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¿Y qué imágen fue?- le pregunté poniendo mi mano en su espalda acariciándole

La miré muy preocupado y sonreí forzadamente. -No lo sé, fue como un flash. Dije mintiendo.

¿Qué viste?¿Qué sentiste?- pregunté nuevamente sintiéndome aún más preocupada

-Como un nudo en el estómago. Pero nada de lo que preocuparse. Dije mirando al frente.

Pues a mí tú reacción no me ha parecido como para ''algo de lo que no preocuparse''- dije apoyando la espalda en el coche respirando profundamente. No entendía por qué me costaba tanto sacarle las cosas a Decker.

-Qué no es nada, que solo ha sido un acto reflejo que con esto de ser vampiro se agudizan los reflejos... Dije intentando no preocuparla y buscando una excusa.

Suspiré, no terminaba de creerme su excusa, pero decidí no atosigarle. Crucé mis brazos sobre mi pecho algo enfadada y resignada- Lo que tú digas

-Es cierto, Blair. Dije suspirando. Parecía que aquella chica tenía un detector para las mentiras.

Sí, sí, claro, lo que tú digas Deck- dije suspirando. En Manhattan estuve acostumbrada a convivir con las mentiras, yo misma fui una de las mejores mentirosas de la ciudad, era relativamente sencillo saber cuando alguien mentía u ocultaba algo. Y mi experiencia me decía que Decker no me decía toda la verdad.

Suspiré y me puse recto. Pasé la mano izquierda por debajo del brazo derecho, para tocarme la espalda. Ya comenzaba a sentir un poco de dolor. Después dejé caer los brazos y miré a Blair. ''Pues bueno, no te lo creas'' iba a decirle, aunque prefería no fastidiarlo todavía más.

Me pasé una mano por el pelo y me incorporé apartándome del coche - ¿Te apetece hacer algo? - le pregunté. La verdad es que con Decker me resultaba difícil terminar de sentirme a gusto. Porque lo mismo estábamos muy bien juntos, como una pareja... que lo mismo estábamos discutiendo. Y lo peor era que por cada momento feliz, había uno amargo.

¿Era este tipo de relación lo que me esperaba si salía con un vampiro?

Suspiré y me quedé pensativo. Me apetecía explicarle que había pasado la noche anterior. -Perdóname,¿vale? Le dije disculpándome por no decirle toda la verdad.

No tengo nada que perdonarte, D. Cuando te sientas preparado para contarme la verdad, así cómo te la he contado yo... espero que lo hagas- dije sonriendo leve y forzadamente

-Es que si te lo cuento sé que te haré daño... Y si no te lo cuento, pues también te haré daño a tí. Dije mirando al suelo.

Tú verás qué quieres hacer. Si no me lo cuentas... ¿podrá soportarlo tu conciencia?- le pregunté metiendo las manos en los bolsillos del abrigo

La miré a los ojos y después al suelo. ''¿Me intenta ayudar o desmoralizarme?'' Me pregunté en mis pensamientos. -Y si te lo cuento... ¿podrás soportarlo tú? Le pregunté.

Me encogí de hombros - Ponme a prueba - le respondí mirándole a los ojos.

-Pues prepárate que viene la bomba... Murmuré mirando al suelo. -Yo... ayer... Tartamudeé sin encontrar las palabras para decirlo.

Respiré profundamente, conteniendo el aire en mis pulmones durante unos segundos. En mis bolsillos no paraba de juguetear con las llaves de casa y el móvil de forma nerviosa

-Ayer por la noche, bebí la sangre de Aileen, por voluntad propia y después le di a ella la mía para que no tubiese heridas. Dije apresuradamente. -Y aun hay más...

Cuando escuché sus palabras, paré en seco el jugueteo en mis bolsillos - ¿Qué más hay? - pregunté bastante nerviosa

Carraspeé y asentí. -Em... Sí, hay algo más... Dije muy nervioso.

Vale, pero ¿qué es?- le pregunté de forma fría mirándole fijamente a los ojos

Respiré hondo y se lo dije. -Nos besamos. Murmuré muy nervioso. Supuse que ella estaría igual de nerviosa que yo.

Volví a respirar profundamente y me herguí sacando las manos de mis bolsillos con el móvil en la mano- Bien...- susurré tecleando un mensaje para Patrick para que viniese a recogerme.

Podía perdonar el que hubiese besado a otra chica, porque yo besé a otro chico. Incluso podía perdonar que hubiese bebido sangre humana, porque en parte me sentía culpable por haberle obligado a beber mi sangre cuando tuvo el encuentro con Hugo. Pero lo que no podía perdonarle era que a mí me hubiese dejado después de alimentarse, sangrando y destrozada moralmente y con el cuerpo dolorido por las contusiones que me provocó Hugo, y que a Aileen le hubiese dado de su sangre para recuperarse.

Terminé de mandar el mensaje y miré a Decker a los ojos. Me sentía dolida y rota - Gracias por confiar en mí y contármelo.- le dije intentando resultar fría, pero no conseguí ese efecto