Fábrica abandonada (David y Delia)

Me sonrojé levemente acercándome a él, puse mis manos sobre mi pecho para crear una pequeña separación entre ambos cuerpos. Y pegué mi cuerpo al de él, mirando al suelo avergonzada, buscando un abrazo suyo.

Me resultaba vergonzoso, pero sentía que lo necesitaba

Esbocé una leve sonrisa y sin decir nada la rodeé con mis brazos atrayéndola contra mi pecho, como hacía horas antes y a ella le gustaba. Sin decir nada estuvimos entrelazados mientras acariciaba su pelo y le daba suaves besos en la frente.

Cerré los ojos, el sentimiento que tenía me resultaba más que agradable. Me sentía protegida, querida, confortada, segura.

Tímidamente, deslicé mis manos por su cintura - Dave - susurré sin darme cuenta

Respiré hondo.
- ¿Como me has llamado?- pregunté sorprendido sin poder evitar esbozar una sonrisa.

Alcé la mirada apartándome un poco - ...Da-dave... - respondí frunciendo los labios, mirándole a los ojos - ¿No te gusta que te llamen Dave?

- Sólo tú me llamas así... - dije sonriendole de manera calida. - ¿Empiezas a recordar algo? - pregunté con delicadeza y sin presionar.

Me sentía algo confundida - No... no sé que és lo que debería recordar...-respondí con cara triste. Sentía que decepcionaba a David. Y no me gustaba decepcionar a nadie.

- No pasa nada...- dije pasando mis dedos por su cabello.- Ya recordarás... - le dije sonriendo mientras la miraba a los ojos.

¿Por qué eres así conmigo?-pregunté mirándole, sintiendo que cada vez le tenía menos miedo

- Porque antes de que tu perdieses la memoria tu y yo... eramos muy amigos. - dije sonriéndole- Además, que prefieres: ¿que sea simpático o desagradable? - dije arqueando una ceja.

Me encogí de hombros - Supongo que agradable... Pero ¿por qué he perdido la memoria? ¿qué ha pasado exactamente?- pregunté mirando hacia el cielo que empezaba a nublarse

- Creo que te diste un golpe en la cabeza. - dije encogiéndome de hombros y sonriendo sin saber más que decir. - Ya sabes... los golpes en la cabeza son fatales.. - dije disimulando.

¿Hemos tenido un accidente de coche o algo?-pregunté buscando algo coherente en todo aquello

- No, no... creo que te caiste por el bosque... tropezaste y te diste con una piedra y quedaste k.o. - dije improvisando.- ¿No recuerdas que solías salir por el bosque?- dije disimulando.

Negué levemente - Pero Seattle no tiene bosque casi... y está muy lejos de Forks y La push...-añadí

- Claro... - miré hacia fuera- Pero... es que veníamos al médico... y... no te lo vas a creer - dije sonriendo de manera falsa- unos atracadores nos quitaron todo y acabamos aquí.

Ya... y yo corría por el bosque en camisón-dije asintiendo nada convencida - Tendrás que inventarte una excusa mejor Dave-respondí caminando hacia el interior de la fábrica, ya que el día amenazaba con empezar a llover en cualquier momento - Vamos dentro antes de empaparnos

Caminé detrás de Delia. Suspiré.
- La verdad es que... ¿llevabas el camisón bajo la ropa? - dije encogiéndome de hombros- Ahora cuando llegue tu tío seguro que te lo aclara todo... que la verdad yo también ando algo perdido con toda esta historia... - dije casi en un susurro.

Negué levemente, n verdad se le daba muy mal mentir a este chico. Me senté sobre un montón de telas rodeando mis piernas con los brazos, contra mi pecho, y apoyando el mentón sobre las rodillas.- Espero que notarde en volver, tengo hambre

- Si tienes hambre puedo salir a buscar algo. ¿Te apetece algo en concreto? Porque puedo salir a buscarte desayuno... - dije desviviendome por ella.

No, no, no, tranquilo, puedo esperar a mi tío-dije mirando a David. No entendía por qué se preocupaba tanto por mí. Me resultaba atractivo, pero me trataba como si yo fuese amiga suya desde hace mucho tiempo.

- Como veas... - dije mientras me sentaba en unas cajas cerca de donde estaba ella- Pero si tienes hambre o necesitas algo dímelo, ¿vale? Intentaré conseguirlo cuanto antes... - dije mientras le sonreía de manera tierna.

Asentí suspirando y cerrando los ojos. Me sentía muy cansada, sólo tenía ganas de que llegase Damon y volver a casa.

Bajé la mirada y apoyé mis brazos sobre mis rodillas, agachando la cabeza. Era desesperante que Delia no recordase nada, aunque algún destello si que había recuperado, al menos ya no me trataba como si fuese escoria como había hecho nada más llegar. Su cuerpo reaccionaba al estar con el mío aunque su cabeza no lo relacionase.
Tomé aire y la miré de reojo, seguía sentada en el suelo. Me puse en pie y me dirigí a su lado sentándome junto a ella.
- Ya veras como todo va a acabar pronto- le dije en un susurro.

Eso espero-dije alzando la cabeza y mirándole a los ojos, apoyando mi cabeza sobre su hombro.