Desahogo [Libre]

Llegué a la enorme playa de la reserva, que se extendía varios kilómetros hasta donde alcanzaba la vista. El mar bramaba enrarecido en ese atardecer, y las olas alcanzaban los dos metros.

Oteé todo mi alrededor y no vi nada ni a nadie, así que me saqué los pantalones cortos, quedándome en camiseta y corrí desbocada hacia la orilla. Con un salto me eché hacia la primera ola, y noté la temperatura gélida del agua...y nadé con fuerza, intentando olvidar la cara de felicidad de Sam y Emily, que había visto hacía tan sólo unas horas.

Nadando contra la fuerza de las olas observé a un chico surfeando de forma excepcional, y me quedé mirándolo fijamente mientras intentaba mantenerme a flote.
Decidí sumergirme de nuevo, y buceé un rato más, pero cuando salí de nuevo a la superficie lo vi de nuevo sentado sobre su tabla de surf.

Me acerqué prudencialmente a unos metros de él, movida por la curiosidad.
¿Qué tal están las olas vaquero? - pregunté a modo de saludo -

Pues no me he encontrado ningún pez de esa especie, pero creo que he pescado un sireno...Me encanta ver que hay peces tan monos en esta playa....creo que vendré más a menudo.- sonreí a aquel chico pícaramente -

Soy Leah, y creo que esta es la forma más original en la que he conocido a alguien...- aseguré de nuevo sonriéndole -

Brad el sireno...es un auténtico placer conocerte...- me acerqué y le di la mano, apoyando la otra sobre su tabla -

Gracias por el cumplido...no soy acuática, pero te confieso que algo de parte animal sí que tengo...- dije sonriendo -
¿Eres de por aquí o sólo vienes a surfear? - pregunté animadamente mientras examinaba sus tatuajes -

Aquel chico me estaba cayendo realmente bien, y no sabía por qué. Yo no solía ser demasiado sociable, pero Brad tenía un encanto más allá de mi entendimiento y me estaba dejando totalmente K.O. Aspiré su aroma y me di cuenta de que era humano, lo que todavía me desconcertó más.
A Leah Clearwater ya no la asombraba ningún hombre, pero este tenía un algo especial...

Nunca he tenido un calambre en mi vida Brad, soy de acero...pero nunca viene mal un apoyo en medio de alta mar...- reí a carcajadas mientras apoyaba los dos brazos y mi barbilla en su tabla -
Pues verás yo vivo en La Push, a unos kilómetros en esa dirección...- señalé hacia el oeste, pero estábamos demasiado lejos de la orilla para que alcanzara a ver el camino hacia mi casa -
Bueno, más bien a bastantes kilómetros en esa dirección...- sonreí -

Soy nativa de esta tierra, y la verdad me sería imposible vivir lejos de ella...me traicionaría si lo intentase. ¿Tienes familia en la Push? - pregunté curiosa ya que no tenía rasgos quileutes, ni nunca lo había visto por allí -

¿Cuántos me echas Brad? - reí mirándolo tímida -
Tengo 19 años...espero no parecer demasiado mayor...- sonreí mirando hacia el mar -

Me gustaría conocer a tu abuela, si vive por aquí será totalmente quileute...y seguro que me llevo bien con ella...- afirmé pero me pareció que nuestra conversación se estaba volviendo demasiado formal, así que decidí darle mi toque alocado -

Ey Brad...me parece que llevo demasiado tiempo metida en el agua, y me siento como si estuviera a remojo...así que espero que no te enfades, pero creo que tú también deberías probar lo fría que está...- dije divertida mientras cogía uno de sus tobillos y volcaba su tabla -

La temperatura del agua estaba en torno a los 3 ºC, ya que estábamos en invierno, y aunque yo casi no lo notaba comprobé que Brad tenía el traje de neopreno. Estaría calentito y podríamos reírnos un rato. Esperaba que Brad no se molestara y me siguiera la broma.

-Bueno, mi abuela vivie en Forks, no es quileute y....AAAAHHHHHHH!!!!! GLUP! GLUP! GLUP!

*No pude continuar pues Leah me jaló del tobillo y caí inesperadamente de mi tabla...salí del agua tosiendo un poco y hablé con la voz ronca..*

-COF! COF! (tos jejeje) Oye que inquieta eres!!! COF!

