Es Hora del Festín (Erika & Dorian)

Después de correr tanto & dando vueltas, perdi a la loba & por lo cual me dirigí a otra parte para disfrutar a mi mangar, corri a dirección a una ciudad llamada Port Angels, llegue en media hora o menos, me adentre mas a lugar, viendo un pequeño muelle, ese lugar me agradaba para darme mi festín, deje a la humana, en el suelo & me sente a lado de ella & espere a que se despertara, ahora su muerte debia ser muy dolorosa, sus groserías & su bofetada eran cosas que no perdonaba -

Abrí los ojos recuperando la conciencia, me llevé la mano a la cabeza apartándome el pelo de delante de la cara, y miré a mi alrededor. No podía situarme, no sabía dónde estaba. Me giré y vi al vampiro a mi lado. Sentada en el suelo de madera del muelle, retrocedí hasta dar con la espalda en un poste de madera del pasamanos - ¿Qué me has hecho? - pregunté sintiendo como mi corazón se aceleraba

yo nada dulzura -viendola a los ojos- te salve, la mujer esa casi te lastima

Mi cuerpo y mi cabeza me decían que saliese corriendo, pero mis piernas no reaccionaban. Intenté ponerme en pie con torpeza, ayudándome del pasamanos - ¿Dó-dónde estoy? - pregunté desorientada

sana & salva -la levante & la agarre de la cintura, estabamos viendo a los ojos- tranquila, estas bien ok

Asentí levemente sin poder apartar la mirada de sus ojos. Mi cabeza seguía gritándome que escapase, que saliese corriendo. Pero mi cuerpo no reaccionaba en absoluto. Me sentía como una marioneta en manos de un titiritero

a todo esto no me has dicho tu nombre -le sonrei- el mio es Dorian Velgrado - solte su cintura, le agarre la mano & nos sentamos en la orilla del muelle.

Me llamo Erika- respondí mirando la mano que me había cogido. Nos sentamos en la orilla, crucé las piernas. Seguía teniendo esa sensación de ''ausencia''

lindo nombre Erika - solte su mano - eres muy linda - viéndola a los ojos - en verdad una belleza, es una lastima que moriras - mi gesto se lleno de tristeza fingida-

¿Por qué? - pregunté sin titubear.Era extraño, no sentía miedo ante esa amenaza. Pero mi cuerpo, inconscientemente reaccionó. Mis ojos empezaron a llenarse de lágrimas, pero no había llanto. Sólo lágrimas.

Bueno tus groserías & tu bofetada no me agradaron mucho - fruncí el ceño - es algo que hirió mi orgullo - agarre su mejilla con mi mano & con la yema del dedo le limpie las lagrimas - entiendes Erika, pero no llores linda, prometo que sera rapido

Asentí levemente cerrando los ojos, preparándome para ello. Cerré mis puños con fuerza sobre mis muslos, poniéndome tensa.

abre los ojos, Erika - espere que lo hiciera -

Mi respiración era entrecortada y algo acelerada, al igual que mi corazón, el cual latía frenético. Abrí los ojos mirándole fijamente, mi cuerpo temblaba ligeramente, por el frío y por el miedo.

tranquila, Erika - apartando un mechón de su cabello de su cara & acomodándolo detras de su oreja - no tengas miedo, relájate ok.

Asentí respirando profundamente, mi corazón se relajó al igual que mi respiración. Y mi cuerpo dejó de temblar. Me sentía totalmente relajada.

ahora, platicaremos como si fueramos amigos de hace mucho tiempo - viendola, era lastima matarla, bueno mejor lo pensaria - ok

Asentí de nuevo y sonreí - Dorian, cuánto tiempo sin saber de ti. ¿Dónde te habías metido? - pregunté mirándole de forma relajada

Pues por ahí, Erika - me encantaba mi don, era algo que me hacia sentir superior a cualquiera - cuanto tiempo ¡eh! & tu sigues igual de hermosa que siempre -le sonreí-

Me sonrojé levemente - Muchas gracias, intento cuidarme para estarlo - añadí entre risas

pues esta funcionando & muy bien - viendola de arriba hacia bajo - & entonces ya tienes galan supongo?

Negué con la cabeza - Qué va, ya sabes que nunca me ha gustado atarme a nadie. Soy un espíritu libre - respondí - ¿Y tú qué? ¿Hay alguna chica ya en tu vida?

Recuerda que somos iguales, no me gusta atarme a nadie - sonreí - aunque he tenido algunos romances pero nada serio - el clima esta cambiando un poco, corrió una brisa fria hacia nuestra dirección- tienes frió Erika?

Sentí como la piel se me erizó con la brisa fría - Sí, un poco - dije asintiendo, sin dejar de mirarle a los ojos

bueno - me quite la chamarra de cuero negro - ten, protégete no quiero que te de un resfriado - tendiendo la chamarra para que la tomara & le sonreí calidamente, pero que me sucedía estaba cuidando de mi comida, eso si estaba raro.