Habitación de Embry

Estaba acostado en mi cama, entonces me desperté sudando, había soñado con Alice, me sonroje al darme cuenta de que estaba soñando con el día de entregarnos el uno al otro, soñaba con que eso pasara pero tenia miedo ya que bueno yo era virgen entonces no sabia como hacer para que Alice disfrutará.
Me quite de la mente ese sueño mientras me levantaba de brinco y recogía un poco la habitación mientras oía música esperaba por que llegará Alice que no besarla era como cuando no respiras.

Esa mañana las horas no me pasaban más, estaba sentada en el sillón con la mirada fija puesta en el reloj de péndulo que estaba colgado de la pared, mis ojos pestañaban al compás del TIC TAC, ya no veía la hora de que se hagan las 11 para poder ir a la casa de mi hermoso Embry, porque a diferecia mí, el sí dormía, y todavía era muy pronto para que durmiéramos juntos, aunque bueno, ganas no me faltaban, pero me daba cuenta de lo nervioso que se ponía cada vez que estábamos en el sillón y nuestros besos no nos dejaban controlar, a decir verdad el sexo no era algo que me importaba, pero estaba total y completamente segura que a Embry le preguntaba como iba a reaccionar yo. No lo iba a juzgar, ni comparar ni mucho menos, si llegaba a suceder iba a ser un momento muy hermoso de completa entrega y placer.

El reloj tocó las 11, subí a mi Porsche y en aproximadamente dos minutos estaba ya parada en la puerda de la casa, en la Push, golpeadondo y gritando.

-AMOR AMOR!!! Despierta.-

La mire y salte de la cama mientras la cargaba y besaba con toda la intensidad que pude.
- Alice no tienes idea de cuanto te extrañe, sabes muero cuando no estas conmigo, por que tardaste tanto ?

Su beso me hizo volar por unos segundos, esa era una hermosa sensación.

-Tardé porque no quería despertarte, y sé lo mucho que te gusta hacerlo. Y no te das una idea de lo difícil que se me hizo aguantarme las ganas de venir y despertarte con muchos muchos muchos besos. TE AMO!.- le dije mientras estaba en sus brazos cálidos.

Cada vez que ella me besaba era un beso nuevo, cada uno más bello que el otro y cada vez que ella me besaba mi piel se ponía chinita.
- No importa que me despiertes por ti, dejaría de dormir toda mi visa - bostece- además ¿quién podría pensar en dormir cuando lo único que pienso es en ti?

-Eres un comprador, un conquistador, me puedes, me puedes, me puedes.- le dije y reía mientras lo empujaba a nuestro sillón, en el cual el cayó de espaldar y yo me extendí sobre su pecho, y le quité toda la ropa.

Mi cuerpo temblaba, la mire a los ojos y me perdi en su mirar, el deseo recorre mis venas a una velocidad indescriptible y mi pulso se acelera.
La acerque a mi cuerpo mientras la besaba, no podia parar

Sus manos en mi cintura me hacian sentir protegida, segura, el me presionaba la piel con sus manos y yo me estremecía, me acomodó entre sus piernas, tenía puesto el pantalón, mis manos comenzaron a pasear por todo su pecho, mis dedos hacían círculos alrededor su obligo, bajé un poco más, y le quité su pantalón, dejándolo en ropa interior, notaba que estaba nervioso, pero tomé sus manos y las dirijé a los botones de mi camisa.

-No tengas miedo, todo va a salir bien. Te amo, recuérdalo.- le dije y continuamos.

Mi cuerpo temblaba, la mire a los ojos y me perdi en su mirar, el deseo recorre mis venas a una velocidad indescriptible y mi pulso se acelera.
- Yo también te amo Alice y te deseo, no quiero parar
Nos besamos, es como fuego que quema nuestros labios, sus manos parece que son alas que vuelan libres por mi cuerpo, ese cuerpo que pide a gritos su esencia, sus besos,al sentir su aroma mis anhelos crecen, mi boca con desespero besa su cuello, su pecho, siento mi corazón que de tanto latir se puede salir, no puedo resistir, mis manos y mi boca se pierden desbocadas y recorren cada rincón de su cuerpo…

Mi lobo estaba ardiente, fogoso, y eso despertaba en mí millones de sensaciones, sus besos por todo mi cuerpo hacían que explote, estaba en la cima, en el mejor de los momentos, Embry no podía parar, quería seguir, y yo no iba a detenerlo, de eso no tenía ninguna duda.

