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Mi habitación
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Breaking Dawn :: EL MUNDO :: Phoenix :: Residencia Shinoda
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Brad Shinoda- Humano
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Centavos : 3765
Fecha de inscripción : 23/10/2009
Edad : 42
Re: Mi habitación
-------------CONTINUACIÓN DEL SIGUIENTE LINK-----------------
https://twilightsaga.foroactivo.com.es/residencia-shinoda-f48/abatidovolviendo-de-la-fiesta-de-leah-para-mayores-de-18-t678-90.htm#30281
-------------------------------------------------------------
*Entramos en la habitación descalzos y envueltos en los toallones blancos luego del relajante encuentro en el jacuzzi. Las persianas permanecían abiertas con las hojas de vidrio de la misma forma y el viento que ingresaba sigilosamente hacía que las cortinas se ondularan e inflaran contínuamente. La cama estaba destendida y los almohadones esparcidos algunos por el suelo y otros en la misma colcha negra con detalles de satén...me avergonzé ligeramente al ver el estado que presentaba...no solía tener mi habitación de aquel modo, pero como me había pasado los últimos 3 días totalmente deprimido en la cama, el desorden no me afectaba en lo más mínimo.
Besé a mi amor en los labios y abarcando la estancia con un brazo extendido y la palma hacia arriba mientras que el otro permanecía aferrado a su cintura dije:*
-Bienvenida...no está precisamente impecable...pero no es nada que no se pueda solucionar...
*de inmediato liberé mi brazo de su cintura y fui hasta la ventana para bajar la persiana de madera y dejarla con pequeñas hendijas abiertas cosa que algo de la brisa nocturna pudiese colarse entre ellas, me volteé y dije*
-no queremos transeúntes fisgones ¿verdad?
*le guiñé un ojo mientras tomaba un par de almohadones del suelo y los colocaba en un sillón ubicado en el rincón de la habitación donde solía arrojar la ropa cuando me la quitaba para dormir. Luego comenzé a manipular las sábanas para acomodarlas como era debido, mientras tanto reparé en la irresistible figura que me observaba sonriendo apoyada en el marco de la puerta, de brazos cruzados y un toallón que se me antojaba absolutamente molesto y obstructivo*
-¿quieres que te preste unos shorts y una camiseta o prefieres usar algo de tu bolso?
*recordé el día en que usó mi ropa en la playa de La Push, se veía adorable*
https://twilightsaga.foroactivo.com.es/residencia-shinoda-f48/abatidovolviendo-de-la-fiesta-de-leah-para-mayores-de-18-t678-90.htm#30281
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*Entramos en la habitación descalzos y envueltos en los toallones blancos luego del relajante encuentro en el jacuzzi. Las persianas permanecían abiertas con las hojas de vidrio de la misma forma y el viento que ingresaba sigilosamente hacía que las cortinas se ondularan e inflaran contínuamente. La cama estaba destendida y los almohadones esparcidos algunos por el suelo y otros en la misma colcha negra con detalles de satén...me avergonzé ligeramente al ver el estado que presentaba...no solía tener mi habitación de aquel modo, pero como me había pasado los últimos 3 días totalmente deprimido en la cama, el desorden no me afectaba en lo más mínimo.
Besé a mi amor en los labios y abarcando la estancia con un brazo extendido y la palma hacia arriba mientras que el otro permanecía aferrado a su cintura dije:*
-Bienvenida...no está precisamente impecable...pero no es nada que no se pueda solucionar...
*de inmediato liberé mi brazo de su cintura y fui hasta la ventana para bajar la persiana de madera y dejarla con pequeñas hendijas abiertas cosa que algo de la brisa nocturna pudiese colarse entre ellas, me volteé y dije*
-no queremos transeúntes fisgones ¿verdad?
*le guiñé un ojo mientras tomaba un par de almohadones del suelo y los colocaba en un sillón ubicado en el rincón de la habitación donde solía arrojar la ropa cuando me la quitaba para dormir. Luego comenzé a manipular las sábanas para acomodarlas como era debido, mientras tanto reparé en la irresistible figura que me observaba sonriendo apoyada en el marco de la puerta, de brazos cruzados y un toallón que se me antojaba absolutamente molesto y obstructivo*
-¿quieres que te preste unos shorts y una camiseta o prefieres usar algo de tu bolso?
