Conociendo al Cuervo

Estaba caminando hacia unas horas, buscando algo con que distraerme en aquel pueblo, me recordaba un poco a Fell's Church, pero ahí tenia a mis amigos con que distraerme y en verdad les extrañaba. Pero ya era hora de cambiar de ambiente, ahi solo habia sufrido mucho por la perdida de mis padres, sacudi la cabeza tratar deshacerme de aquel asunto.

Camine una cuadras mas y vizualice un pequeño parque, me sentí con animos para relajarme y me sente una banca. Abrí mi bolso, empece a rebuscar en ella, hasta que por fin encontré mi ejemplar de Medianoche, lo saque de mi bolsa, puse esta a un lado, me acomode en la banca y empece a leer mi libro.

Estaba paseando por Forks, tomando un poco el aire y disfrutando de la humedad que había. Decidí cruzar el parque y vi a una joven apartada, sentada en un banco leyendo un libro. Me acerqué hasta ella y me senté a su lado dejando un poco de espacio entre ambos. Mi posición era relajada, puse mis manos entre mis piernas - ¿Vampiros? - pregunté mirando el libro.

Estaba muy concentrada en mi libro, la verdad era que era muy interesante aunque apenas lo estaba comenzando Bianca se parecia a mi era independiente, de repente perdi la concentración. Ya que un joven muy extraño se sentó a mi lado, ignore esto y segui con mi lectura.

De repente escuche, que me pregunto ¿Vampiros?, estaba una distancia propia ¿y como rayos alcanzo a leer? pensé, pero no quería ser maleducada así que respondí, alzando la vista y viendo al joven. - Si. - diciendo esto, volví mi mirada hacia el libro.

Sonreí mirando a la joven unos segundos para luego volver la mirada al frente. Casi no había gente en el parque, sólo un grupo de niños correteando con sus perros y alguna que otra pareja paseando.

Una suave ráfaga de viento hizo que el aroma de la humana inundase mis fosas nasales, aspiré profundamente cerrando los ojos y sonriendo levemente.

Lástima que ese tipo de seres no existan en nuestra sociedad-dije mirándola sin perder la sonrisa y la actitud relajada.

Que sucedia con este tipo, como que era lastima que no existieran, que le agradaría ser comido por unos de estos.

Deje de leer y lo mire. - Como dices eso, ¿Te gustaría ser comido por unos de ellos o que?. -quería que me explicase por que pensaba eso.

Yo no me fijo en el lado negativo, sino en el positivo. Sería interesante eso de vivir eternamente... Tener super fuerza y super velocidad...-dije sonriendo cándidamente

Bueno, seria algo interesante aunque no me gustaría vivir eternamente, es algo que en verdad no me agradaría. -Los vampiros se me hacían seres fascinantes pero algo infelices y malvados.

Me llamo Damon-dije presentándome y ofreciendo mi mano a la joven para estrecharla.

Elena. -dije secamente, tome su mano y esta estaba fría, pero había algo que me impidió soltarla.

Un placer Elena-susurré cortésmente, atreviéndome a besarle ligeramente el dorso de la mano.

¿Eres de por aquí?-pregunté girándome un poco hacia ella esperando a que fuese Elena quién decidiese cuándo apartar la mano

Igualmente, Damon. - aparte lentamente mi mano, aunque algo en mi quería que la dejara donde estaba.

Si, me acabo de mudar ¿Y tu eres de por aquí?. - el joven no me aspiraba confianza, pero había algo en el que me atraía.

Soy de Italia, hace unos meses que me mudé a Forks. Vivo cerca de La Push-respondí sin perder en ningún momento la sonrisa de mis labios. Quería que Elena se sintiese a gusto - ¿Y qué te ha hecho venir hasta la zona más lluviosa de todo EEUU?

-Pues tratar de olvidar mi pasado. - respondí sintiendo un nudo en la garganta. - ¿La Push?.. - cambie de tema, ya que no queria empezar a relatar mi historia.

Me di cuenta de lo rápido que evitó hablar de ella. Se veía que era una chica reservada - Sí, está a unos pocos kilómetros de aquí. Es el territorio de la reserva de los Quileutes - Dije apoyando el brazo en el respaldo del banco, pero sin molestar a Elena.

¡Oh! ¿Y es bonito el lugar o es algo novedoso?.. digo es que te notas un joven de mundo para vivir una reserva. - un mechón de mi cabello se vio enfrente tapando mi vista, así que con mi mano lo acomode detrás de mi oreja.

Es un sitio muy tranquilo, como a mí me gusta. Las grandes ciudades me agobian, y me siento un poco ... ¿Cómo decirlo? Me resulta un poco violento estar entre mucha gente- fruncí los labios ligeramente, ayudando a Elena con ese mechón rebelde.

-Este..gracias. -dije entre dientes, mientras me ayudaba con mi mechón. - Concuerdo contigo, a mi también me encantan los lugares con menos gente..aunque es interesantes visitarlas de vez en cuando. - agarre mi libro y lo metí dentro de mi bolsa y esta la puse encima de mi regazo.

Miré el libro y me aparté un poco - Oh, disculpa... te he interrumpido la lectura - dije incorporándome

-No te preocupes, como quiera ya me había aburrido. - le dije sonriendo. - ¿Sabes algo?...te me haces familiar. - poniéndole atención a sus rasgos, este chico se me hacia muy conocido, pero esta segura que nunca lo había visto antes.

Fruncí los labios - Supongo que debo tener un rostro común - sonreí de pie frente a ella

-Si seguro es eso. -alce mi mano y mire mi reloj. - ¡Oh! creo que se me hace tarde. - mire a Damon. -Bueno tengo que irme Damon, fue un placer conocerte. -me levante de la banca y puse mi bolso en mi hombro.

El placer ha sido mío, créeme- sonreí

Ok, te creo. -le sonreí y empece a caminar. Damon era un tipo interesante, pero para nada mi tipo.

Miré cómo se alejaba Elena, y cuando estaba lo suficientemente lejos, me alejé a toda velocidad, desapareciendo de su vista en menos de un segundo.