Casa de Nadia sin restaurar

Me quedé en silencio tras sus preguntas y miré hacia el cielo como si hiciera caso omiso de lo que me acababa de preguntar ya que era así.

Suspiré -Dejame adivinar ¿No podias resistirte?- le dije.

-Sólo falta subir los sofás.- le dije entusiasmada -Ven, ven verás que bien queda aunque eligieras unos muebles baratos y poco bonitos para tu morada.- le comenté.

La verdad que Ryan estaba empezando a caerme bien pero no podia ser así. Él deberia ayudarme sin saberlo a averiguar cosas sobre Delia, el chucho y de mi tío.

Sonreí y la seguí. No me extrañaba el hecho de que hiciera esto por mi. Se estaba portando muy bien conmigo.

Subí las escaleras tras Nadia y al ver que estaba todo colocado exeptuando algunas lámparas y los sofás, -Esta quedando de la mar de bien.- dije sonriendo

Me giré hacia ella -Gracias.- le agradecí.

-Agradecemelo cuando esté todo terminado.- le dije y Ryan salió a por los sofás. Ante de seguirle guardé las herramientas y el resto de lámparas que quedaban por colocar debajo del fregadero de la cocina y salí tras él.

Fuí hacia los sofás a colocarlos de manera que Nadia no tuviera problemas para ayudarme a cogerlos. Tras un rato vinó tras de mi corriendo de manera que su pelo se movia a ritmo que ella corria.

Me ayudó a subir los dos sofás y una vez arriba y colocados en su sitio le dije -Ahora falta acabar de colocar el resto de lámparas.- dije y fui hacia el armario de debajo del fregadero de lo que era la cocina a coger las lámparas y las herramientas.

Asentí cuando me dijo lo de colocar el resto de lámparas pero me sorprendió que fuera directamente al armario que coloqué las lámparas previamente sin que yo le dijiera nada, parecia que supiera donde estaban.

-¿Tu apellido es Wetmore verdad?- le pregunté.

-Sí, es Wetmore.- le contesté mientras preparaba una de las lámparas para el baño -¿Por qué?- le pregunté con curiosidad.

-Para ponerlo en el buzón ¡claro!- le dije tras una sonora carcajada pero en realidad era para averiguar quien era realmente pero luego pensé que lo que habia pasado era por lógica o por casualidad así que decidí hacer pruebas.

Mientras Ryan empezó a colocar una de las lámparas del baño, yo con gran velocidad sin que él se diera cuenta escondí una de las herramientas que necesitaba. Una vez que Ryan necesitó de tal herramienta, fue traquilamente a cogerla de donde la habia escondido. Alucinaba, así que me entretuve a hacerle esto todo el rato que colocó las lámparas y cada vez igual, iba directo a donde las escondia.

-Ahora sí puedo darte las gracias.- dije una vez que terminamos de colocar todas las lámparas. Ahora podia decir que si que estaba terminada mi casa -Parecia que tenian patas las herramientas.- dije con una sonora carcajada.

Off: pasamos a Morada de Ryan

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Era un tarde más. Estaba esperando a Ryan para las reparaciones de mi casa. Habiamos avanzado muchísimo; ya habiamos acabado con todo el exterior y las ventanas y los baños. Faltaba poco para acabar la cocina y Y las habitaciones. Ryan e habia obligado a "cenar" con él cada noche. No queria que fuera a restaurantes. Pero enseguida que oía que se iba a dormir me iba a cenar algo de verdad.

Ryan estaba llegando y como siempre, fui a recibirle.

Como siempre, Nadia estaba fuera esperandome cuando llegaba. Parecia que me oyerá a kilómetros.

Aparqué cerca del garage como hacia siempre. -Buenas tardes Nadia ¿qué tal la mañana?- le dije mientras bajaba de la furgoneta.

-Sonara egoísta pero con ganas de que llegarás y seguir trabajando en mi casa.- fingí entusiasmo.

Reí -No suena egoísta, suena que tienes ganas de estar en tu hogar.- le dije -¿Cómo así una chica con tus riquezas no va a un hotel hasta que le acaben su casa?- hicé una pausa -Lo siento, he sido muy atrevido no deberia haberte dicho eso. Lo siento de verdad.- me excusé.

-No tranquilo, no te excuses. También te preguntarás como es que vivo en un lugar tan alejado.- esperé su respuesta.

-Mmmm... sí...- le contesté algo avergonzado por mi atrevimiento.

-Te explicaré.- hicé un suspiro en mi interior -El otro día te dije que me alegraba de que viviéras aquí conmigo porque así no me sentía sóla. La verdad que siempre me he mantenido alejada de la gente porque casi siempre para no decir siempre he estado sóla. No he recibido cariño de un familiar o un amigo. Se puede decir que yo misma me he alejado de la gente. Y creo que eso debe cambiar ¿no?- le dije ya que parte era cierto porque desde que mi padre me convirtió he tenido que aprender sóla.

-La verdad que sí y si te ayuda yo viviré encima de tu garage. ¡Espera! ya lo hago.- le sonreí mientras cogía su mano fría para besarsela.

Sonreí ante su gesto -Que caballero Ryan.- le alavé -Gracias por todo.- le agradecí -Y ahora a trabajar que hay mucho que hacer.-

Le reí ante su alavancia -No debes agradecerme nada Nadia. Todo lo contrario, yo tengo que agracerte mucho a ti.- le sonreí.

-No nos agradezcamos nada ¿vale? ya que los dos nos apoyamos mutuamente.- le dije

-Por curiosidad ¿de dónde viene el apellido de Wetmore? ya que vamos a vivir muy cerca seria mejor que nos conocieramos más.- le pregunté para averiguar más sobre él por si eran ciertos mis instintos.

-¿Mi apellido? según me contaba mi padre mi apellido proviene de irlanda. Me contaba que mis antepasados eran una especie de brujos que hacian hechizos y movian objetos y personas con sólo pensarlo.- reí a carcajadas mientras se lo contaba -Mi padre insistía tanto de que nosotros teniamos ese poder.- seguí riendo.

-Parece que me cuentas un chiste con tantas risas.- en mi interior reía, mis sospechas eran ciertas y lo mejor, él no parecia creerlo.

-Me rio porque no creo en todas esas cosas de brujos, hechizos, poderes y demás.- le expliqué -No creo que personas sólo con pensarlo puedan levantar a una persona a 50 metros del suelo.- le seguí explicando -Tampoco creo en hombres lobo, vampiros, bigfoots... si fueran verdad serian conejitos de indias en los laboratorios.- seguí riendo.

La verdad que parecia un chiste. Un chico que no cree en vampiros viviendo con un vampiro, amigo de un licántropo y descendiente de brujos. Reía en mi interior, seria tan fácil ponerle a mi bando.

-La verdad que tienes razón, yo tampoco creo en esas cosas.- fingí -Mi apellido por ejemplo proviene de Italia, que es del sitio de donde soy, no tiene mucha más historia.-