Reencuentro (Libre)

La voz de Leah se clavo en mi como un hierro ardiendo. Me quede estupefacto sin saber que responder, nunca antes me habia encontrado ante una persona con tanto caracter. Pero aun con esa borderia, me resultaba la licantropa mas hermosa que habia visto en toda mi vida.

En verdad... Ehm... yo no voy por ese camino... - respondi sintiendo que mis piernas me gritaban que saliese corriendo

¿Y a mí qué me importa? Vete por donde te de la gana...-grité sin dejar de pensar en el desplante de David-

De repente recordé que era un licántropo, y en nuestro código no era bien visto gritarle a un hermano más allá de riñas internas. No tenía ni idea de quién era, así que decidí que no era momento de perder el tiempo con broncas.
Por cierto, ¿quién coño eres tú? ¿y por qué estabas con ese? ¿vives con él? -pregunté un poco menos agresiva, señalando la casa de David-

Sentia que si respiraba mas de la cuenta, esa licantropa arremeteria contra mi. Era peor que cualquiera de los sargentos militares mas crueles de la historia. Era una pequeña Hitler!

Eh... ¿Jeremy? Te lo dije antes... Al igual que lo de que somos viejos amigos...- trague saliva algo asustado por el imponente caracter de Leah - Vivo en Forks con las chicas que acaban de irse al restaurante - me daba miedo preguntarle su nombre, pero mas que su nombre, deseaba saber si volveria a verla.

Pues estupendo...digo lo de que vivas con dos chicas, eres un afortunado...-reí a carcajadas-
Aquel pobre chico estaba realmente asustado con mi bronca, y por un momento creí que le temblaban las piernas.

Así que viejos amigos eh...¿tú vives en la Reserva Nunca te he visto...ni me suenas...
Por cierto soy Leah...-dije para quitarle un poco de hierro a la situación y calmarme con aquel tipo-

Me puse algo nervioso, pero debia luchar contra mis demonios internos. Me acerque a la joven y pose mis labios en su mejilla besandola con suavidad - Un placer, Leah - susurre a su oido. Habia entendido que con un solo contacto fisico era suficiente para imprimar a alguien, de ser asi... Leah era ahora mi imprimada y lucharia contra lo que hiciese falta por ella.

Naci aqui, pero he pasado casi toda mi vida en San Diego... solo venia en verano a pasar un mes con mis padres - sonrei levemente

¿Oye Jer es diminutivo de Jervasio o de Jerónimo? Porque casi que prefiero el segundo...-pregunté intentando mostrarle un poco de mi humor sarcástico-
Pero de repente aquel licántropo se acercó inesperadamente a mí y me dio un beso en la mejilla. Me quedé quieta un segundo sin saber cómo reaccionar.

Uhmmmm.....creo que esa es la forma que tenéis de saludar en el Este, pero aquí nos damos un simple apretón de manos para saludar ¿entendido? -dije levantando un poco el tono-
Y si quieres que nos llevemos bien, te aconsejo que no vuelvas a acercarte a este límite...-avisé haciendo un círculo de 20 cm de diámetro entorno a mí-
No sé qué había pretendido Jer con tanta amabilidad, pero cuanto más nervioso parecía estar más en gracia me caía. Seguramente sería un tipo majo, aunque por ahora me parecía muy raro.

¿Y por qué has vuelto a Forks? No es un destino turístico...-afirmé comenzando a caminar hacia el bosque-

Esta mujer no me escuchaba, le habia dicho mi nombre y ahora me sacaba dos nombres mas - Es Jer, de Jeremy - respondi viendo como dibujaba un circulo a su alrededor.

Procurare llevar siempre un metro conmigo para calcular la distancia - sonrei intentando que sonase a broma, esperando a que no fuese muy pesada. Entonces vi que empezo a hablarme de camino hacia el bosque, pero yo debia esperar a Erika y a Lyzz, pero Leah me invitaba a seguirla, y asi lo hice - Ehm... he venido aqui por trabajo y porque mis raices son de esta reserva. So-soy periodista - balbucee, me sentia un poco estupido, nunca habia sido asi de tonto con una chica.

No hace falta el metro, sé calcular distancias...-dije seria respondiendo a su broma-
Así que periodista Jer, eres el primero que conozco...y ¿piensas trabajar de esto en Forks? -pregunté asombrada- Te aviso que aquí sólo existe un periódico local, y de televisión olvídate...aquí casi no llega ni la señal de emisión -aseguré curiosa por su trabajo-

Oye por cierto, ¿te intimido o qué? Pareces nervioso...no muerdo aunque lo parezca, aunque me hayas visto antes con David así es un asunto entre nosotros dos. -dije intentando tranquilizarlo-

Acababa de llegar a la reserva, y si iba a formar parte de la manada debía intentar no ser demasiado borde con él. Ya tendría tiempo de ver mi cara más amarga.

