Buscando un poco de distraccion (libre)

Me encantaba ver la cara de esa loba tan enojada era realmente un circo para mi -No creas que tu tonta reaccion va a salvarte, por compacion a tu fragil cuerpo alejate y dejanos en paz- mire a Damon -Parece que la loba te quiere atacar Damon-

Volvi la mirada hacia Sulpicia y sonrei infantilmente - Se podria iniciar una bonita guerra entre los Cullen y los licantropos por lo que podria pasar esta noche aqui- comente mirando de nuevo a la loba

Eso es cierto, ellos tienen que poner en primer lugar a su especie y matar a nuestros enemigos -sonrei con mucha maldad

No sabí nada de ese pueblo,pero la cosa se estaba poniendo fea, yo si conocia a los Vultaris y sabía los agresivos que podían llegar a ser, pero esa chica les había plantado cara y como licántropo tenía que ayudarla. Cuando la niebla apareció, se estremeció, con un movimiento de mano, la fue desapareciendo poco a poco. Al llegar el otro vampiro, dejo la bolsa de deporte en el suelo junto a la gorra y se acerco a la otra licántropo, sin decir nada, le puso una mano en un hombro.

-¿Necesitas ayuda?- No me gustaba mucho luchar, pero si no la ayudaba posiblemente acabaría muerta.

Los Cullen son nuestros enemigos al igual que vosotros, pero no iniciaremos la guerra porque a vosotros se os haya ocurrido daros un paseo por aquí...seguramente si descubren lo que estáis haciendo volverán a la carga contra vuestra familia....- agregué con una media sonrisa en la cara -

Miré a la licántropo que intentaba ayudarme. Claro que quiero ayuda...son tres contra una, y creo que es muy injusto que no participes en la diversión de deshacernos de tres sanguijuelas...- dije guiñándole un ojo a quella chica -

Bueno ¿os váis de una vez u os echamos? - pregunté dando un paso hacia las Vulturi y Damon -

Avancé hacia Leah con rapidez cortandole el paso, impidiendole que avanzase mas hacia Sulpicia.

Ey, ey, ey, lobita... no seas tan territorial... seguro que si en vez de ser hembra, fueses macho, ya estarias marcando el terreno con tu orín- le dije con una sonrisa en los labios. No estaba dispuesto a que nadie tocase a Sulpicia.

¿por qué no os volveis a casita, os tomais un platito de pienso para perros y nos dejais pasear tranquilos?-propuse mirando a Leah

El acercamiento del tal Damon fue la gota que colmó el vaso.
Lo siento pero has entrado en zona prohibida...- rugí mientras lo empujaba con fuerza hacia atrás -

Podeis insultarnos todo lo que queráis sanguijuelas, pero nosotras por lo menos somos seres vivos con sangre en las venas, alma y corazón, algo que envidiais profundamente...- le grité avanzando con resolución hacia él -
¿Y me llamas a mí perro? Si eres tú el que está dispuesto a morir por una Vulturi, ¿es tu ama chiquitín?...- pregunté irónica -

Retrocedí ante el empujón, pero tan sólo unos centímetros, ya que era algo que veía venir.

¿Sangre? Yo tambíen sangro perrita-me llevé la muñeca a la boca mordiéndome y alzando el brazo en horizontal, dejando gotear mi sangre sobre la tierra quileute- ¿Ves? Sangro - sonreí divertido - ¿Alma? puede que ya no tenga, pero ¿corazón? desde luego que tengo, lo único que no palpita

Sacudí el brazo cuando vi que se acercaba decidida a entrar en combate, me agazapé ligeramente dispuesta a hacerle un placaje - Yo maté a mi creadora hace muchos años, soy un ser más libre de lo que podrás serlo tú en tu miserable y patética vida - respondí aún sonriente

Uf vaya ventaja Damon, mataste a tu creadora...eres mi heroe. - rei a carcajadas mientras observaba su modo de ataque -
Veo que los chuchos tambien os damos un poquitin de respeto ¿no es asi?...¡¡¡¡Uhhhh susto!!!! - bromee acercando mis manos a el, e imitando los movimientos de un lobo -

¿Por que demonios no os volveis a Volterra de una vez, e intentais no coger demasiado polvo en vuestros ataudes de terciopelo? - dije comenzando de nuevo a divertirme -

-Será mejor que os vayais de aqui- Era la primera vez que hablaba en voz alta, mirándo a los vampiros-. Este es territorio sagrado, no debeis alterar la paz de este lugar, no os conveine.

Algunas piedras pequeñas se levantaron de la tierra, aún no controlaba bien mi poder y si me entraban los nervios, no podía controlarlo.