*recordé el día en que usó mi ropa en la playa de La Push, se veía adorable*
Brad Shinoda- Humano
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Fecha de inscripción : 23/10/2009
Edad : 42
Re: Mi habitación
Todavía le daba vueltas a la cabeza acerca de lo sorprendente que era Brad, cómo con una de sus palabras era capaz de hacerme olvidar de un plomazo todas las preocupaciones acerca del dinero, el mañana o mi propio futuro.
Incapaz de vencer al destino que me arrastraba hacia los brazos de mi único amor, olvidé todas mis preocupaciones materiales, y me centré en observarlo con interés mientras acomodaba raudo, aquel dormitorio de estilo colonial. Más bien, permanecía atenta a cómo se tensaba cada músculo y tendón de sus brazos, a cómo se modelaba cada curva de su torso, a la forma en que sus mechones caían en cascada hacia su nuca, o cómo las últimas gotas de agua agonizantes resbalaban por su espalda, muriendo sobre la toalla…
Y me di cuenta de cuánto deseaba arrancarle aquella toalla que escondía secretos que yo acababa de descubrir hacía un par de horas...tesoros de un paraíso terrenal al que había llegado después de vagar con tanta sed en el alma…
De forma instintiva, me mordí el labio inferior durante un par de segundos, intentando contener toda la necesidad renovada e inagotable que sufría todo mi ser porque me hiciera suya. Pero entonces mi hombre murmuró algo sobre fisgones, y después me sugirió ponerme algo de su ropa para dormir, y salí de mi ensimismamiento.
¿Ropa? ¿Quién necesitaba ropa cuando acababa de descubrir el placer de saborear su piel? –pensé suspirando-
Cariño, sabes que me encanta tu ropa…y ya sé que me queda estupendamente, pero siento comunicarte que ha vuelto mi “ojo-espía perverso” y esta vez está totalmente desbocado…no se conformará con nada…-bromeé descruzándome de brazos y caminando hacia él-
La luz de las farolas se colaba por las persianas de cáñamo, y toda la habitación se perdía entre sombras y sugerentes halos nocturnos. Dejé caer la toalla que cubría mi cuerpo, y me arrastré por la cama, deslizándome como un animal felino sin quitarle la vista de encima a mi amor, mientras intentaba controlarme para no saltarle encima literalmente.
No tendrás frío a mi lado, y me gustaría probar lo que se siente al dormir desnuda al lado del cuerpo del deseo, piel contra piel…quiero sentirte cerca de mí por la mañana, toda la noche, a cada hora…sin encontrar limitaciones ni barreras que me impidan acceder a la persona que amo…he esperado mucho cariño…-susurré colocándome de lado sobre la cama, y dándole una palmadita de invitación a las sábanas de satén, mientras no podía evitar pensar en que aquellas cuatro paredes habían encerrado todo el sufrimiento de mi hombre un par de días antes, el mismo que yo había padecido en el bosque-
Incapaz de vencer al destino que me arrastraba hacia los brazos de mi único amor, olvidé todas mis preocupaciones materiales, y me centré en observarlo con interés mientras acomodaba raudo, aquel dormitorio de estilo colonial. Más bien, permanecía atenta a cómo se tensaba cada músculo y tendón de sus brazos, a cómo se modelaba cada curva de su torso, a la forma en que sus mechones caían en cascada hacia su nuca, o cómo las últimas gotas de agua agonizantes resbalaban por su espalda, muriendo sobre la toalla…
Y me di cuenta de cuánto deseaba arrancarle aquella toalla que escondía secretos que yo acababa de descubrir hacía un par de horas...tesoros de un paraíso terrenal al que había llegado después de vagar con tanta sed en el alma…
De forma instintiva, me mordí el labio inferior durante un par de segundos, intentando contener toda la necesidad renovada e inagotable que sufría todo mi ser porque me hiciera suya. Pero entonces mi hombre murmuró algo sobre fisgones, y después me sugirió ponerme algo de su ropa para dormir, y salí de mi ensimismamiento.
