Jardín delantero y entrada

ModOFF: Después de varias horas de discusión en casa Clearwater, Sue aceptó que Seth se fuera a vivir con su imprimada, pero a cambio debían visitarla prácticamente todos los días.
Ella también estaba enamorada de Charlie, y podía entender que los imprimados necesitaran estar juntos. Además Christine estaba sóla, y ese fue el factor que afectó al corazón de Sue para permitir a Seth el traslado.
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ModON:

Bueno cariño, parece que este es el principio de una nueva vida, todavía no puedo creérmelo demasiado...-dije posando las maletas en la puerta- Ehhhh, eh, eh...hagamos la entrada como es debido...-frené a Christine al pie de la puerta mientras negaba con el dedo, para después cogerla en brazos y entrar como un par de recién casados-

Por fín Seth y yo íbamos a estar juntos,y para siempre.Mi corazón latía más deprisa que de costumbre,y era de la alegría.
Cuando iba a entrar,Seth me paró en seco.Proferí un grito de sorpresa cuando me alzó en brazos,como los recién casados y entramos a la casa así.
Me aferré a su cuello, mientras reía a carcajadas.
-Qué entrada más espectacular.

Tú te mereces eso y mucho más...-aseguré posándola con cuidado en el suelo-
Después la apriosioné contra contra la pared, y la besé con una pasión contenida desde que había salido de la Reserva.
Debería meter las maletas dentro señorita Sandler...-murmuré todavía perdido entre sus labios-

Solté un pequeño suspiro cuando me aprisionó contra la pared, mis manos se perdieron con facilidad entre el pelo de su nuca.
-¿Las maletas?- Pregunté, caí en la cuenta de que las habíamos dejado en la entrada. Me separé de él a mi pesar,pero no solté su mano.Me dirigí con rapidez a la entrada, ayudé a Seth a meter las maletas, cuando estuvieron dentro, cerré la puerta con el pie y ahora fuí yo la que le aprisioné contra la pared, besándolo con la misma pasión que él me había besado antes.

Ouchhhh nena me has echo daño...-teatralicé después de su beso, mientras fingía que me había golpeado la espalda-
Cuando se apartó de mí preocupada, aproveché para cogerla de nuevo y cargármela en un hombro. Yo lobo grande, tú imprimada guapa...-dije imitando a Tarzán-
Seguidamente, la acerqué hasta la habitación y la tiré sobre la cama con cuidado, después me acomodé a su lado. Creo que eres tú mas loba que yo...el ataque de antes contra la pared casi me mata cariño...-aseguré sonriendo y acariciando sus mejillas-

Miré a Seth preocupada, pensé que le había hecho daño ,pero caí en su trampa, a los 3 segundos me vi colgada de su hombro escaleras arriba.
Cuando me soltó en la cama lo miré con una sonrisilla traviesa.
-No me mientas,que sé perfectamente que ni lo has notado- Le saqué la lengua como una niña pequeña- Pero tienes razón...-volteé sobre mí misma, y me subí encima de Seth, quedando sentada encima de él.-...yo soy más loba que tú- Bromeé, me acerqué a él y le mordí el lóbulo de la oreja.

Cuando se subió a horcajadas sobre mí creí que me iba a explotar el corazón. Bombeaba sangre demasiado intensamente, y casi no podía ni pensar. Cuando me acarició la oreja no pude más que dejar escapar un gemido, y mi temperatura corporal comenzó a aumentar rápidamente.
Chrissss....paraaaa, creo que no debí subirte a la habitación...-susurré respirando agitadamente-

Mi mente reaccionó, y vi hasta qué punto había llegado.Me bajé ,tumbándome boca arriba en la cama.
-Vaya,lo siento, me he pasado un poco- Comenté, sonrojada.Sin atreverme a mirarle a la cara.

No pasa nada...-aseguré tomando aire y soltándolo de golpe- Es sólo que...bueno creí que no podría aguantarme, se me ha nublado la vista y todo cariño...creo que te deseo mucho más de lo que pensaba...-susurré muy avergonzado, mientras permanecía boca arriba en la cama-

Suspiré. Me apoyé en un costado, y la cabeza apoyada en la mano.
- vaya, por una parte me alegra escuchar eso...-comenté, me ví obligada a seguir hablando.- Ya sabes, cada vez que....que intento algo más que besarte, tu me esquivas...-Confesé, enterrando mi mirada en algún lugar del techo.
-Pero no me hagas caso,a veces me monto películas yo sola.

La miré medio aterrado, muy nervioso por lo que me acababa de decir. ¿Hago eso de verdad? -pregunté poniendo una mano sobre su barriga insistiendo para que me contestara-

Le miré fugazmente a los ojos, mientras notaba como los colores volvían a subir a mis mejillas tan solo con el roce de su mano.
-Sí-susurré- Y eso me mata...-comenté, con un hilo de voz.

La miré sorprendido, no quería decepcionarla ni mucho menos. Cariño, lo siento, yo había pensado que tú no querías estar conmigo así...pero ya veo que me equivocaba...-susurré y la acerqué con un ligero movimiento hacia mi cuerpo-

Entonces...¿qué pasaría si hago esto? -pregunté retóricamente- Entonces deslicé con cuidado y verguenza, la fina tela que cubría su hombro, destapándolo ligeramente para darle unos suaves besos.

Solté un pequeño gemido cuando sus labios rozaron mi piel.
- Si....te...equivocabas- susurré, mientras mi mano recorría su brazo.-¿Y tú? ¿También....quieres estar conmigo?

¿Tú que crees? -pregunté alentado por su suspiro-
Seguidamente me medio erguí, para quitarme la camiseta, que hice volar por los aires.

-Vale, creo que sé la respuesta- Comenté,sonrojándome aún más. Me acerqué a él muy lentamente, besando primero sus mejillas, nariz y ojos, para luego detenerme en sus labios y darle un profundo y largo beso. Mis manos bajaron hasta su pecho, me volví a acomodar de forma que quedé casi encima de él.

Difruté de aquel beso tanto como pude, lenta y apasionadamente jugamos con nuestros labios mientras acariciaba sus mejillas, su pelo y su cuello. Me parecía todavía imposible que estuviera entre mis brazos, y que fuera a estarlo para siempre.
¿Cariño...esto significa que no esperaremos a la cita especial? -pregunté separándome ligeramente de su boca, admirando con devoción sus enormes ojos y sus pequeños labios de fresa-

-Seth,debes de saber que siempre será especial por que será contigo,no importa dónde ni cuándo, mientras halla amor entre nosotros será especial- Mi mano subió hasta la altura de su cara, pasé suavemente los dedos por los labios que tanto me gustaban.
- Pero si tú quieres que esperemos, no me importa.