Comprobe que la que yo creia que era una nueva licantropa poseia un poder extraño, y me quede petrificada.
¿Quien eres? ¿Eres licantropa o hija de la luna? - susurre alucinada pero agradecida porque iba a ayudarme, sin quitar los ojos de los vampiros ni por un segundo -

Me encontraba paseando a mi perro Keamy por el bosque, cuando vi que empezo a ponerse nervioso y a olisquear por todo, de pronto salio corriendo hacia el interior del bosque -Keamy ¡¡¡noooo esperateee!!!!- grite saliendo a la carrera detras de el. Me costaba seguirle, corria mas que yo. En cuestion de segundos le perdi de vista - ¡¡¡KEAMYYYYY!!!!-gritaba poniendo me las manos de forma concava en la boca para amplificar mi voz. No me di cuenta de que estaba acercandome a los vampiros. Seguia corriendo y gritando el nombre de mi perro hasta que me encontre entre los vampiros y las licantropas - Uy, perdon si interrumpo algo - dije mirando a todos los presentes. Al no hacer nada de aire, no note el olor de los vampiros

Lo de los ataudes de terciopelo es un topicazo- fuí a responder de nuevo pero el olor de otro licántropo me llegó, entonces apareció una jovencita corriendo, me incorporé mirándola - Vaya, vaya, vaya... que licántropa más mona y joven - dije acercándome a ella con paso lento y relajado, ignorando a las otras dos - Me pregunto dónde estarán vuestros machos... Al menos ahora estamos a la par-sonreí con picardía

De repente aparecio otra chica persiguiendo a su perro, y aquello ya parecia una fiesta en toda regla.
¿Bueno y tu quien eres? No deberias estar aqui, esto es muy peligroso...- dije nerviosa -

Y Damon dejate de preguntas personales, que yo por lo menos no necesito un macho para protegerme, me basto y me sobro...uhmmm ¿o es que quieres llevarme a tu ataud? - rei a carcajadas ante aquel vampiro un poco demente -

Abri los ojos en cuanto se me acerco Damon, entonces note su olor y puse cara de asco - Joder, que mal hueles, podrias ducharte no? - le dije moviendo la mano delante de mi nariz y boca indicando que olia mal.

Leah me hablo, me gire hacia ella mirandola, la reconoci de haberla visto otras veces por la reserva - Soy Cyril y tengo el mismo derecho que tu a estar aqui, por algo soy de la reserva. A parte, he perdido a mi perro, lo habeis visto?

Sólo si tú quieres perrita-le dije a Leah guiñándole un ojo - Por cierto, bonito truco el de las piedras - dije mirando a la otra licantropa.

No hemos visto a tu perro Cyril, pero has venido a dar al peor sitio de la reserva ahora mismo...veras estas son dos de las vampiras del Clan Vulturi, y el chico es su perro guardian...asi que preparate para meterte en problemas pequeña...- susurre por lo bajo -

-Me llamo Sam Scamarcio, soy nueva aqui- Le dije a la otra chica presentandome.- Soy licántropo. Puedo hacer más que eso, podría probarlo incluso contigo.

Trague saliva mirando a Leah, las piernas me temblavan - Yo no se pelear, no soy como vosotras - dije en voz baja acercandome a Leah, casi escondiendome detras de ella

Cyril, Sam... y Leah-solté una divertida carcajada retrocediendo hasta un árbol apoyándome en éste y cruzando los brazos sobre el pecho admirando las bellezas - A decir verdad, las licántropas y las vampiras estáis todas de muy buen ver, no me importaría llevaros a todas a mi ataúd de terciopelo - sonrei mirando a Leah y guiñándole un ojo

- Que pasa, las de tu clan estan tan aburridas de ti que tienes que molestarnos a nosotras?- Pregunto algo ya picada por la actitud de aquel vampiro, me acerque a él para ponerme enfrente suya.

Estaba por los alrededores de la casa cuando note un olor peculiar, olor de alguien que no debia estar ahi. Entre al bosque corriendo agilmente esquivando las raices de los arboles que sobresalian. Al llegar allí vi a un grupo de licántropas enfrentadas a un grupo de vampiros.
Aparecí sin hacer ningún ruido en medio de la escena.
- Sabeis que no deberiais estar aqui, ¿verdad?- dije arqueando una ceja irónicamente y poniendo una mueca de desagrado ante la presencia de los chupasangre.

Sam ese nuevo poder en licántropos es muy interesante, me encantaría saber como funciona...- le dije haciéndole un gesto hacia las Vulturi -
Y Cyril, claro que sabes luchar, ¿te has transformado alguna vez? Ese instinto viene con la primera explosión en licántropo...- susurré mientras intentaba tranquilizarla y le guiñaba un ojo -

Damon tendrás que hacer algo más para llevarnos a tu ataúd...- sonreí divertida al ver lo tranquilo que estaba aquel vampiro -
Y de repente otro licántropo apareció en escena, dejándonos a todos sin aire y lo miré tranquila por el apoyo de los nuestros, aunque no había rastro de la manada de la que era miembro.

Chasqueé los dedos a modo de fastidio ante el comentario de Leah - Vaya, por fin un macho - me alegré al ver al chico aparecer en escena.

Miré con indiferencia a Sam y le sonreí con picardía guiñándole un ojo de forma coqueta

Mire a Leah y asentí - Me he transformado pero no lo domino... solo lo he hecho casi una decena de veces- mire al chico que acababa de incorporarse, no olia desagradable como los vampiros, sino que su olor me resultaba agradable, debia ser uno de los nuestros. Cuando hablo, confirmo mis sospechas, estaba con nosotras