Habitación y baño de Damon

Regresé a la cama sentándome donde Jane me había indicado - ¿Y bien?

Sonreí maliciosamente y me puse de rodillas en la cama rodeando su cuello con mis brazos mientras mis labios rozaban los suyos.

- ¿Te tengo que decir lo que quiero o ya lo sabes? - dije justo antes de darle un leve mordisco en el labio inferior.

Hum.... no me ha terminado de quedar claro-susurré apoyando mis manos en su cadera, atrayéndola hacia mí

Sonreí maliciosamente sin dejar de mordisquear el labio de Damon. Pasé mi pierna por encima de las suyas quedando éstas aprisionadas entre las mías.

Continué besándolo apasionadamente apenas sin respirar, dejando escapar algún gemido ahogado mientras mis manos acariciaban su espalda.

Sin apartar mis labios de los de Jane, la agarré por el trasero levantándome de la cama con ella en volandas. Me acerqué hacia la pared y apoyé su espalda contra esta con cuidado. Deslicé mis labios por su cuello dándole suaves y juguetones mordiscos.

Enrosqué mis piernas en su cintura, quedando apoyada en la pared con la espalda, mientras mis brazos se anudaban en su cuello empujándolo hacia mí para que me apresase cada vez más y más.

El silencio de la habitación únicamente era roto por mis suspiros entremezclados con sonrisas de placer y gemidos ahogados provocados por las caricias de Damon.

Mi cuerpo, inconscientemente, se frotaba contra el de Jane, buscando provocarla. Una de mis manos se deslizaba por el torso de ella, directa a su espalda sujetándola. Mis labios descendían hasta su escote, donde clavé levemente mis colmillos empezando a beber de ella.

Emití un leve grito ahogado ante la inesperada acción de Damon, no esperaba que bebiese ahora de mí, pero como pasaba siempre que me mordía: después del pinchazo inicial, viene el placer.

Gemía a la vez que mi cuerpo respondía a los movimientos de Damon haciendo lo propio. Mi respiración era cada vez más entrecortada y mi corazón latía como si se quisiera salir del sitio al mismo tiempo que mi temperatura corporal aumentaba más y más a pesar de tener el frío cuerpo de Damon pegado a mí.

Dejé de beber de ella y tras limpiarla con mi lengua, empecé a desnudarla con rapidez, tirando su ropa al suelo, dejándola desnuda de cintura para arriba. Mi mano agarró con firmeza su pelo, sin hacerle daño, tirando suavemente para poderle besar con lascividad su cuello y escote.

Gruñí de satisfacción, esbozando una sonrisa lasciva mientras sentía sus labios por mi torso. Me mordí el labio ahogando un gemido que se podría haber escuchado en todo el piso superior mientras cada centímetro de mi piel se erizaba al contacto con la de Damon.

Apreté con fuerza mis piernas sobre su cintura, contoneándome acompasadamente contra sus caderas.

Hacía mucho tiempo que no tenía relaciones con una chica, Jane me atraía demasiado. No podía evitar sentir las ansias de su sangre, cada vez estaba más excitado y en el fondo temía hacerle daño.

Mis manos acariciaban su cuerpo. Mis labios la besaban centímetro a centímetro, no pude contenerme y terminé mordiéndole de nuevo en uno de sus pechos. Su sangre me producía una excitación incontrolable.

Dejé caer la cabeza hacia atrás. A pesar de que había bebido sangre de Damon y me había dado fuerzas, había perdido más de la que había tomado. Sentí un leve mareo y apoyé la cabeza sobre la pared.

Era una sensación extraña, mezcla de placer y mareo que hacía que emitiese pequeños gemidos mientras miraba el techo de la habitación algo ida.

- D-Damon... - conseguí decir entre gemidos.

Sentía que apenas podía controlarme, estaba cegado por el sabor de su sangre. Seguía bebiendo y bebiendo sin poder parar. Mi mente estaba nublada por la sed. A penas me daba cuenta del ritmo cardíaco de ella para saber cuándo parar.

- D-Damon... para... - dije mientras deslizaba mis manos intentando coger su cara para apartarla de mi.

Notaba como se me iban las fuerzas, deslicé mis piernas hasta que tocaron el suelo y a duras penas podía mantenerlas erguidas.

- Para...- susurré de nuevo.

Podía oir la voz de Jane, pero me resultaba muy lejana. Uno de mis brazos rodeaba la cintura de ella contra mi cuerpo, Y mi otra mano le sujetaba la espalda. Seguía bebiendo con ansias, como si de un animal irracional se tratase

Mi mente se nubló y mis piernas no aguantaron más. Caí rendida en los brazos de Damon como una muñeca de trapo.

En ese momento me di cuenta de que estaba matando a Jane, de seguir bebiendo de ella terminaría convirtiéndose.

Aparté mis labios de su pecho y contemplé su cuerpo inerte - Mierda - dije para mí. La cogí en brazos tumbándola en la cama.

Aún tenía pulso, pero era muy débil. Me senté a su lado apoyando la cabeza de ella en mi regazo - Jane, despierta, vamos... - susurré dándole toquecitos en la mejilla con mi mano.

Ladeé lentamente la cabeza y entreabrí los ojos. Todavía mareada y confusa conseguí decir:

- Damon... - dije mientras una lágrima recorría mi rostro.

Tenía miedo, había descubierto que no tenía tanto control como yo pensaba.

Me mordí en la muñeca acercándola a los labios de ella - Bebe, por favor... Tienes que recuperarte - susurré incorporándola un poco.

Entreabrí levemente los labios bebiendo de su herida. Notaba como la fuerza acudía instantáneamente. Enseguida me vi con fuerzas de aferrarme a su muñeca y seguir bebiendo. Era algo adictivo que provocaba ansia. 'Igual Damon se siente igual cuando toma de la mía...' pensé sin dejar de beber el espeso líquido.

Suspiré acariciando el pelo de Jane, aún no estaba preparado para dejarme llevar por mis instintos. Cuando estaba excitado me volvía brusco y violento, y podría terminar matándola en un descuido.

Lo siento Jane...-susurré besándole en la frente

Continué bebiendo mientras Damon se disculpaba. Paré cuando noté que me faltaba el aire. Me relamí los labios.

- Casi me matas... - dije en un susurro mirándolo con tristeza.

Negué levemente con la cabeza - Casi te convierto.... - susurré

Le miré algo temerosa.

- Antes dijiste que todavía no me ibas a convertir... - dije mientras me incorporaba sentada en la cama a su altura.- Y-yo creía que te podías controlar... -dije algo nerviosa.

Lo siento...Yo, me dejé llevar demasiado. - dije mirándola a los ojos, sin atreverme a abrazarla o tocarla.