El problema es que a mi se me dan mal las distancias, y antes de recibir un tortazo, prefiero medirlas con un metro - intente bromear de nuevo torpemente. Parecia mas un chavalin de quince años que uno de mas de veinte.

A decir verdad, estoy aqui en calidad de investigador y cronista, mas que de periodista. Investigamos sobre las leyendas que hay por aqui. Se, se puede decir que buscamos nuestro propio pulitzer - bromee sonriendo timidamente

Cuando me pregunto si me intimidaba, mi cabeza dio un rotundo SI, no sabia que responderle asi que me limite a sonreir rascandome la nuca.

¿Leyendas? ¿Periodista de investigación? -repetí procesando lo que acababa de relatarme Jer-
¿Me estás diciendo que has venido aquí a airear todas nuestras leyendas? -pregunté frenando en seco y mirándolo seria-

Tú mejor que nadie sabes que es cierto que existimos, y los "fríos" también...y si publicáis algo como eso...miles de frikis vendrán a destrozar nuestra zona...y posiblemente los Vulturi harán una devacle con los humanos...-gruñí-
¿Estás seguro de que quieres que ocurra una devastación como esa? -pregunté expectante-

Tranquila, por favor... Nosotros sólo escribimos sobre leyendas y temas ocultos. No damos datos concretos, sólo sembramos la duda y contamos sucesos extraños que pasan en las ciudades. Intentamos evitar hablar de pueblos pequeños. Y más aún de reservas naturales. - dije explicandome - ¿crees que arriesgaria nuestras tradiciones por un pulitzer?

No sé lo que harás Jer, no te conozco de nada, aunque espero que sea lo correcto...-lo miré sonriéndole-
Pareces un chico cabal, así que espero que no montes tanta bulla como tu amigo...sino te las verás conmigo...-afirmé guiñando un ojo hacia la casa de David-

Bueno yo ya me voy a desayunar, que toy hambrienta...espero que seas bienvenido en la Reserva, si necesitas algo vivo aquí, osea que no creo que haya problema en encontrarme...-dije dándole una palmada en el hombro y dirigiéndome al camino que me llevaba a mi casa-

Me quede plantado en el sitio durante unos segundos hasta que reaccione - ¡Leah! - camine hacia ella - ¿Iras el domingo a la playa? - le pregunte sin titubear, con la esperanza de volver a verla

Me giré al oír de nuevo la voz de Jer.
¿A la playa? ¿Qué pasa mañana en la playa? -pregunté extrañada-

Creo que los chicos de la reserva se iran a pasar la noche a la playa, con musica, bebidas, hogueras, etc - explique mirandola a los ojos deseando su confirmacion de asistencia

Es que a mí...a mí nadie me ha invitado -agaché la cabeza avergonzada-
Jer no sabía que no era la persona más sociable del lugar, y acabaría por enterarme por Quil o Jared, pero siempre rechazaba ese tipo de salidas con los chicos porque lo pasaba realmente mal al ver a Emily y Sam.

Verás, no me apetece demasiado...tengo que mirar unas cosas en casa y...-respondí titubeando-
¿Por qué le estaba dando explicaciones a un desconocido? Yo no tenía por qué ir y punto.
Que no puedo ¿vale? -finalicé y sentí una gran decepción al ver su cara-

¿Por qué te importa tanto si iré?...David sí que estará, y habrá gente nueva para que te diviertas, no tendrás problemas para adaptarte...-sonreí-

Sonrei esperanzado - Espero verte pronto Leah, ha sido un placer conocerte - dije sin borrar mi sonrisa y dandome la vuelta corriendo hacia el restaurante en busca de las chicas

Me quedé allí de pie mirando cómo se alejaba el sonriente Jeremy. No entendía demasiado a los hombres, pero este parecía demasiado blando para ser un licántropo.
Era demasiado amable, demasiado complaciente, demasiado animado y demasiado tierno. Tenía como una extraña aura de candidez que irradiaba en torno a él.
Una persona de lo más opuesta a mí. A lo mejor me acercaba hasta esa fiesta en la playa.

Pero Leah, ¿qué haces ahí plantada mirando cómo se aleja? ¿y qué haces pensando en él? -razoné, y, a continuación como un acto reflejo, sonreí acariciando mi mejilla, allí donde él me había besado-

Enseguida sacudí la cabeza, y apreté los puños. Acto seguido, comencé a correr a toda velocidad hacia casa.