Conociendo (Libre)

Estaba aburrida de estar metida en casa, así que decir darme una vuelta por los alrededores.

Empece a desanimarme ya que no sabia en donde rayos estaba, hasta que pase un letrero que decía "BIENVENIDOS A LA RESERVA" me quede pesando aquel era el lugar que había dicho Damon donde vivía, a lo mejor había algo bueno, busque en lugar donde aparcar.

Di varias vueltas hasta que encontré un uno excelente en una esquina de aquel bello lugar, tenia razón Damon era un lugar encantador, aparque el coche y baje. Active la alarma y comencé a caminar por aquel lugar.

Estaba patrullando por la reserva, me había tocado pringar ese día y estaba un poco malhumorada. El olor a chupasangre que perfumaba el ambiente me sacaba de quicio, todavía no entendía por qué Damon había una escogido una casa en los límites fronterizos. Recordé nuestro último encuentro y comencé a andar más deprisa.
De repente a un lado del camino vi un coche estacionado, olfateé con interés y no noté nada extraño, tan sólo el olor dulzón de una humana, que paseaba sin rumbo.

Ey pequeña Girl Scout...¿no sabes que es peligroso vagar por bosques desconocidos? -pregunté levantando la barbilla-

¿Peligroso?..bromeas verdad. - Frunciendo el ceño. - No me digas que vendrá el lobo y me comerá. - Dije con cierto sarcasmo en la voz.

El lobo no es lo más peligroso que pulula por estas tierras, incluso te alegrarías de encontrártelo -dije con una media sonrisa-...hay seres perversos acechando en la oscuridad -afirmé tenebrosa-
Enserio, no deberías pasear sóla...sé lo que me digo, he vivido aquí desde que nací y estos bosques esconden muchos secretos...-afirmé con franqueza-
Hay cientos de sitios interesantes en la ciudad...¿qué hace una chica como tú en un sitio como este? -pregunté mirándola inquisitiva, su aspecto era de lo más cool y no me la imaginaba paseando por allí-

¿Quieres decir que una chica como yo?...que no puedo visitar el pueblo por ser así. -alzando la ceja. - Tan racistas son en este pueblo. -mirándola con cierto enojo. - Pero bueno me da igual, gracias por tu hospitalidad. -siendo un poco sarcástica.

¿Racista dices? -pregunté sorprendida- Tan sólo digo que pareces una chica de ciudad en busca de una aventura en el bosque...y deberías tener cuidado con lo que deseas, porque a veces te encuentras con el peligro de frente...-aseguré molesta intentando advertirla, aunque aquella humana parecía tener un orgullo y una autosuficiencia apabullantes-

Se cuidarme sola, pero muchas gracias por el consejo. -Dándome vuelta para seguir mi camino.

No es un consejo preciosa...te digo que es mejor que vuelvas a la ciudad, o tendré que cuidarte mientras estés aquí, y la verdad tengo más asuntos que atender...-la miré enarcando una ceja, asombrada por su testarudez-

¿Como?..mira si tienes mas asuntos que atender resuelvelos. -Dije con una sonrisa rellena de sarcasmo. - No te preocupes por mi no necesito niñeras se cuidarme sola. - Comenze a caminar hacia el bosque.

Vale pequeña, me iré a resolverlos...pero no digas que no te he advertido. -afirmé levantando la voz-
Tendría que vigilarla a hurtadillas mientras ella se paseaba por el bosque, al fin y al cabo por muy autosuficiente que se autoafirmara, no era más que una humana y mi obligación era velar por su seguridad.

Estaba caminando, adentrándome mas al bosque.

Hay Elena que suerte la tuya, siempre andas metida en problemas por tu gran testarudez pensé. En eso escuche un ruido y voltee en ambos lados en eso dije. - ¿Hay alguien aquí?. -Pero había un silencio sepulcral. Estas loca ya ves solo es el viento pensé.

La humana se giró al oírme partir una rama con el pie. Parecía asustada, así que decidí seguir vigilándola por si se le ocurría perderse en el bosque.
Leah empiezas a parecer una niñera, no pasará nada, pierdes el tiempo vigilándola...-pensé y fruncí el ceño-

Seguí adentrándome mas al bosque. - Que lindo se ve de noche. -Dije en vos alegre.- Debería venir aquí cuando pueda. -En eso escuche otra ves un ruido.- ¿Quien esta aquí? -Pregunte con un tono de vos asustado.- Salga quien quiera que sea. -Dije entre dientes.-

Hacía poco que había comido, aun así su olor me atraía, quizás más por gula que por necesidad, pero no tenía que asustarla ni saltar sobre su cuello, tenía que controlarme.

