Una cena tranquila

Ayudé a Jane a sentarse en la silla como un perfecto caballero, era muy guapa y parecia muy agradable pero seguia sin entender la mirada de decepción que le dirijió a Delia. Despues de ayudarla dejando mal a David, me senté junto a Jane.

[/i]-Así que de Miami ¿cómo es que has acabado en este pueblo?-[i] preguntó a Jane.

Apoyé un codo sobre la mesa y cerrando el puño apoyé sobre éste el mentón escuchando la conversación de Jane y Ryan. Mi otra mano, de forma disimulada, buscó la de David bajo la mesa apretándosela con fuerza. Dejé escapar un leve suspiro. La camarera trajo un par de botellas de agua y una botella de vino, junto con Grissinis y varios entrantes para ir abriendo boca.

- Bueno... el trabajo de mi madre. Le ofrecieron un buen puesto aquí y nos vinimos. De una zona donde hay sol 360 días al año a la zona donde llueve 360 días al año. -dije irónicamente.

Me aparté un mechón de pelo de la cara. E intenté sacar nuevos temas de conversación.

- ¿Y a qué te dedicas, Ryan? - pregunté mientras jugueteaba con las uñas sobre el mantel.

Note la mano de Delia buscando la mia, la aprete con fuerza disimulando para que no se notase demasiado que estabamos haciendo manitas por debajo del mantel.
- Chicas, no os paseis con el vino - dije guiñándoles un ojo.

-Trabajo con David en la tienda de deportes pero ahora me ha salido un trabajo por las tardes restaurando una casa muy bien pagado la verdad.- le contesté a Jane -Siendo yo de Seattle estoy acostumbrado a la lluvia.- le dije sonriendo a Jane -¿Echarás de menos el sol? ya que nos hace sonreir a todos.- le dije para animarla un poco.

Iba condiciendo mi Mini por las calles esas de Port Angeles para llegar a la Push. Cuando iba avanzando di un frenazo con el coche provocando que los que iban detrás de mi tuvieran que esquivarme, uno se atrevíó a insultarme pero le miré y de mis garganta salió como un rugido y se fue.

Paré el motor y salí del coche girandome de donde provenia los aromas que fue lo que me hizó frenar. Eran los de Ryan, el chico que habia contratado para reparar mi casa, un chucho y dos humanas que olían a ese vampiro que mató a mi padre. Empecé a dirijirme hacia el restaurante llamado Bella Italia.

Cerré los ojos apoyando la espalda en el respaldo, me había vuelto a ocurrir, miré a David y me acerqué a su oído - Viene alguien... creo que es una de ellos... tenía los ojos rojos como la sangre - susurré y me aparté mirándole y mirando a Jane y Ryan que estaban entretenidos con su charla.

- Pues sí. Aquí es todo tan triste y gris... menos mal que tengo a Delia - dije girándome hacia ella- Bueno... y ahora a vosotros...- dije apresuradamente - En los dos meses que llevo en el pueblo sólo os conozco a vosotros. He estado practicamente como encerrada en un convento. - suspiré.

Me había percatado de los susurros que tenían Delia y David desde que llegamos. Esbocé una sonrisa divertida.

- ¿Trabajas en la tienda de deportes? ¿Cómo es que no te vimos el otro día cuando fuimos? - pregunté tranquilamente.

Me levanté de la mesa apresuradamente. No podia dejar que pasara algo dentro del restaurante.
- Creo que me he dejado el móvil en el coche, enseguida vengo. Empezad sin mi - dije para despues salir a paso acelerado hacia la puerta en busca de la chupasangres.

Supongo que fue el día que estaba con el virus estomacal. Yo tambien sólo conozco a David, una chica que tambien ha llegado hace poco al pueblo y a vosotras dos. Parece que todos somos nuevos por aquí.- dije burlandome.

De repente ví levantarse a David bruscamente de la mesa y fue hacia la puerta diciendo algo de las llaves pero una vez que estubo en la puerta se abrío la puerta del restaurante y era Nadia -Vaya Nadia, que casualidad.- dije diriegiendome a ella -Es la chica a que le voy a reparar la casa.- le dije a Jane.

Abrí la puerta del restaurante y me encontré al chucho frente a mi. Era insoportable el olor, tuve que taparme la nariz con la mano, era repugnante.

Oí que Ryan me saluda así que me giré de donde me llamaba con los ojos negros.

Miré a Jane y luego a la vampira, respiré profundamente, lo último que debía mostrar era nerviosismo o miedo. Aunque realmente me preocupaba que alguien saliese lastimado. Observaba en silencio y trataba de fingir que todo iba bien.