¿Ropa? ¿Quién necesitaba ropa cuando acababa de descubrir el placer de saborear su piel? –pensé suspirando-
Cariño, sabes que me encanta tu ropa…y ya sé que me queda estupendamente, pero siento comunicarte que ha vuelto mi “ojo-espía perverso” y esta vez está totalmente desbocado…no se conformará con nada…-bromeé descruzándome de brazos y caminando hacia él-
La luz de las farolas se colaba por las persianas de cáñamo, y toda la habitación se perdía entre sombras y sugerentes halos nocturnos. Dejé caer la toalla que cubría mi cuerpo, y me arrastré por la cama, deslizándome como un animal felino sin quitarle la vista de encima a mi amor, mientras intentaba controlarme para no saltarle encima literalmente.
No tendrás frío a mi lado, y me gustaría probar lo que se siente al dormir desnuda al lado del cuerpo del deseo, piel contra piel…quiero sentirte cerca de mí por la mañana, toda la noche, a cada hora…sin encontrar limitaciones ni barreras que me impidan acceder a la persona que amo…he esperado mucho cariño…-susurré colocándome de lado sobre la cama, y dándole una palmadita de invitación a las sábanas de satén, mientras no podía evitar pensar en que aquellas cuatro paredes habían encerrado todo el sufrimiento de mi hombre un par de días antes, el mismo que yo había padecido en el bosque-
Re: Mi habitación
-Es una excelente respuesta mi amor...
*respondí con una sonrisa seductora quedandome inmóvil aún con una de las sábanas en la mano y contemplé cómo de forma gatuna Leah se deslizaba despojada de su toallón sobre las suaves sábanas...estaba como hipnotizado, aquella mujer era el sueño de cualquier hombre, hermosa, inteligente, con carácter y criterio, salvaje, seductora, adorable...todo en un mismo paquete y yo era el afortunado que la tenía entre mis brazos...el afortunado que pasaría esta y todas las noches del resto de su vida aferrado a ella como si fuese la fuente de la que provenía el aire que respiraba, absolutamente necesario e indispensable para vivir...
Leah me hizo una invitación imposible de rechazar dando unos toques con la palma de su mano junto a ella. Entonces, la cubrí con la sábana que tenía entre las manos y acto seguido me introduje debajo de ellas junto al amor de mi vida dejando caer el toallón que me cubría al costado de la cama. Me aproximé hacia ella y la envolví entre mis brazos atrayendola hacia mi pecho emitiendo con la boca cerrada un sonoro suspiro mezclado con un regocijo gutural de placer por aquel momento impagable que me estaban obsequiando los dioses.
Sorprendentemente Leah estaba seca, seguramente debido a su elevada temperatora corporal que ahora sentía sobre mi cuerpo...se sentía extremadamente bien el contacto con su calidez...una reflexión vino a mi mente y quise compartirla con mi amor...*
-Es increíble cómo un día despreciable y angustiante pueda mutar de tal forma que pueda ser tildado de placentero, felíz e imborrable de la memoria...
*la apreté aún con más fuerza contra mi*
-...y pensar que hace tan solo una hora estaba en este mismo sitio autocompadeciendome por haberte perdido...y míranos ahora...nuestra vida dio un giro de 360º...
*separé levemente mi pecho para poder mirarla a los ojos...su rostro estaba tenuemente iluminado por los pequeños halos de luz que ingresaban por la persiana*
-Te amo...con todo mi corazón, con todo mi ser, con desesperación...
*le dije absolutamente perdido en aquellos sentiemintos tan profundos que sólo ella había logrado inspirar en mi*
*respondí con una sonrisa seductora quedandome inmóvil aún con una de las sábanas en la mano y contemplé cómo de forma gatuna Leah se deslizaba despojada de su toallón sobre las suaves sábanas...estaba como hipnotizado, aquella mujer era el sueño de cualquier hombre, hermosa, inteligente, con carácter y criterio, salvaje, seductora, adorable...todo en un mismo paquete y yo era el afortunado que la tenía entre mis brazos...el afortunado que pasaría esta y todas las noches del resto de su vida aferrado a ella como si fuese la fuente de la que provenía el aire que respiraba, absolutamente necesario e indispensable para vivir...