Me acerqué inocentemente apareciendo de detrás de unas ramas.

- Em... hola... perdona que te haya asustado... - dije pasándome un mechón de pelo por detrás de la oreja.- ¿Te has perdido tú también? - pregunté tranquilamente mientras metía mis manos en los bolsillos de los pantalones sin olvidarme de parpadear ocasionalmente y respirar.

Una súbita corriente de aire me hizo llegar un aroma pestilente y dulzón, inundándome por completo y haciendo que me doblara sobre mi vientre. Con esa concentración en el ambiente sólo podía ser el rastro de un chupasangre neófito. Me levanté rápidamente, pero la neófita ya había llegado al lado de Elena.
Salté de un brinco y me posicioné a dos metros de ambas, preparada para sacarme la piel velozmente. Pero a pesar del cambio físico, la agilidad, el porte y los movimientos, aquella vampira se me hacía familiar. La examiné unos minutos con minuciosidad, y...
Pero...pero ¿Tú no eras la amiga de Delia? -grité aterrada-

No te preocupes. -Dije aun poco asustada, pero solo era una chica nada que preocuparse pensé.- No me he perdido. -Dije algo precavida. - ¿Tu te perdiste?. -Dije mientras me agachaba para amarrar una agujeta que se me había desatado.

En llego aquella chica tan rara y se posiciono entre ambas. Le hizo una pregunta aquella chica.- ¿Que sucede aquí?. -Pregunte algo confundida.

Aquella chica olía a perro mojado, me sonaba de la fiesta en la playa. Intenté no hacer demasiado caso al olor que casi me mareaba.

- Sí, tu estabas en la fiesta de la playa, ¿no? - dije sonriendo olvidando por un momento mi nueva condición vampírica, pretendiendo hacer como si nada pasase y fuese humana todavía. Quería aferrarme a ese sentimiento.

Miré a Elena, y seguidamente a la neófita, después repetí el mismo acto reflejo tres veces. Estaba estupefacta, quería apartarla de la humana, y al mismo tiempo interrogarla y preguntarle de quién la había condenado.

Deberías pasear por otra zona nena...-dije a la neófita apretando la mandíbula- ¿Cómo era tu nombre?...Ah sí, creo que ya me acuerdo....¿¿¿Akasha no??? -chasqueé los dedos burlona-
No sabía que decirle a La humana, así que me limité a posicionarme a unos centímetros de ella, demasiado cerca de su espacio vital.

Arqueé una ceja ante su reacción. No sabía a qué demonios venía tanta hostilidad.

- No, me llamo Jane. - dije encogiéndome de hombros algo confusa ante la reacción de la chica del botellón.

Tsk... Perrita, perdona que venga por tus tierras, pero necesitamos hablar contigo- dije saliendo con tranquilidad de entre la maleza y deteniéndome al lado de Jane besándola en la mejilla.

Me quede anonada cuando vi aquel chico Damon salir de la maleza y llamando perrita a la chica con aspecto salvaje. Fui caminando hacia tras para irme cuanto antes de ahí.

Estupendo...pues yo soy Leah, y esta es una chica que está paseando por el bosque, no te ofendas es que todavía no sé cómo te llamas -dije mirando de reojo a la humana- ...¿quieres que llamemos a Caperucita y al Lobo y hagamos un picnic?.... -afirmé a Jane con rintintín y una sonrisa en plan "Joker"-

De repente salió Damon de la nada, y mi reacción innata fue gruñir. ¿Qué demonios...?

Me arme de valor y hable.- ¿Pero que demonios ocurre aquí?. -Dije acercándome con los demás.- Dime Damon. -Mirandolo fijamente ya que este era al único que conocía.

Sonreí al ver la reacción de la chica que olía a perro mojado al ver a Damon. Sonreí y amplié mi sonrisa al notar su beso en mi mejilla.

- ¿Os conocéis? - dije divertida mirando a ambos.

-Si,.- Dije un tono medio molesto.- Me podes contestar Damon, ..¿que sucede aquí?. -Dije tratando de ignorar a las dos chicas.-