Salón de la casa

-Exacto. Pero no pienses en mitos del cine sobre que solo salen de noche y tienen largos colmillos y capas de cuello alto... - dije intentando contener una carcajada.

Hombre, tú a simple vista no parece que vayas a convertirte en una bestia de casi dos metros-respondí sonriendo - Lo que no entiendo, es porqué estaba mi tío frente a ti, no entiendo porqué estabais enfrentandos

- Delia, no eres tan suspicaz como pensaba-dije con media sonrisa- Querida... ¿contra quienes estan enfrentados los mios desde hace siglos?-dije incredulo.

Empecé a reirme apartándome de él - Vamos Dave, mi tío no es uno de esos fríos. Llevo con él desde que mis padres murieron. Y por si no lo has notado, yo soy humana - le dije apoyándome en el respaldo del sillón

-¿Alguna vez lo has abrazado?¿Has comido con el?¿Se ausenta de casa mucho?¿Cuando te haces una herida te cura?

No suelo tener muchas muestras de afecto con él, no recuerdo haberle abrazado nunca. Alguna vez he comido con él. Se ausenta de casa porque trabaja fuera. Desde pequeña aprendí a curarme yo sola. - respondí aunque en mi interior realmente creía que Damon era peculiar, y que todo lo que me estaba diciendo David podía tener sentido - ¿Los fríos, esos,... saben cuándo alguien ha estado con un... con un licántropo?- pregunté recordando el día anterior cuando Damon me mandó a darme una ducha, diciéndome que olía mal.

- Sep... no soportan nuestro olor y creo que en cuanto te vea hoy se va a poner furioso-dije sin poder contener una risa maliciosa.

Negué levemente con la cabeza - No... no puede ser.... llevo toda mi vida con él, y nunca me ha hecho daño... - me negaba a mí misma mirando a David - Él no me haría daño, siempre ha sido como un padre para mí

- Bueno... que sea un frio, que haya matado a un monton de gente, que se haya cargado a bastantes de los mios y lo intentase ayer conmigo... no quita que en el fondo pueda tener su corazon -dije sarcasticamente.- Delia, si esta contigo es porque os une un vinculo que se sentiria culpable de romper, pero los frios se cansan enseguida de estar siempre en el mismo sitio y con la misma gente...

Vacilé unos segundos - ¡Joder! tengo que evitar a toda costa que Jane se acerque a mi tío - exclamé con preocupación - Podría hacerle daño, y yo que intentaba juntarlos...

Me quede en silencio y asenti.
- ¿Quieres que te acompañe a casa? - pregunte metiendo las manos en los bolsillos- Sabes que entrar no puedo... pero puedo estar fuera a la espera por si...

Dave, no quiero ponerte en peligro. No me va a pasar nada- respondí poniendo mi mano sobre su brazo

-Como veas, no me cuesta nada.-dije encogiendome de hombros- De todas maneras si te pasa algo, grita o vente hacia la reserva, que en principio es territorio sagrado y no deben de pisar -dije poniendome tenso.

Sólo tengo que cruzar el sendero de detrás de mi casa para estar en la reserva-dije sonriendo - Espero que cuando llegue a casa... no esté Damon... No quiero aguantar sus sermones - respondí quitándole hierro al asunto

- Aun estás a tiempo de decirme que te acompañe -dije guiñandole un ojo.
Pase la mano por encima de su hombro.
-Va, te acompaño hasta el coche-dije adelantandome una zancada para abrir la puerta.

Asentí - Está bien - recogí mis cosas del suelo y seguí a David - Pero sólo hasta el coche

Iba descalzo caminando por las calles de la reserva. Se me habia olvidado ponerme algun tipo de calzado pero poco me importo. El coche de Delia estaba a unos 100metros de casa.
- Delia, tienes que prometerme que no contarás lo que soy... lo que somos en la reserva...por favor-dije bastante bajo.

Me moría de ganas por contárselo a Jane, pero era razonable que no quisiese que nadie supiese de ellos. Asentí - Tranquilo, no diré nada - dije en voz baja mirándole los pies - Pero con zapatos disimularías mejor - le miré a los ojos sonriéndole.

- Si alguien me pregunta diré que me gusta estar en contacto con la naturaleza -dije guiñandole un ojo divertido.- No se lo tienes que contar ni a Jane, por favor, cuando llegue el momento ya se enterará, pero ahora igual empeoraría la situación.
Acababamos de llegar junto al coche.

Saqué las llaves del bolso y me apoyé en la puerta del piloto abriendo el seguro con el mando - Me va a costar mantenerme callada, pero lo haré. Esta noche he quedado con ella para ir a cenar a Port Angeles. ¿Te apetece venir? Lo único... es que no estaría mal que trajeses un amigo, para que nadie se sienta incómodo

- Bueno... miraré a ver si algún joven soltero, guapo, buen partido y preferiblemente normal está disponible para esta noche- dije burlon apoyandome sobre el coche.

Asentí sonriendo - ¿Nos vemos en La Bella Italia a las ocho y media? -pregunté mirándole a los ojos, metiendo dentro del coche las cosas y dejando la puerta abierta

- De acuerdo... ahora iré a pensar que me voy a poner para nuestra cita - dije divertido sonriendo.- Jamas pense que me fueses a pedir una cita nada mas conocernos, mis encantos te han hechizado.-dije pagado de mi mismo.

Y yo jamás pensé que fuese a pedirle una cita a un chico que acabo de conocer, y que resulta ser un enorme... Lobo...-dije pronunciando la última palabra en voz baja - No hace falta que te arregles mucho, no es nada formal

- Con poco que me ponga estaré estupendo- dije arqueando las dos cejas a la vez.- Bueno... nos vemos a la noche.-dije apartandome del coche lentamente y poniendome las manos en los bolsillos- Y lo dicho, si necesitas algo... ya sabes - añadi guiñando un ojo.