Desabroché mi corpiño y quité mi falda, ahora sí los dos estpabamos en ropa interior, nuestros cuerpos se rozaban, cada vez estábamos más y más y más unidos, yo lo tocaba, lo besaba, y cuando el me respondía con lo mismo sobre todo mi cuerpo, yo respiraba aún más rápido, el aire salía más y más rápido, y daba unos pequeño grititos mientras con mis manos acariciaba su pelo.

Por último quité toda mi ropa hasta quedar completamente desnuda sobre él. Y sonreí al mirar la expresión de sus ojos.

Al ver a Alice completamente desnuda era como ver a una diosa.

- Oh Alice eres tan Perfecta.

La cargue y la recoste sobre el sillón, mis dedos recorrieron su pecho, y fui besandola lentamente de el cuello hasta llegar a los muslos, entonces me quite el boxer, y sentí como me ponía colorado, ya que bueno después de todo era mi primera vez.

- Por favor ayudame dime como te gusta, no tengo mucha experiencia en esto - regrese a sus labios y la bese con toda la ternura que podia

Quedamos los dos completamente desnudos, en ese momento me abracé a su cuerpo y sentí todo de él sobre mi piel.
Lo giré y empujé contra el sillón, ahora él estaba de espalda, me prendí a su cuello y rocé su nuez con mis dientes, y con mi lengua lentamente comencé a bajar humedeciendo toda su hermosa panza bien marcada, me detuve en su ombligo, lo miré.

-¿Quieres que continue?.- sus temblequeos me volvían loca, él estaba colorado, con mucho mucho pero mucho calor ardiente y eso me enloquecía.

Verla tan segura de si misma me enolquecia y me ponia nervioso, y parecia que eso le excitaba.
- Sabes que si es lo que tu quieres no me detendré, la verdad no quiero lo hagás, no te detengas.

Entonces la empuje hacia el suelo, me puse sobre ella y roce mi sexo con el de ella.

-Cuando tu quieras, yo estoy listo - me acerque a su oreja y le mordi el lobulo

Mi lobo me agarró con todas sus fuerzas, el roce que me dió me hizo gemir de placer, era un malvado que me hacía desearlo cada vez más.
Me mordía y yo le respondía de la misma forma.

Lo abracé sobre mi cuerpo, y pellizqué su colita hermosa, lo miré, era tan hermoso, y le dí un beso pero esta vez fue corto porque no aguantaba más tiempo ya.

Me acomodé, abrí mis piernas y las apoyé sobre sus hombros.

-Cuando mi lobo lo desee.- le dije y cerré mis ojos.

- Entonces hoy cambiaremos de papeles tu serás mi esclava - le dije dandole otro pequeño beso, mientras mi sexo la penetraba, intente ser lo más suave que pude, mi miembro estallaba de placer, la bese con toda la intensidad que podía, queria gritar no solo por las sensaciones que ella me provocaba si no por que era mia esa hermosa princesa era mia.

TE AMO ALICE CULLEN, eres la mujer más bella que eh visto en mi vida.
que podia decirle ella se habia convertido en mi todo

Sin poder evitarlo, me dejo caer súbitamente, el dolor de tenerte totalmente dentro me paraliza por un minuto, cuando me sobrepongo al mismo, la sensación palpitante se ha transformado en una hoguera de deseo que hace que inicie un movimiento de vaivén a lo largo de tu erguido ariete, me aferro a tu cuello y nos fundimos en un ardiente beso, que se confunde con nuestros gemidos…..hemos perdido la noción del tiempo, solo estamos conscientes de nuestras pasiones desatadas, saciando nuestros sentidos en esta vorágine de placer que sobrepasa cualquier tipo de control…….lágrimas fluyen de mis ojos, que tu limpias con tus labios, sabiendo que son producto del extremo placer que me haces sentir, juntos llegamos a la cima del placer fundiéndonos en un solo ser que se disuelve y se integra simultáneamente.

