Suite presidencial (Jane y Damon)

Me quedé expectante por ver qué hacía Damon cuando se colocó sobre mí. Sin dejar de besarlo en ningún instante deslicé mis manos hacia su espalda, jugueteando con la camisa que todavía llevaba puesta aunque medio destrozada. Agarré un trozo con cada mano y la acabé haciendo jirones, lanzándolos sobre la cama dejando el cuerpo de Damon al descubierto y emitiendo un gruñido de satisfacción.

Deslicé mis manos por sus costados levantando el camisón, mientras yo descendía con mis labios por su escote, deteniéndome en su vientre, besándolo desde debajo del pecho hasta el elástico de sus braguitas.

Levanté mis brazos, dejándolos caer sobre la almohada, enredándolos entre mi pelo mientras gemía y contoneaba mi cuerpo a cada caricia de Damon. Era algo totalmente diferente a lo que había experimentado antes con él, más intenso ya que mis sentidos estaban completamente agudizados y entregados a él.

Ascendí con mis manos por el cuerpo de ella levantándole el camisón - Si voy muy rápido, dímelo... - susurré besándole el escote mientras mis manos seguían levantándole el camisón

Gemí levemente.

- Así está bien... - dije mordiéndome el labio mientras me apoyaba sobre mis codos y lo miraba.

Me incorporé levemente quitándome en un abrir y cerrar de ojos el camisón y volviendo a recostarme sobre mis codos sonriendole.

Deslicé mis manos hasta sus pechos acariciándolos y besándolos intentando hacerla disfrutar.

Sonreí emitiendo leves gruñidos de placer. Me dejé caer, apoyando totalmente la espalda sobre los almohadones al tiempo que abría levemente las piernas y las enroscaba sobre el cuerpo de Damon.

Ascendi por su escote pegando mi cuerpo al de ella y besándole apasionadamente en los labios. A veces, me seguía pareciendo que su cuerpo era cálido, pero no era más que un recuerdo de su condición de humana. Cierto era que aún no estaba tan fría como yo, pero poco a poco su cuerpo se iba enfriando.

Deslicé mi mano hasta la cintura de los pantalones de Damon, jugueteando con el botón. Deslicé mis manos hasta su trasero, agarrándolo con fuerza, atrayéndolo contra mí.

Me sorprendí a mi misma haciendo eso, pero ahora tenía la fuerza suficiente como para poder apretar su dura piel. Sonreí nuevamente mientras le mordisqueaba el labio.

Me cansé de tonterías, tenía demasiadas ganas como para andarme tanto por las ramas. Terminé de quitarle el camisón y deslicé mis manos hasta sus braguitas arrancándolas de un tirón, rompiéndolas. La miré a los ojos lujuriosamente.

Me quedé mirando fijamente a Damon, mordiéndome el labio y algo avergonzada de estar completamente desnuda ante él, aunque resultaba una tontería después de todo lo que había hecho. Ahora sí que no sabía qué tenía que hacer.

Suspiré. Sin dejar de morderme el labio deslicé mis manos desde su trasero hacia la parte delantera, acariciándola levemente y desabrochando el botón del pantalón. Me detuve y lo miré a los ojos.

Déjate llevar-le susurré sin dejar de mirarla a los ojos

Arqueé una ceja.

- Vale, pero creo que ahora vas un poco lento... - dije gimiendo ahogadamente mientras mi cuerpo buscaba el suyo anudando mis piernas a su cintura y mis manos se deslizaban por su espalda arañándola mientras mis labios buscaban los suyos.

Terminé de desnudarme y me volví a recostar sobre ella deslizando mi mano hasta colocarla en el lugar idóneo para darle caricias íntimas, mientras mis labios la besaban con frenesí

Esbocé una leve sonrisa sin dejar de besarlo apasionadamente. Emití un gemido ahogado por sus besos al notar su mano deslizarse entre mis piernas, clavando mis uñas en su espalda mientras contoneaba mi cuerpo.

Cuando noté que estaba preparada, decidí que era el momento perfecto para consumar el acto sexual. Y así lo hice, intentando ser lo menos brusco posible para que tuviese su primera relación sexual, lo más parecida a la humana.

Me abracé fuertemente a Damon. Notaba cada centímetro de su piel sobre la mía emitiendo pequeñas descargas. Mis sentidos estaban acelerados, al igual que mi cuerpo. Continué contoneándome junto a él, abrazada, buscando sus labios y su cuello al ritmo de su vaivén. Tensé mi cuerpo, erizado ante semejante placer sin poder evitar gemir.

Pasé mis manos hasta su trasero agarrándola y, al darme la vuelta, la puse sobre mí dejando que ella marcase el ritmo y yo recrearme con el danzar de sus pechos

Le di un suave beso mordiéndole el labio inferior para erguirme apoyando mis manos sobre su pecho, contoneándome cadenciosamente cada vez con más intensidad mientras mantenía los ojos cerrados, entregada a la explosión de mis sentidos.

Recliné levemente la cabeza hacia atrás, para volver a reclinarla levemente hacia delante, dejando caer mi pelo enmarañado apenas cubriendo mi rostro. Abrí mis ojos mirando fijamente a Damon y continué moviendo mis caderas a un ritmo aún mayor que el anterior.

Continuamos con nuestras caricias y movimientos hasta que ambos alcanzamos el clímax y terminamos abrazados. Mis manos acariciaban la espalda de ella con suavidad.

Estaba abrazada junto a Damon. Había sido una experiencia inolvidable.

Mis dedos jugueteaban entre su pecho mientras me abrazaba delicadamente. Lo miré a los ojos dándole un tierno beso en los labios que nada tenían que ver con los besos que nos habíamos dado instantes atrás. Acaricié su nariz con la mía y le sonreí. No sabía que se tenía que decir en estos casos. ¿Quizás un 'gracias'? No tenía ni idea.

¿Cómo te sientes?-le pregunté mirándola a los ojos

- Bien... supongo... - me quedé pensativa un instante- algo rara... - dije encogiéndome levemente de hombros algo avergonzada- he hecho cosas que jamás habría pensado... - dije esbozando una sonrisa nerviosa.

Bueno, son cosas nuevas, que la segunda vez ya no serán tan nuevas- sonreí besándole en los labios brevemente

Sonreí al pensar que habría segunda vez. Me incorporé rápidamente en la cama poniéndome la bata de seda y volví en menos de un segundo al lado de Damon.

- Tengo hambre... - dije mordiéndome el labio mirándolo inocentemente.