Salón principal

Al escuchar a las chicas pasear por la casa salí del baño y me acerqué a la habitación de Delia, donde encontré a Jane.
- Vaya tía que voy a tener... - dije de manera simpática despeinándola un poco.

Salí de la habitación y le indiqué a Jane que entrase - Ven entra. Mira, el fuego ya está encendido. Te aguantará unas tres horas, lo suficiente para caldear el ambiente. La puerta del fondo es el baño, si necesitas ir, puedes ir a ese. No hace falta que vayas al principal. Y si tienes frío, te he sacado dos mantas polares que te he puesto en el sillón - le indiqué sonriendo.

- Muchas gracias, Dels. Y no te olvides de dejarle la nota, porfa... me moriría de vergüenza si no se la dejas. - dije sonrojándome.

Aquella habitación era impresionante. Me quedé sin palabras observando todo lo que me rodeaba.

Me senté en la cama de Delia y me tumbé con las piernas colgando y los brazos abiertos esperando a que viniese.

Me acerqué al escritorio de Damon y escribí la nota enseñándosela a Jane - Ahora se la dejo a la vista. Buenas noches - me despedí saliendo de la habitación y cerrando la puerta. Fuí hasta el descansillo y dejé la nota la vista. Volví a mi habitación. - Ya estoy aquí - sonreí apagando la luz, dejando la persiana levantada para que entrase la luz del exterior a traves de las cortinas. Una pequeña lamparita alumbraba la habitación desde un rincón.

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Llegué junto con Jane a mi casa y la miré los dos detenidos en la puerta. Abrí la puerta y le sonreí - ¿Te gustaría entrar en tu nueva casa?- la invité a entrar para que no tuviese problemas, ya que esta, sería su casa a partir de ahora.

Sonreí.

- Sí claro... aunque como si no la conociese- dije arqueando una ceja divertida mientras cruzaba el umbral gracias a la invitación de Damon.

Miré a mi alrededor y comencé a notar matices que no había notado cuando era humana. Era más impresionante de como lo recordaba.

- ¿Delia y compañía han salido?- le pregunté al no notar su efluvio cerca.

Fueron a visitar a Leah, Pero Delia está de camino. Puedo notar su esencia acercándose - le dije rodeándola con un brazo y atrayéndola hacia mí - Has sido muy valiente mi pequeña Jane- le susurré acariciándole el pelo de forma cariñosa - Ya te dije que terminarías dominando tu poder

Entrecerré los ojos dejándome llevar por sus caricias.

- Bueno, digamos que me sale mejor cuando me motivan.- dije abriendo los ojos y mirándolo fijamente.- ¿Por qué se rebotó tanto la zorra esa?- pregunté acariciándole el cuello, donde la vampira le había propinado una descarga eléctrica.

Al principio, cuando llegué a Forks, intentó tener algo conmigo. Pero ella no era mi tipo, las chicas rubias no me van mucho. Prefiero a las castañas- susurré admirándola. Hacía pocos meses que disfrutaba de la condición de ser inmortal, pero su belleza aún, día a día, se iba realzando. Ya casi no tenía aquella dulzura humana en su rostro.

- Entonces fue por despecho, ¿no?- dije sonriendo a sus cumplidos- Porque cuando estaba apartada bien que se te acercaba...- le comenté mordiéndome el labio tras humedecerlo.

Entré en casa con el pequeño David cerrando con cuidado la puerta. Estaba despierto y me miraba fijamente moviendo con viveza sus manitas. Caminé hacia el salón y vi a Jane y a Damon juntos - Hola... - dije mirándoles y sentándome en el sofá acomodándome para darle el pecho al pequeño. Me desabroché la camisa y colocándomelo empecé a alimentarlo. Respiré profundamente cerrando los ojos y acunándolo.

Debía creer que tenía una oportunidad.- dije sonriendo con ironía y mirando hacia la puerta cuando entró Delia - ¿Todo bien Delia? - le pregunté acercándome a ella y sentándome a su lado, dejando que Jane se sentase entre nosotros. Ya que ellas hacía tiempo que eran amigas, de hecho, eran casi como hermanas.

Estaba sonriendo a Damon y a punto de acercarme para besarlo cuando Delia entró.

Damon se sentó en el sofá junto a ella, dejando un hueco para que me sentase entre ambos. Ocupé el sitio y acaricié la pierna de Delia.

- ¿Y Dave?- le pregunté mientras quitaba la mano de su pierna y la acercaba al rostro del pequeño para acariciarlo dulcemente.