Vi como Ryan se levantaba y asentí a su explicación de quien era. Saludé con la mano a la chica tímidamente y miré hacia Delia, nos habíamos quedado solas.

- Dels, Dels, Dels... lo tuyo con David, ¿qué? - pregunté divertida.

Alli estaba plantado delante de la vampira. Me giré sorprendido al ver que Ryan la saludaba. Estaba perplejo. Unicamente gruñi a modo de advertencia a la vampira, para que supiese que no era bien recibida y que no dudaria en atacarla si se movia mas de la cuenta.

David miraba con cara de enfadó a Nadia, no lo entendia porque ni siquiera la conocía. Me levanté y me dirijí a ella para saludarla.

Ví como el chucho me giñaba el ojo en forma de advertencia para que no me moviera de la puerta, pero yo le miré con superioridad y fui hacia donde Ryan ¿qué iba hacer? ¿transformarse en chucho ahí en medio y atacarme?

Miré hacia la mesa y habia dos chicas sentadas, saludé a Ryan -¿Qué tal Ryan?- él me dijo que muy bien y me presentó a sus amigos, por así llamar al chucho, y dijo que era la chica que le repararia la casa.

De inmediato me acerqué a las chicas y noté que el chucho se ponía nervioso ¿qué tal chicas? ¿se porta bien estos chicos con vosotras?- miré al lobo desafiandole.

Miré a Jane y le sonreí ante su pregunta - Digamos que esta tarde ha surgido un poco de feeeling - entonces Nadia se acercó hasta nosotras y nos habló. Mi sonrisa se borró por completo y me quedé mirándola fijamente con semblante serio y sin responder a nada. Mi mirada fue unos segundos hacia David, para ver si me indicaba algo.

- Em... hola... sí, bastante bien - dije tímidamente. La verdad es que la desconocida me había cortado el rollo por completo, había roto el feeling que empezaba a aparecer y dudé de que pudiese recuperarlo de nuevo.

Me pareció descortés no seguir la conversación e ignorarla un poco, pero era lo mejor que se podía hacer dadas las circunstancias ya que no pensaba invitarla a cenar con nosotros. Algo había en ella que me incomodaba.

Me tensé cuando se dirigió hacia las chicas. Me acerqué y me puse a su lado, sin sentarme, siguiendo cada movimiento y preparado para luchar en cualquier momento.
Vi como Delia me miraba, entorné levemente los ojos y asentí lentamente indicándole que estuviese atenta y no le entrase el pánico, vamos, que actuase con normalidad para no levantar sospechas.

Fue muy amable por su parte acercase a preguntar como estaban las chicas, no entendia la actitud de David, parecia como si estuviera protegiendo su territorio.

-¿Vienes a cenar aquí Nadia?- le pregunté.

Miré a la chica que me habló parecia asustada, noté como el lobo se acercaba al acecho.

Ryan me preguntó si iba a cenar a ese restaurante, la verdad que ya habia cenado y buen chico jóven antes de salir de casa -No, pero ví tu furgoneta delante de este sitio y probé a ver si estabas, sólo queria saludarte- mi giré hacia él.

El chucho no dejaba de mirarme -Siento que interrumpido algo. ¡Vaya! perdonad, Ryan sólo os ha dicho que soy la chica a quien le reparará la casa. Me llamo Nadia.-

Esa chica me estaba haciendo sentir realmente mal, me giré hacia Jane - ¿Puedes acompañarme al baño? - le pregunté en voz baja. Estaba mareándome de nuevo, Mi cabeza estaba doliéndome muchísimo, fue un dolor que empezó de golpe y con intensidad.

Me levanté de la mesa - Disculpadnos, vamos un momento al baño - suspiré mirando a David negando levemente con la cabeza, esperando a que Jane me acompañase al baño. Necesitaba refrescarme la cara.

Vi como Delia se encontraba indispuesta y me preguntó si la acompañaba al baño.

- Claro. ¿Puedes? Espera que te ayude... - dije cogiéndola del brazo y yéndonos juntas hacia el baño.

Suspiré.

- Vaya, con lo bien que estábamos. ¿Te encuentras bien? ¿Qué te ocurre? ¿Vamos a casa?

Cerré los ojos y respire hondo. La vampira seguia alli, falsa, fingiendo ser algo que no es. Gruñi levemente. Ahora me tocaría proteger tambien a Ryan. Continue de pie junto a Nadia sin moverme un apice siguiendo sus movimientos y a la espera para entrar en accion.

Vi como Delia se encontraba indispuesta de repente y le pidio a Jane que la acompañará al baño -¿Quereis que os acompañé hasta las puerta? es por si pasa algo te sujeten con fuerza. No quiero decir que seas una enclenque Jane.- me ofrecí