Leah me hizo una invitación imposible de rechazar dando unos toques con la palma de su mano junto a ella. Entonces, la cubrí con la sábana que tenía entre las manos y acto seguido me introduje debajo de ellas junto al amor de mi vida dejando caer el toallón que me cubría al costado de la cama. Me aproximé hacia ella y la envolví entre mis brazos atrayendola hacia mi pecho emitiendo con la boca cerrada un sonoro suspiro mezclado con un regocijo gutural de placer por aquel momento impagable que me estaban obsequiando los dioses.
Sorprendentemente Leah estaba seca, seguramente debido a su elevada temperatora corporal que ahora sentía sobre mi cuerpo...se sentía extremadamente bien el contacto con su calidez...una reflexión vino a mi mente y quise compartirla con mi amor...*
-Es increíble cómo un día despreciable y angustiante pueda mutar de tal forma que pueda ser tildado de placentero, felíz e imborrable de la memoria...
*la apreté aún con más fuerza contra mi*
-...y pensar que hace tan solo una hora estaba en este mismo sitio autocompadeciendome por haberte perdido...y míranos ahora...nuestra vida dio un giro de 360º...
*separé levemente mi pecho para poder mirarla a los ojos...su rostro estaba tenuemente iluminado por los pequeños halos de luz que ingresaban por la persiana*
-Te amo...con todo mi corazón, con todo mi ser, con desesperación...
*le dije absolutamente perdido en aquellos sentiemintos tan profundos que sólo ella había logrado inspirar en mi*
Brad Shinoda- Humano
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Re: Mi habitación
Cuando mi amor se metió en aquella mullida cama, me acurruqué sobre su pecho sintiendo la ligereza de las sábanas sobre nuestro cuerpo. Estremecí al contacto con su bronceada piel, y me quedé muy quieta descubriendo la belleza del movimiento que dibujaba su pecho cuando subía y descendía al compás.
Tenía la sensación de que si me movía aunque sólo fuera un milímetro o, quizás si mis ojos se cerraban un par de segundos, el amor de mi vida desaparecería repentinamente. Tenía un miedo atroz, inexplicable y aterrador a que toda la felicidad que sentía no fuera real, y que al despertar me diera cuenta de que nunca había dejado el bosque, y que en verdad nunca había pasado el momento en el que había llorado aterecida con Jacob, un par de días atrás.
Pero entonces escuché su voz y sus dulces palabras, al unísono con el eco que estas ejercían dentro de su pecho y lo hacían vibrar dentro de mi cabeza. Estaba claro que no podía ser una ensoñación, ya que no tenía tanta imaginación, así que levanté mi oreja de su torso, y me apoyé sobre mis manos entrecruzadas sin separarme demasiado de Brad.
Ya somos dos cariño...júrame que todo lo que ha pasado hoy es real, porque desde que entré por esa puerta me he dado cuenta de que ya nunca podré vivir sin ti...quiero pasar el resto de mi vida así, sin importarme nada más que tu bienestar, la comisura de tus labios o esos ojos que me vuelven totalmente loca...no quiero preocuparme de nada más que de ti, eres todo mi mundo...-susurré mientras entrelazaba una de mis manos con las suyas-
A continuación e inconscientemente, con mi mano libre acaricié suavemente el contorno de sus labios, mientras podía sentir cómo los míos comenzaban a arder deseando su aterciopelado contacto. Dios mío...¿cómo puede ser que tenga hambre de ti? ¿Crees que es normal? -pregunté con una expresión de alucine en la cara, ya que nunca había sufrido una necesidad tan abrumadora por otra persona-
Tenía la sensación de que si me movía aunque sólo fuera un milímetro o, quizás si mis ojos se cerraban un par de segundos, el amor de mi vida desaparecería repentinamente. Tenía un miedo atroz, inexplicable y aterrador a que toda la felicidad que sentía no fuera real, y que al despertar me diera cuenta de que nunca había dejado el bosque, y que en verdad nunca había pasado el momento en el que había llorado aterecida con Jacob, un par de días atrás.