Aun temblosos ambos por el esfuerzo, haces que nos acostemos en el frío suelo de la casa, yo cruzando mis piernas por tu cintura……te incorporas y empiezas a embestirme furiosamente. El placer vuelve a inundarme como una ola enfurecida, pidiéndote, exigiéndote que me llenes de ti, mis manos tienen vida propia, pues recorren tu pecho y tus brazos, primero con las palmas y luego con la uñas, dejándo rojos rastros sobre tu piel ardiente……..tus movimientos se hacen mas fuertes y violentos, haciendome sentir traspasada por una espada de fuego que me quema en mi interior, pero que me hace sentir violentos espasmos de placer…….ambos nos sumergimos en este huracán que la casualidad ha desatado, temblando incontrolablemente y gritando simultáneamente al alcanzar la cúspide del mismo.

Con los cuerpos sudorosos, lentamente nos separamos y quedamos envueltos en un estrecho abrazo, recuperándonos del esfuerzo realizado…….me acurruco a tu lado y bajo el influjo de tus caricias mi ser es invadido por una lasitud, que hace que mis ojos se cierren y mi cuerpo se relaje……nos miramos a los ojos y podemos ver un extraño reflejo que nos ilumina a los dos…….

- Eres lo más hermoso que tengo Alice, eres mi luna, esto me ha unido más a ti, sabes siempre pensé en hacerlo por amor, y lo hemos logrado princesa, quiero despertar cada mañana y que tu estes sobre mi pecho, jamás te dejaré ir primero muerto a que te arranquen de mi.

La abrace tiernamente a mi y le bese la frente mientras mi corazon intentaba salirse de mi pecho

Dirigí a Alice a la habitación, mientras la desvestía dando casi marometas, sin despegarme si quiera de sus labios, la recosté suavemente sobre la cama, mientras quitaba mi playera de un solo jalón, no me importaba que se rompiera, solo queria tener a Alice entre mis brazos otra vez

Luego de un pequeño descanso, mi lobo seguía sediento, pero de mí. Y eso me gustaba mucho.
Dejé que me llevara y me desvistiera, el contacto de nuestras pieles era algo que me llevaba a la cima de las mejores de las sensaciones en un segundo.
Lo besé y tocaba su pelo mientras con mis piernas me envolvía en su cintura.

La besaba con toda la fuerza que me fuera posible, ella era mi todo era mi Alice, sentir su fría piel en contacto con la mía hacia que la mia temblará de el extásis que ella producia en mi.
Este temblor era diferente que la primera vez, ya no eran nervios, miedo a lo que pudiera pasar, si no emoción de volver a sentirla hundiendose en mi alma y mi piel

-Te amo.- le respondí, y fui de el una vez más.

- Yo creo que lo que siento por tí ... ya no es amor - sonreí mientras la acomodaba sobre mis piernas y la abrazaba a mi - debe ser algo más fuerte, creo que me volvería loco si te perdiera

Desde que lo conocí, no pude ser más felíz, lo amo y lo quiero conmigo SIEMPRE.
Lo llené de besos en la mejilla, para que se despertara y luego agarré y comencé a hacerle cosquillas.
-Es hora de levantarse!!!.- dije sonriendo.

Me hicé el dormido por más tiempo para que siguierá besandome, pero empezó a hacerme cosquillas y me eché a reir - Basta, eres una pequeña moustro sabes que las cosquillas son mi debilidad - luego suspiré y añadí - que bendición la mía despertar junto a ti cada día - le besé la frente y me levanté de la cama - ¿y bien? ¿que quieres hacer hoy?

Quería sorprenderlo, como nunca antes lo había hecho, así que mientras el terminaba de acomodarse y salir de la cama, en menos de dos minutos le tenía preparado un desayuno gigante, en realidad tuve que improvisar con las pocas cosas que había en esa casa.

-Para hoy, tengo planeado ir urgente a un supermercado, no puedes vivir comiendo chatarra.- le dije sonriendo.