*nadé hacia donde estaba y noté que no tenía traje de neoprene...*

-...y que resistente!!! ¿no tienes frío?

*le pregunté asombrado*

Llevo un traje invisible de neopreno...- reí bromista -
Enserio, no tengo frío alguno, soy de una familia muy resistente a los cambios de temperatura. - contesté a sabiendas de que no lo convencería sobre mi aguante al agua helada -

¡¡¡Venga Brad una carrera a nado hasta la orilla!!! ¡¡¡Haber si puedes cogerme!!!...- animé chapoteando con los pies y nadando a gran velocidad -

Brad tenía muchísima más práctica que yo en la natación, y pude ver cómo me adelantaba unos metros mientras yo braceaba a la máxima velocidad que me permitía mi cuerpo.
Como no lograba alcanzarle y el orgullo me estaba atacando los nervios, agarré uno de los extremos de su tabla de surf, a los que sí tenía alcance, y lo frené en seco. Después buceé bajo ella y tomando impulso salté sobre su espalda haciéndole una aguadilla en toda regla.

Me reí a carcajadas hasta que logró zafarse de mi agarre y subió a la superficie.
Lo siento confieso que soy una tramposa...- dije a modo de disculpa mientras ponía ojos de cachorrilla -

Uhmmmm....pues está un poco dulce para mi gusto...- reí divertida -
Y ahora Brad...deberíamos acabar esta carrera como dos competidores serios ¿no crees?...venga, a sus marcas, listos, ya....- afirmé jugetonamente mientras trazaba una línea imaginaria de salida en el mar y echaba a nadar con todas mis fuerzas -

Pero él salió a la orilla mucho más rápido que yo, y aquello me frustó bastante. Así que mientras me vestía los pantalones cortos lo miré desafiante pero bromista.
Esto no quedará así...- dije imitando a un vaquero -

Brad la próxima vez será de otra forma, ¿has saltado alguna vez desde los acantilados? - pregunté señalándolos -

Ese es el próximo reto...tu tabla de surf me gusta mucho, podría ser mi premio por ganarte...- sonreí de medio lado mientras sacudía mi melena del salitre -

Encantada de conocerle Sra. Shinoda...- dije bromeando y haciendo una reverencia -

Perdona por jugar con algo tan valioso para ti Brad. Pero...uhmmmm, no sé qué más podría interesarme de tus pertenencias...ese traje de neopreno no lo necesito, tu toalla no es mi estilo, tus chanclas no porque vas descalzo...
Es difícil elegir otra cosa...así que será mejor no jugarse nada, porque yo tampoco tengo demasiadas cosas qué ofrecerte. - reí divertida -

Pues no demasiadas cosas...pero es que no es una de mis diversiones...pero bueno algunos platos sí me salen y...- contesté sin pensar haciendo un listado mental de las pocas veces que me había encontrado ante los fogones, y de repente una bombilla imaginaria se me encendió encima de la cabeza -

Brad esta noche en la playa, allí cerca de aquellos entrantes que son cuevas en la roca -señalé mirándolo emocionada-...haremos una hoguera, y no cocinaré para ti...sino que ambos nos retaremos en el arte culinario mon petit...- reí de medio lado -
Ya ves que te he librado del salto del acantilado, pero serán mucho más peligrosos los alimentos...Pon hora....- dije divertida -

Yo es que soy más de carne...- afirmé muy seria - Pero nunca haría ascos a una buena cena de exquisiteces del mar, sobre todo si la prepara el gran Chef Sireno...- afirmé sonriendo -

Yo traeré el postre, tú sorpréndeme con tu plato estrella, si quieres...- sonreí guiñando un ojo -

Entonces nos vemos allí en la entrada de las cuevas, a la caída del sol...¡¡ah!! y yo me encargo de encender la hoguera, porque soy una experta. - afirmé estirando los brazos en forma de llama de fuego, imitando las danzas de los indios -

Por cierto Brad...¿Te apetece venir o tienes otros planes? Que creo que he sido un poco maleducada....también puedes traer amigos y compañía si te apetece ¿vale? - dije agachando la mirada -
Intentaremos pasarlo lo mejor posible, y hacer una fiesta a la luz de la luna...- afirmé señalando el horizonte donde una luna llena comenzaba a eclipsar la luz del tardío sol -