Pero entonces escuché su voz y sus dulces palabras, al unísono con el eco que estas ejercían dentro de su pecho y lo hacían vibrar dentro de mi cabeza. Estaba claro que no podía ser una ensoñación, ya que no tenía tanta imaginación, así que levanté mi oreja de su torso, y me apoyé sobre mis manos entrecruzadas sin separarme demasiado de Brad.
Ya somos dos cariño...júrame que todo lo que ha pasado hoy es real, porque desde que entré por esa puerta me he dado cuenta de que ya nunca podré vivir sin ti...quiero pasar el resto de mi vida así, sin importarme nada más que tu bienestar, la comisura de tus labios o esos ojos que me vuelven totalmente loca...no quiero preocuparme de nada más que de ti, eres todo mi mundo...-susurré mientras entrelazaba una de mis manos con las suyas-
A continuación e inconscientemente, con mi mano libre acaricié suavemente el contorno de sus labios, mientras podía sentir cómo los míos comenzaban a arder deseando su aterciopelado contacto. Dios mío...¿cómo puede ser que tenga hambre de ti? ¿Crees que es normal? -pregunté con una expresión de alucine en la cara, ya que nunca había sufrido una necesidad tan abrumadora por otra persona-
Re: Mi habitación
*Me sentía tranquilo, en paz, felíz y justo en el lugar del mundo en donde debía y quería estar. Ni en mis mejores fantasías había contemplado la posibilidad de algo tan fuerte como lo que había entre nosotros...Ella llenaba todo mi ser con su alma...
Respondí a sus palabras susurrando en su oído haciendo que mis labios lo rozaran sutilmente con cada movimiento*
-Comparto con total entrega y devoción tus deseos y sentimientos, pues son el reflejo perfecto de lo que me haces sentir. Te juro mi amor que esto es verdad...¿puedes sentirlo?
*Deslizé lenta y suavemente el dedo índice desde la base de su columna vertebral acariciando su tersa piel, notando cada pequeña forma que componía esa parte de su hermoso cuerpo hasta llegar a su cuello para luego volver a descender con la misma lentitud y conciencia provocandole un estremecimiento que parecía placentero*
-¿logras sentirlo? ¿no te convence? pues yo también tengo hambre de tí, así que supongo que si no es algo normal, es algo probable al menos...
*la tomé por debajo de los brazos para hacer que subiera un poco más cerca de mi boca, movimiento que hizo que su cuerpo rozara el mío por completo haciendo aflorar sensaciones inexplicables de necesidad, las mismas que había sentido hacía un rato en el Jacuzzi...un gemido ahogado se escapó entre mis labios y sonreí al amor de mi vida para luego comenzar a besarla con pasión, succionando sus carnosos labios, acariciando su lengua con la mía, besando alternadamente su barbilla, sus mejillas, todo su rostro...sentía cómo la temperatura de su cuerpo aumentaba a cada paso mientras recorría su espalda con ambas manos una y otra vez*
Respondí a sus palabras susurrando en su oído haciendo que mis labios lo rozaran sutilmente con cada movimiento*
-Comparto con total entrega y devoción tus deseos y sentimientos, pues son el reflejo perfecto de lo que me haces sentir. Te juro mi amor que esto es verdad...¿puedes sentirlo?
*Deslizé lenta y suavemente el dedo índice desde la base de su columna vertebral acariciando su tersa piel, notando cada pequeña forma que componía esa parte de su hermoso cuerpo hasta llegar a su cuello para luego volver a descender con la misma lentitud y conciencia provocandole un estremecimiento que parecía placentero*
-¿logras sentirlo? ¿no te convence? pues yo también tengo hambre de tí, así que supongo que si no es algo normal, es algo probable al menos...
