Buscando un poco de distraccion (libre)

Recibí el zarpazo del lobo sobre mi pecho, provocándome heridas superficiales, pero que me hacían sangrar. Y justo cuando fuí a arremeter contra él, Leah saltó sobre mi espalda cubriéndome los ojos. Entonces, agarré las manos de ella con fuerza y retrocedí con gran velocidad, sabiendo que yo también recibiría el impacto, pero a ella le dolería mucho más debido a su actual condición humana. Así como retrocedí alejándome de David. Hice que Leah fuese aplastada contra otro árbol, haciendo que el árbol se tambalease amenazando con derribarse. Una vez golpeada, le solté las manos y la aparté de mi espalda corriendo de nuevo en dirección a David. Dispuesto a inocularle mi propia ponzoña.

Aprovechando el momento de confusión mientras atacaba a Leah y recuperaba la posición arremeti contra el. Damon corria hacia mi, pero yo le tenia la partida ganada, estaba ya casi a su altura cuando salté con las fauces abiertas directas a su cuello.

Me esforcé en sacar fuerzas para poder enfrentarme a David. Justo cuando nuestros cuerpos impactaron, pude sentir como sus fauces se clavaban en mi hombro. Por suerte no me alcanzó el cuello.

En el momento que sentí los dientes clavarse, la ira invadió mi cuerpo. Lo agarré con firmeza de las patas delanteras, y rodeé con mis piernas su cuerpo sujetándolo contra mí. Y, apesar de la asquerosidad de tener pelos en la boca, clavé mis colmillos en su pata derecha delantera inoculándome mi propia ponzoña. La cual, simplemente le haría sentir ardor y quemazón en su brazo, como si realmente le ardiese. Pero no le mataría. No en esa cantidad.

Tras inocularle la ponzoña, escupí su sangre y solté su cuerpo apartándolo de mí con fuerza. Ambos estábamos jadeantes y excitados por la pelea. Me llevé la mano al hombro evaluándome la herida. Era más profunda de lo que creía, y eso me obligaría a tener que alimentarme más de la cuenta para sanar más rápido.

Me retorcí en el suelo de dolor, la pata me ardía, pero no era momento para quedarse quieto, no en plena pelea.
Jadeando me logré poner en pie de nuevo y, aun cojeando, volví a la carga impactando contra el cuerpo de Damon intentando derribarlo contra un árbol que tenía a su espalda.

Recibí el golpe de David, retrocediendo hasta impactar contra un árbol, en ese momento di un leve gruñido de dolor por la sacudida que sentí, la cual me retumbó en la herida del hombro.

Aproveché el momento para agarrarle con fuerza la pata en la que le había mordido y clavarle mis dedos en la herida profundizándola.

Me quedé totalmente machacada sin fuerzas, ahora iba a tardar aún más en entrar en fase. Caí en el suelo dolorida mientras veía a Damon y David luchar a cámara lenta. La cabeza comenzaba a darme vueltas y apenas podía levantarme.
Estaba seriamente tocada, y con la debilidad que tenía era blanco fácil para Sulpicia. Así que me arrastré hacia la oscuridad del bosque, cerré los ojos e invoqué concentrada a los espíritus ancestrales de la tribu quileute que desde siempre habían velado por mí.
Era increíble que ningún miembro de la manada pudiera oírnos, y me enfurecí todavía más. Cada pensamiento que me rondaba no hacía más que hacer crecer en mí la rabia y el poder necesario para recuperarme. Miles de desplantes de Sam Uley, traiciones y recuerdos que abren heridas en el corazón...y un aullido apagado de ánimo, emitido desde algún lugar muy lejano. Estaba viviendo una ensoñación provocada por algún tipo de trance, pero me estaba ayudando a recuperar la fuerza.

En unos minutos abrí los ojos, me erguí y aparecí en escena con los puños cerrados.
Ey...¿esto es un baile no? ¿quién quiere bailar conmigo? - pregunté en medio de la pelea entre Damon y David -
Después estallé en fase de nuevo.

