Buscando a Decker [Eric, Blair y Decker]

Me senté con la espalda apoyada en un árbol. Saqué un cigarro del paquete y lo encendí. Metí mi mano en el bolsillo del otro lado y saqué las fotos. Eran fotos de mis padres, cuando aun estaban juntos. Suspiré recordando lo solo que había estado todo aquel tiempo. Sentí a un vampiro cerca y supuse que sería Hugo. No le presté mucha atención.

Asentí a Eric cuando bajé del coche y respiré profundamente - Haré lo que pueda- le respondí empezando a caminar hacia el interior del bosque frotándome las manos para calentarlas. Había un desnivel considerable en el terreno, así que me sujeté en una enorme raíz y con cuidado bajé continuando con la búsqueda de Decker. Posiblemente, si notase mi olor se terminaría marchando.

Vi a alguien apoyado en un árbol y enseguida reconocí a Decker, me detuve mirándole en silencio. No sabía qué decir ni qué hacer, sólo esperaba a que no saliese corriendo

Sentí que alguien se acercaba. Imaginé que sería Eric. -Eric, ya te puedes largar, no voy a volver,¿sabes? Dije mientras me guardaba las fotos en un pantalón. Miré hacia donde debería estar Eric y me sorprendió no verle. En su lugar, estaba Blair. Me quedé muy sorprendido. Tanto que por poco se me cae el cigarro al suelo. Me levanté inmediatamente, dispuesto a marcharme.

Decker, espera por favor- dije caminando hacia él y poniendo mi mano en su muñeca para pararle. Necesitaba hablar con él, saber que no me odiaba

Blair me cogió de la muñeca. La miré a los ojos algo enfadado, ya que si Blair estaba alli, no era por iniciativa propia. Seguramente, o Cassidy o Eric, la hubieran llamado-¿Qué pasa?

Cuando vi que estaba dispuesto a escucharme, le solté la muñeca para no incomodarle. Era curioso como, después de beber mi sangre, había cambiado tanto su caracter.

Eric quiere que regreses a casa, pretende que intente convencerte.... pero no he venido aquí por eso.- afirmé, ya que el hacer creer a Eric que iba a colaborar, era sólo algo que le había hecho creer, para poder encontrar a Decker y saber que no me odiaba.

No voy a tratar de convencerte de que vuelvas con ellos. Pero sí voy a intentar que al menos me perdones y no me odies por lo de anoche- susurré bajando la mirada algo avergonzada por la situación. Si él hubiese sido cualquier otro chico del Upper East de Manhattan, habría pasado simplemente de él. Pero era distinto, y no sólo por su condición de Vampiro.

La miré de arriba abajo como si nunca la hubiera visto. Tenía el ceño fruncido. -No sé porque no me sorprende. Dije viendo como me soltaba la muñeca. -¿Y por qué quieres que te perdone? Aquí puedes hacer amigos facilmente... No sé si te habrás dado cuenta, pero no soy el único que vive por aquí. Observé mirándola con interés.

Pues, porque las cosas podrían haber sido distintas. Ya sé que hay más gente por aquí. Pero yo te quiero a ti, no quiero a otra persona, no quiero a otro vampiro o a otro humano, te quiero a ti- dije de forma rotunda avanzando un paso hacia él demostrándole que no le tenía miedo - Confiaste en mí para contarme tu secreto y el de toda tu familia, y no en otra persona. Me ofreciste tu ayuda y tu compañía cuando lo necesitase. Viniste cuando te necesité y gracias a ti ahora estoy aquí, viva.- dije mirándole fijamente a los ojos sintiendo como el frío aire cortaba mis mejillas- Decker, si tuviese que darte de mi sangre de nuevo para salvarte, lo haría sin dudarlo ni un instante, aún a riesgo de morir yo. Te ofrecí mi sangre, porque confío en ti. Porque sabía que no permitirías que nada malo me pasase.- continué. Respiré profundamente y avancé un paso más hacia él hasta que quedamos a sólo dos pasos el uno del otro - Sigo confiando en ti, del mismo modo que tú confiaste en mí. Sigo queriéndote a mi lado, porque te necesito, porque, a pesar de haber estado poco tiempo juntos, lo poco que hemos estado, han sido los mejores momentos que he tenido desde que llegué a este lugar- dije callándome para dejarle hablar.

La miré sorprendido. Parpadeé varias veces. Después me pasé la mano por la barbilla y sentí que me ponía cada vez más nervioso. Cada vez que avanzaba un paso, estaba más nervioso. Si mi corazón pudiera later, probablemente, ahora mismo, estaría por salirse del pecho. Desvié la mirada e intenté hablar pero no podía. Abría la boca para hacerlo pero no encontré las palabras. ¿Qué debía decir ahora? ¿Qué debía hacer? No se me ocurría nada asi que dije: -Yo no te odio, y no puedo perdonarte... Esperé unos segundos. -Porque deberias ser tú la que me odiase y la que me perdonase, por ponerte en peligro.

