves dentro mientras me besaba en la mejilla y yo le devolvía el beso. - Ten cuidado. - dije mientras abría la puerta trasera para que David pudiese colocar a Delia.

Puedes estar en mi casa David, sin ningún problema. Hay comida en la nevera y dos habitaciones de invitados-respondí esperando a que todos entrasen en el coche y marchasen hacia Forks

Lo miré de reojo y entre dientes gruñi:
- Gracias.
Estaba sentado en la parte trasera, junto a Delia. Le abroché primero a ella el cinturón y luego me lo abroché yo. Pase el brazo por sus hombros y quedo recostada sobre mi pecho.
Así permaneceriamos durante el resto del viaje.

El viaje de vuelta a casa fue extraño. Apenas hablamos. Yo no quería preguntar y David no quería hablar. Ya me lo contarían algún día o quizás luego cuando Damon viniese a por el coche hablaría con él y con suerte me lo contaría.

El coche de Damon era una maravilla, daba gusto conducirlo. Nada que ver con el que tenía mi madre. Suspiré y bastante rápido, pero no a la velocidad que iba Damon, crucé la carretera. Ya a lo lejos se veía Forks. En unos diez minutos podríamos estar en casa de Delia.