Me retorcí de dolor, pero eso no me iba a detener. Necesitaba algo más fuerte para quedarme quieto. Noté la presencia de Leah y mediante el vínculo le dije: "Protege a las otras, ahora te necesitan más", dije apresuradamente.
Volví a saltar sobre Damon, embistiéndolo contra el árbol al tiempo que abría mis fauces y volvía a clavar mis colmillos en una nueva herida en su cuello.

Puse frente a mí los brazos en cruz impidiendo que David me alcanzase del todo. Sólo consiguió rozarme y provocarme varios cortes, y arrancarme parte de la camiseta - Vaya... lo siento perro... soy heterosexual - reí a duras penas. La herida del hombro me empezaba a doler demasiado.

David y Damon parecían demasiado ocupados, y decidí hacerle caso al aviso de David sobre Sulpicia que miraba con ojos aviesos a Cyril y Sam.
Me planté de un salto frente a ellas y la miré expectante.

Damon me apartó. Giré levemente mi cuerpo hasta golpearlo con mis cuartos traseros provocándole inestabilidad. Lo golpeé nuevamente y cayó al suelo. Me puse sobre él enseñándole los dientes y acercándome a su rostro, podía notar mi aliento y mis babas sobre su rostro.

Estaba en una situación en la cual era difícil escapar. Decidí hacer un gasto energético extra y transformarme unos segundos en cuervo alejándome un poco de David para volver a mi estado natural.

Me sentía cansado, pero aún tenía fuerzas. Me preparé para la próxima embestida. Me agazapé en el suelo cual bestia depredadora, apoyé una mano en el suelo disponiéndome a tomar algo de inercia. Me contuve unos segundos, y salí a toda velocidad hacia David. Iba directo a él, pero a menos de un metro, me desvié saltando sobre el lobo, apoyando mi pie en su hocico aplastándoselo contra el suelo y situándome a sus espaldas esperando a que el animal se incorporase para seguir peleando. Ambos empezábamos a estar exhaustos por las heridas. Yo estaba perdiendo bastante sangre y eso me hacía sentirme más débil. Pero el lobo tenía mi ponzoña que empezaba a paralizarle la pata y eso le dificultaría los movimientos.

Mientras observaba los movimientos felinos de Sulpicia, algo me llamó la atención. David estaba herido a causa de una mordedura en una pata. Y Damon sangraba, al tiempo que se aferraba a un hombro.
El extraño olor de ambas sangres se mezclaba caprichosamente por todo el ambiente, y mi estómago comenzaba a revolverse.
¿David estás bien tío? - pregunté telepáticamente muy preocupada-

- Tranquila, saldré de esta.- le dije telepaticamente a Leah.- Cubrelas a ellas...
Jadeaba pesadamente. La pelea nos había dejado bastante tocados a ambos. Seguía analizando la situación, no podía dejarlo escapar ahora, pero el cuerpo me respondía con dificultad.

Algo despertó mis sentidos. Me puse tenso, era el olor de humanos. Debía ser un grupo de excursionistas buscando un lugar en el que acampar.
Conocía la tregua, y no estaba dispuesto a arriesgarlo todo, alimentándome de humanos en La Push. Miré a David esperando que él también captase el olor.

Me giré hacia Sulpicia y le indiqué con la cabeza y con la mano que nos retirábamos. Estaba demasiado sediento, y podría hacer una carnicería.

Esperé a la reacción de los licántropos. Quería que fuese una retirada de mútuo acuerdo. Que fuese una vitoria para ambos.

Noté el olor de un grupo de humanos. Quizás los vampiros irian a por ellos. Gruñi, pero vi el gesto de retirada del vampiro macho a la mujer.
Saqué fuerzas y manteniéndome en pie aullé con fuerza para que los humanos evitasen acercarse de momento a la zona y para avisar a los chupasangres de que aquello era territorio sagrado.