Suspiré cuando Decker terminó de hablar y avancé apresurada los dos pasos que nos separaban y le abracé con fuerza apoyando mi cabeza en su hombro y cerrando los ojos - No puedo odiarte por ser lo que eres, y no puedo perdonarte, porque sé que estar a tu lado implica estar en peligro.- dije dejando de abrazarle, me separé unos centímetros de él y le miré de nuevo a los ojos - Yo elijo quedarme a tu lado. ¿Qué elijes tú, Decker?- le pregunté

Al sentir que me abrazaba, yo la rodeé con mis brazos. Nos miramos a los ojos unos instantes. Al escuchar la pregunta, la miré sin sonreír y cerré los ojos. -Yo creo que ya he elejido... Dije abriendo los ojos. -Yo he elejido, quedarme contigo. Respondí mirándola a los ojos, mientras veía la distancia que nos separaba,eran escasos centímetros.

Le miré a los ojos escuchando su decisión, y no pude evitar dibujar una leve sonrisa en mis labios. Deslicé mi mano hasta la suya quitándole el cigarrillo y tirándolo sobre una piedra apagándolo con el pié. Volví a mirarle, sólo que esta vez, al haberme movido estábamos aún más cerca el uno del otro. Por unos instantes se me aceleró el corazón y sentí cómo mis mejillas se sonrojaban ligeramente - Aún te queda una decisión más...- dije quitándome uno de los guantes y alzando la mano para acariciarle la mejilla con la calidez de la palma de mi mano sobre su fría mejilla - ¿Vas a ir con ellos?¿Volverás a casa?....¿O vienes conmigo?- le pregunté. Yo era una persona que deseaba gozar de libertad, odiaba que alguien me dijese qué tenia que hacer y lo que podía o no podía hacer. Quería que Decker pudiese gozar de libertad sobre sus actos, decidir si quería alimentarse de animales, o hacerlo de humanos, y decidir si quería seguir con Eric y su familia, o empezar una vida lejos de ellos.
Sabía que yo podría proporcionarle una vida lo más humana posible.

La miré en silencio.Escuché su nueva pregunta.Negé con la cabeza.La miré con seriedad. -Volveré con ellos porque no me controlo. Y yo no te quiero hacer daño. Quizás más adelante, cuando me controle más. Le dije mientras apartaba el pelo que su rostro. Sonreí de medio lado. -Ni me imagino lo que haría si me descontrolara.

Sonreí cuando me apartó el pelo, apoyé mis manos en su pecho sin darme cuenta - No quiero que desaparezcas de mi vida- le dije mirándole a los ojos. En ese momento me sentía totalmente a salvo con él.

Sonreí ampliamente y puse mi mano en su brazo. Al escuchar que no quería que desapareciera de su vida sonreí aun más. -No lo haré. Tenlo por seguro. Me hubiera gustado que en aquel momento mi corazón hubiera latido, por lo menos, un segundo. Había pasado de estar muy nervioso a estar relajado.

Sonreí nuevamente poniendo mi mano en su mejilla, me puse un poco de puntillas y le besé en la otra mejilla con suavidad y con cariño. Luego apoyé de nuevo los talones en el suelo mirándole a los ojos - Si vuelves a desaparecer, volveré a buscarte, y te encontraré- le dije fingiendo amenaza pero sin poder dejar de sonreir

Alcé las cejas y sonreí ampliamente. -¿En serio? ¿Qué pasa? ¿Qué ahora resulta que era una licántropa de la Push o qué? Bromeé.

Le guiñé un ojo - Peor aún, soy Blair Shields- dije poniendo cara de malicia terminando por soltar una pequeña carcajada y relajando la cara hasta quedar con una sonrisa dibujada en los labios

Me reí junto con ella. -Vaya, pues creo que comenzaré a pensar las cosas antes de hacerlas. Dije con una leve sonrisa.

Eric está esperando en el coche, ¿quieres que vayamos con él?- le pregunté deslizando mi mano hasta la suya cogiéndosela de forma cómplice y entrelazando mis dedos con los suyos

Asentí y sonreí cuando Blair me cogió de la mano. -Vamos con... ¿Eric? Dije sorprendido. -¿Él te trajo hasta aquí? Me extraña...

Me puse al lado de Decker caminando juntos en dirección hacia dónde estaba Eric, en ningún momento le solté la mano, de hecho, con mi otro brazo rodeé el suyo - Vino a mi casa. Quería que intentase convencerte de que volviese a casa. Yo sólo quería encontrarte, intentar que no me odiaras por lo de anoche, y que no te alejaras de mí... El volver o no a casa con los tuyos creo que eso debes decidirlo tú mismo, no porque alguien te lo imponga o te insista- le expliqué caminando juntos por el bosque.

Fruncí el ceño intentando explicarme porque Eric quería que volviera... Lo de la amistad con él era difícil, siempre peleabamos. No sé como podía ser amigo del tal Hugo, y tampoco Elisa. Parecía que se llevaban realmente bien. Aunque eran totalmente diferentes. -Bueno pues... vamos con Eric.