*la tomé por debajo de los brazos para hacer que subiera un poco más cerca de mi boca, movimiento que hizo que su cuerpo rozara el mío por completo haciendo aflorar sensaciones inexplicables de necesidad, las mismas que había sentido hacía un rato en el Jacuzzi...un gemido ahogado se escapó entre mis labios y sonreí al amor de mi vida para luego comenzar a besarla con pasión, succionando sus carnosos labios, acariciando su lengua con la mía, besando alternadamente su barbilla, sus mejillas, todo su rostro...sentía cómo la temperatura de su cuerpo aumentaba a cada paso mientras recorría su espalda con ambas manos una y otra vez*
Brad Shinoda- Humano
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Re: Mi habitación
Deduzco que la noche se nos va a hacer corta...-susurré febril y todavía sin aliento entre los labios de mi hombre- Ojalá pudiera detener el tiempo, no quiero ni puedo evitar desearte tan desesperadamente como ahora mismo...-aseguré colocándome a horcajadas sobre su cuerpo-
A continuación continué jugando con sus labios, rozando su nariz y su barbilla, dibujando cada pequeña curva de su cuello con mis dedos, contemplando todo su cuerpo abrumada con cada nuevo reflejo que nos regalaban los juegos de luces en la habitación.
Gemí con intensidad, cuando el deseo de ambos se hizo más intenso entre mis piernas, y lo miré un par de segundos con la sangre palpitándome en las sienes. Creo que cada vez tengo menos sueño cariño...-susurré apoyando las palmas de las manos sobre su pecho y mordiendo mi labio inferior, invitándolo a que me tomara de nuevo-
Y de repente vino a mi mente todo lo que acababa de acontecer en el jacuzzi, y me cuestioné el por qué era incapaz de controlar mi deseo con aquel hombre, por qué con cada roce o caricia mi necesidad física se hacía mayor o por qué no quería controlar mis instintos femeninos cuando él me besaba. También recordé el esfuerzo que se había visto obligado a hacer conteniéndose, y me sentí tremendamente culpable y con más ganas de que no tuviera que hacerlo de nuevo.
¿Tienes....pro...protecciones? -pregunté con timidez escondiendo la cara entre su cuello y hombro- Quiero que disfrutes tanto como yo, juntos...-susurré mirándolo inexplicablemente sofocada, ya que nunca me había dado vergüenza hablar de ningún tema-
A continuación continué jugando con sus labios, rozando su nariz y su barbilla, dibujando cada pequeña curva de su cuello con mis dedos, contemplando todo su cuerpo abrumada con cada nuevo reflejo que nos regalaban los juegos de luces en la habitación.
Gemí con intensidad, cuando el deseo de ambos se hizo más intenso entre mis piernas, y lo miré un par de segundos con la sangre palpitándome en las sienes. Creo que cada vez tengo menos sueño cariño...-susurré apoyando las palmas de las manos sobre su pecho y mordiendo mi labio inferior, invitándolo a que me tomara de nuevo-
Y de repente vino a mi mente todo lo que acababa de acontecer en el jacuzzi, y me cuestioné el por qué era incapaz de controlar mi deseo con aquel hombre, por qué con cada roce o caricia mi necesidad física se hacía mayor o por qué no quería controlar mis instintos femeninos cuando él me besaba. También recordé el esfuerzo que se había visto obligado a hacer conteniéndose, y me sentí tremendamente culpable y con más ganas de que no tuviera que hacerlo de nuevo.
¿Tienes....pro...protecciones? -pregunté con timidez escondiendo la cara entre su cuello y hombro- Quiero que disfrutes tanto como yo, juntos...-susurré mirándolo inexplicablemente sofocada, ya que nunca me había dado vergüenza hablar de ningún tema-
Re: Mi habitación
-Entonces no lo hagas... *sonreí* y no te preocupes tenemos esta y todas las noches de nuestras vidas a partir de hoy para disfrutar el uno del otro...
*le dije sosteniendola de las caderas mientras ella se acomodaba sobre mi con una sonrisa seductora pintada en sus totalemnte deseables labios. Liberé una mano para colocarla en su nuca y atraer su rostro hacia el mío para besarlo con pasión y deseo.
Cada mínima terminal nerviosa de nuestros cuerpos entró en conexión con lo que pareció una sacudida de placer y necesidad. Leah se acomodó para dejarme paso, mi cuerpo ya estaba febrilmente preparado para lo que sería el ¿tercer round?...acaricié suavemente los costados de su torso mientras nos besabamos y respondí sobre sus labios con voz entrecortada por la intensidad del momento...*
-si, recuerdo que en algún momento... guardé... unos en el cajón de... esta mesita...