Al oler a los humanos me transforme cambiando a forma humana. El pantalón estaba totalmente desgarrado hasta los muslos, me quite los restos de la sudadera y quede con una camiseta de tirantes algo desgarrada. Iba a utilizar mi poder contra Damon, pero al ver que queria una tregua baje la mano derecha, la otra la tenía en un angulo extraño que no era el normal.

Me enervé al sentir tanto las risas como el olor de varios humanos a unos 200 metros de nosotros. También los vampiros se removieron nerviosos.

Debemos cerrar el paso hacia ellos - hablé telepáticamente a la manada, al tiempo que David aullaba en un tono grave -
Pero algo extraño ocurrió: la mirada de tácito acuerdo entre nosotros y los vampiros dio paso a una rápida retirada de estos últimos.

Deberíamos seguirlos hasta los límites chicos - susurré poco convencida de que aquello fuera tan fácil -

Damon me pidio que nos fueramos, asi que tome su mano y fui siguiendo sus pasos con mucho cuidado, esperando el presiso momento para alejarnos de los licantropos -Cuando tu me digas Damon- dije sonriendo, el me habia protegido como si hubiera pertenecido a la guardia -gracias- le susurre muy despacio para que los licantroppos no escucharan

-No harán nada-Dije mirando a los vampiros-. No les conviene ser reconocido.

Me acerque recoger las cosas y me colgué la bolsa de deporte al hombre.

-¿Sabeis en que dirección esta el pueblo?

¿Hacia dónde vas Sam? - pregunté saliendo de fase -

Forks está en aquella dirección..- señalé al este -
Aquí en la reserva hay muchas casas para alquilar...no sé si tienes familiares o algo podríamos indicarte...- contesté abrochándome los cordones de las bambas ya medio destrozadas -

Mire a toda la manada y pude oler a los humanos no muy lejos - voy a entretenerolos, mi tamaño pasa desapercibido - dije telepaticamente antes de que empezasen a regresar a su forma humana.

Sali corriendo a una velocidad asombrosa, incluso para mi, y en pocos segundos me halle entre los humanos comportandome como una loba comun, incluso dejandome fotografiar y acariciar.

Miré al macho y asentí volviendo junto a Sulpicia para marcharnos del lugar. Dando a entender que seguiríamos en otro momento.

No hay de qué Sulpicia - susurré marchándonos los dos a gran velocidad en dirección opuesta a los humanos.

Mire como los vampiros se iban alejando, poco a poco volvía la normalidad, respiré hondo, aire puro otro vez.Luego, conteste a Leah.

-Vengo sola en realidad. No me puedo permitir una casa aunque me encataría vivir aquí Pregunté por el pueblo para alquilar una habitación. Aunque creo que antes deberíamos ir a un hospital-Le enseñe mi mano y moví la cabeza hacia David.

Evalúe sus heridas con preocupación, los daños habían sido importantes. La herida en el antebrazo de David no tenía buena pinta, y la mano de Sam estaba destrozada.

Sam tienes razón, aunque te informo que los licántropos nos curamos muy rápido. De hecho creo que David en una media hora no tendrá ni la cicatriz. Pero si necesitas ir iremos...¿quieres que te acompañe? - pregunté - Aunque creo que deberías contar que esto ha sido un accidente, que nos hemos caído o algo así...deberás mentir...- aconsejé aunque sabía perfectamente que al Carlise no le colaría esa excusa -

Lo de la habitación lo miraremos después ¿te parece? - le dije para tranquilizarla, no sabía de dónde había venido ni a qué, pero me daba una extraña ternura y comenzaba a preocuparme por ella, sentimientos contrarios a mi forma de ser -

Damon y yo empezamos a correr, le tome el brazo mientras nos alejabamos de los licantropos -Nos veremos despues- dije a los lobos mientras sonreia -vamos Damon vayamos a otro lugar- sonrei