Miré a Damon al sentarse, y luego a Jane al hacer el mismo gesto. Era curioso, pero el bebé ni se inmutaba con el tacto frío de Damon o Jane - Se fue tras Leah. No ha podido asimilarlo - comenté notando como el bebé cada vez se iba relajando más a medida que iba saciando su hambre. Al tener sangre de Damon en mi cuerpo, el alimento que le daba al bebé le daba una cantidad de nutrientes que lo saciaban en pocos minutos. Siendo tal, que no necesitaba darle biberón después de tomar del pecho.

No creo que consiga asimilarlo, pero sé que hemos hecho lo correcto- susurré mirando de nuevo a la pequeña criatura acariciándole una de sus diminutas manos.

Me fijé en el modo en que Jane miraba al pequeño, se notaba que ella hubiese querido tener uno. Rodeé con mi brazo la cintura de Jane, apoyando mi barbilla sobre su hombro mirando al pequeño. Tenía muchos rasgos parecidos a los de David, y olía algo desagradable para Jane y para mí, ya que tenía claramente el Gen Licántropo, lo que al ser tan pequeño, aún no estaba activado el Gen.

Tranquila Delia, seguro que termina entendiéndolo y asimilándolo. Ya sabes que nuestra intención no es librar una batalla contra los licántropos, sino contra los renegados de nuestra raza- comenté apoyándome en el respaldo del sofá.

Noté que Damon se fijó en cómo miraba al bebé. Deslicé mi mano hasta coger la suya que estaba en mi cintura.

Tras escucharlo me quedé pensativa y le pregunté.

- ¿Y qué pasará con el pequeño cuando estemos todos luchando?- pregunté preocupada girando mi cabeza para mirar directamente a Damon.

Bajé la mirada al sentir que el pequeño ya se había dormido. Me coloqué la camisa y me dispuse a acunarlo. Cogí una pequeña mantita que había sobre el reposabrazos del sofá, y le cubrí acariciándome con mi dedo índice el perfil de su pequeña carita - No pienso separarme de mi pequeño. Ni lo voy a dejar con alguien desconocido- afirmé con rudeza mirando a Damon y a Jane - Leah ya ha reconocido su olor, ella no le hará daño, y yo no voy a atacar a no ser que vosotros necesitéis mi ayuda. Lo dejé claro en su día.

Delia, sabes que puedes dejar al pequeño con uno de los nuestros. Sabes que ellos lo protegerán de cualquier peligro- insistí. Sabía que ella tendría que entrar a participar en la pelea, y no quería que el pequeño estuviese allí y sufriese algún daño. Era demasiado pequeño y frágil, y no me veía con el valor de exponerlo a tales peligros.

- Dels, cielo, ¿cómo vas a llevar a tu bebé a una pelea a muerte entre vampiros y chuchos?- le pregunté angustiada-Por mucho que Leah haya reconocido su olor y no vaya a atacarlo, ¿quien te garantiza que el resto de perros o de 'raritos' no le hará daño?

Me afectaba pensar que al bebé le pudiese pasar algo.

- Dels, podemos hablar con mi madre.- carraspeé-Bueno, supongo que con un poco de persuasión para aclarar la situación podría quedarse con el pequeño y no lo expondríamos a ningún peligro...

Negué con la cabeza - Necesito hablarlo con Dave- susurré. No me gustaba nada la situación, y desde que empecé a tener la sangre de Damon en mi cuerpo me sentía distinta, más apática, sentía que no era yo. Y lo que más me dolía, era que David se había dado cuenta de el cambio progresivo que estaba haciendo la sangre de Damon en mi cuerpo.

No creo que sea buena idea dejar a un bebé híbrido con un humano Jane. El pequeño necesita a alguien que pueda defenderle. Yo, optaría por llevarlo lo más lejos posible de aquí. Podría hablar con Evangeline y que ella se lo llevase.- comenté recordando que hacía unos meses la vampira había pisado las tierras de Forks. Era una vampira no muy antigua, pero sí muy fuerte, y sería capaz de proteger al bebé.

- Damon... no sé con quien estará mejor si sólo en medio de la batalla o con esa.- dije pasándome un mechón por detrás de la oreja.- Te recuerdo que es una fugitiva... y además, no creo que alguien tenga tan mala idea como para ir tras un bebé. Son vegetarianos.- dije en tono despectivo.

Cuando Damon nombró a Evangeline alcé la mirada hacia él de forma pensativa. Recordaba todo lo que me contó sobre ella, y sobre su poder - Sería una buena opción. Pero que viniese con nosotros. El bebé no se va- añadí de forma rotunda.

Jane, Eva tiene un poder muy útil, y sabe usarlo a la perfección, y es igual de fuerte que yo. Podría usar su poder sobre Delia y el bebé. Así podríamos tenerles con nosotros, y serían invisibles a los ojos de nuestros enemigos.- comenté mirando a Delia y luego desviando la mirada hacia el pequeño.