*toqueteé a ciegas con mi mano derecha en busca de la manijita del cajón y luego de unos instantes logré dar con ella deslizé el cajón hacia afuera y rebusqué en su interior...allí encontré la cajita cuadrada que contenía lo que tanto necesitabamos en ese momento. Me preparé y entré en ella con delicadeza atento a sus movimientos y reacciones, por si alguna de mis acciones le causaba dolor o malestar*
-No te preocupes, ambos disfrutamos, quiero que te relajes y no pienses en nada más que en el deseo que sentimos mutuamente...
*le dije susurrando en su oído antes de que se irguiera sobre mi para acomodarse a su antojo*
*le dije sosteniendola de las caderas mientras ella se acomodaba sobre mi con una sonrisa seductora pintada en sus totalemnte deseables labios. Liberé una mano para colocarla en su nuca y atraer su rostro hacia el mío para besarlo con pasión y deseo.
Cada mínima terminal nerviosa de nuestros cuerpos entró en conexión con lo que pareció una sacudida de placer y necesidad. Leah se acomodó para dejarme paso, mi cuerpo ya estaba febrilmente preparado para lo que sería el ¿tercer round?...acaricié suavemente los costados de su torso mientras nos besabamos y respondí sobre sus labios con voz entrecortada por la intensidad del momento...*
-si, recuerdo que en algún momento... guardé... unos en el cajón de... esta mesita...
*toqueteé a ciegas con mi mano derecha en busca de la manijita del cajón y luego de unos instantes logré dar con ella deslizé el cajón hacia afuera y rebusqué en su interior...allí encontré la cajita cuadrada que contenía lo que tanto necesitabamos en ese momento. Me preparé y entré en ella con delicadeza atento a sus movimientos y reacciones, por si alguna de mis acciones le causaba dolor o malestar*
-No te preocupes, ambos disfrutamos, quiero que te relajes y no pienses en nada más que en el deseo que sentimos mutuamente...
*le dije susurrando en su oído antes de que se irguiera sobre mi para acomodarse a su antojo*
Brad Shinoda- Humano
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Re: Mi habitación
Gemí entrecortadamente entre sus labios, indicándole que cada vez que me hacía suya era un trozo de cielo que alcanzaba prácticamente sin darme cuenta. Brad desprendía una calidez maravillosa, un aroma que me dejaba inerme, y, algo invisible que sólo existía en su piel aterciopelada, que me obligaba a abandonarme a un nuevo mundo de placeres más allá de mi propio cuerpo.
Claro que me dejo llevar, contigo iría hasta el fin del mundo…-gruñí guturalmente desde el fondo de mi pecho, debido al éxtasis que comenzaba a embargarme, ya que cada vez que hacíamos el amor me sentía mucho más sensible y deseosa de sus caricias-
Comencé a mover las caderas lentamente, mientras clavaba de forma sensual mis ojos en los de mi chico. Lo amaba con locura, y no quería poner fin a aquel momento en el que me sentía tremendamente unida a él en todos los sentidos. Podía notar cómo cada pequeña terminación de mi piel clamaba por rozarlo, la forma en la que mis poros se abrían para dejar paso a su piel, o cómo mis pupilas se dilataban intentando abarcar dentro de mí un poquito más a mi único amor.
Dios mío Brad…me estás volviendo loca…-exclamé entre jadeos incontrolables mientras me revolvía el pelo intentando controlarme-
SAbía que mi temperatura ascendía de forma notable, mientras gotas de indomable sudor descendían desde mi cuello hasta mi pecho, para morir de forma sorda sobre el de Brad. Todas las sensaciones de vaivén, excitación y orgasmo se magnificaban, haciéndose cada vez más intensas y violentas, tanto en mi cuerpo como en mi mente, y, que se incrementaban al ver la cara de deleite de mi amor.
Quise detener el tiempo en aquel preciso instante, justo en aquel en el que me sentía tan unida a mi amor, así que intenté controlar mi frenetismo descendiendo el ritmo y cayendo ligeramente sobre el pecho de Brad. A continuación, le regalé un pasional beso, mientras jugueteaba con mi lengua sobre sus labios.
No quiero asustarte cariño, pero podría pasarme toda la noche así…creo que no me apetece dormir…-susurré entrecortadamente, sintiéndome tremendamente sensible e irrefrenable-
Claro que me dejo llevar, contigo iría hasta el fin del mundo…-gruñí guturalmente desde el fondo de mi pecho, debido al éxtasis que comenzaba a embargarme, ya que cada vez que hacíamos el amor me sentía mucho más sensible y deseosa de sus caricias-
Comencé a mover las caderas lentamente, mientras clavaba de forma sensual mis ojos en los de mi chico. Lo amaba con locura, y no quería poner fin a aquel momento en el que me sentía tremendamente unida a él en todos los sentidos. Podía notar cómo cada pequeña terminación de mi piel clamaba por rozarlo, la forma en la que mis poros se abrían para dejar paso a su piel, o cómo mis pupilas se dilataban intentando abarcar dentro de mí un poquito más a mi único amor.
Dios mío Brad…me estás volviendo loca…-exclamé entre jadeos incontrolables mientras me revolvía el pelo intentando controlarme-
SAbía que mi temperatura ascendía de forma notable, mientras gotas de indomable sudor descendían desde mi cuello hasta mi pecho, para morir de forma sorda sobre el de Brad. Todas las sensaciones de vaivén, excitación y orgasmo se magnificaban, haciéndose cada vez más intensas y violentas, tanto en mi cuerpo como en mi mente, y, que se incrementaban al ver la cara de deleite de mi amor.
Quise detener el tiempo en aquel preciso instante, justo en aquel en el que me sentía tan unida a mi amor, así que intenté controlar mi frenetismo descendiendo el ritmo y cayendo ligeramente sobre el pecho de Brad. A continuación, le regalé un pasional beso, mientras jugueteaba con mi lengua sobre sus labios.
No quiero asustarte cariño, pero podría pasarme toda la noche así…creo que no me apetece dormir…-susurré entrecortadamente, sintiéndome tremendamente sensible e irrefrenable-
Re: Mi habitación
*Nuestra primer noche juntos transcurrió casi sin dormir, dedicandonos pura y exclusivamente a amarnos, saborearnos mutuamente, profesarnos las palabras más hermosas y los sueños más prometedores de nuestra futura vida en común. Demostrando la necesidad por el otro que teníamos acumulada durante tanto tiempo y ahora, felices de poder dar rienda suelta a nuestros sentimientos, disfrutabamos sin reparos.
La noche dio paso al día y nos encontró entrelazados en un mar de sábanas, la luz del sol cloándose por las persianas dibujaba extrañas formas en nuestros cuerpos, las partículas de polvo hacían una danza hipnótica a medida que atravesaban los rayos solares, pero lo más importante, la habitación estaba colmada de amor y felicidad.
Las escasas dos horas que dormimos fueron maravillosas, en alguna parte de mi ensoñación logré meditar sobre lo que estaba viviendo. Poder sentir el peso de Leah recostada sobre mi pecho, percibr su reconfortada y tranquila respiración, rodearla con mis brazos y darme cuenta de que todo eso me pertenecía y era real, fue sin dudas el mejor regalo que la vida pudo darme en muchos años. Suspiré disfrutando de nuestra felicidad y estreché un poco más los brazos en torno a Leah como para que no pudiese escurrirseme jamás...*
La noche dio paso al día y nos encontró entrelazados en un mar de sábanas, la luz del sol cloándose por las persianas dibujaba extrañas formas en nuestros cuerpos, las partículas de polvo hacían una danza hipnótica a medida que atravesaban los rayos solares, pero lo más importante, la habitación estaba colmada de amor y felicidad.
Las escasas dos horas que dormimos fueron maravillosas, en alguna parte de mi ensoñación logré meditar sobre lo que estaba viviendo. Poder sentir el peso de Leah recostada sobre mi pecho, percibr su reconfortada y tranquila respiración, rodearla con mis brazos y darme cuenta de que todo eso me pertenecía y era real, fue sin dudas el mejor regalo que la vida pudo darme en muchos años. Suspiré disfrutando de nuestra felicidad y estreché un poco más los brazos en torno a Leah como para que no pudiese escurrirseme jamás...*
Brad Shinoda- Humano
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