El encuentro...

Paré mi pickup junto a la entrada de la casa. Me tensé en cuestión de segundos.
- Delia... - dije visiblemente nervioso- Hay alguien con tu tío... - respiré hondo- Es la vampira que hemos visto en el restaurante en Port Angeles... - me aferré al volante. - Creo que deberíamos irnos y volver en otro momento... - comencé a temblar.

Miré a David pudiendo sentir su miedo - Dave...- susurré - ¿Qué hacemos? Podría estar en peligro- No pude evitar pensar en Damon.

Salté sobre el sofá impidiendo que impactase contra mí, y frenándolo para que no destrozase nada. Esa chica era un torbellino de energía y se notaba que había experimentado la transformación en soledad.

Pude notar la presencia de Delia en el exterior de la casa, estaba con el licántropo. Me puse en tensión dispuesto a arremeter contra Nadia. Iban a ser dos peleas en muy poco tiempo.

Soy tu tío, y tengo potestad para ello. Tenemos la misma sangre-respondí a su insolencia.

- Entonces entraremos... si crees que esta en peligro... - no podia creer lo que estaba haciendo- Nos pondremos nosotros en peligro... pero bueno... al fin y al cabo... es... tu... ¿tio?- dije mientras nos acercabamos a la puerta. Yo siempre por delante de Delia para protegerla.

Me giré mirándole - Dave... creo que será mejor que te vayas. No quiero que te veas involucrado en algo en lo que no deberías estarlo. - dije temiendo por si le hacían daño.

-¿Potestad sobre mí?- rié tras una sonora carcajada malévola -Ni lo sueñes, además, se acerca ¿cómo debo llamarla? ¿mi prima? y no viene sóla.- le dijé con arrogancia.

No tienes que referirte a ella de ningún modo, porque no tienes relación alguna con ella.-respondí tajante bajándome del sofá y colocándolo de nuevo en su sitio - Ella no sabe nada sobre los vampiros, y debe seguir así

Mire muy serio a Delia.
- ¿Que me vaya? ¿Y te deje sola con dos chupasangres cabreados? No, gracias. - dije mientras estiraba la mano para golpear la puerta.

Dave, evitemos problemas y peleas.. no quiero volver a ver algo como lo que vi esta tarde. No quiero verte enfrentado a Damon- dije esperando a que viniesen a abrir la puerta

Le miré incredula -¿Qué no sabe nada de los vampiros? haces que piense que puedo divertirme mucho en este lugar.- ví como colocaba el sofá en el sitio donde estaba, me entraban ganas de provocarle.

Miré con desagrado a Nadia y caminé hacia la puerta. Sabía que Delia estaba con ese asqueroso perro faldero, podía olerle.

Abrí la puerta - Vienes muy pronto Delia - dije mirando al licántropo con cara de circunstancia, sin hostilidad. Delia apestaba por todas partes al licantropo. Pero aquel no era el momento de echarle una reprimenda.

Permanecí en la puerta, protegiendo a Delia y a David, de las posibles malas intenciones de Nadia.

Me quede sorprendido al ver la reaccion de Damon y enseguida comprendi que el enemigo alli y ahora era la otra vampira. Frunci el entrecejo al ver a la chupasangres y permanecí quieto intentando controlar mi ira para no convertirme allí mismo.

Miré a Damon a los ojos, y deslicé mi mano por el brazo de David hasta cogerle de la mano y entrelazar mis dedos con los suyos. Sin esconderme de mi tío. Sabía que por la reacción que había tenido, al menos por ese momento, el hacha de guerra estaba enterrada.

Miré a David y le sonreí, luego miré de nuevo a Damon - Damon, venía para pedirte a ver si me dejas pasar la noche en casa de David - pregunté aprovechándome de la situación. Intentando que David y yo pudiesemos salir ilesos del lugar, y de paso confirmarle a Damon, que David y yo, estábamos teniendo una relación.

Me situé detrás de Damon para dejarme ver delante de la humana y el licántropo -¿Irte? es el mejor momento para quedarse y conocer a su prima.- sabia que Damon no me haria nada si me acercaba a Delia ya que me ha dicho que no sabe nada de licántropos y vampiros. Me acerqué a ella y la abracé mirando de reojo al chucho -Me alegro de ver que tengo una prima de mi misma edad más o menos. Así que tú eres Delia, la casa esta repreta de fotos tuya.- me quedé frente a Delia intentando provocar la ira de Damon y del perrito.

Me puse en tensión cuando vi a Nadia acercarse a Delia y abrazarla. Tenía todos mis sentidos puestos en ella, para avalanzarme sobre su cuerpo y desmembrarla si fuese necesario.

Me costaba respirar... Apreté con fuerza la mano de Delia que no se había soltado de la mia cuando la chupasangre la había abrazado.
Mire a Damon con hostilidad, pero no hacia él, sino hacia la mujer. Esta noche estabamos del mismo lado aunque fuese por un rato.
Seguia vigilando tenso a la mujer y apretando la mano de Delia.

Aparté a Nadia de mí con cuidado, sin hostilidad - Lo siento, pero no tengo primas... Y no me gustan los abrazos- respondí seria mirando a Damon unos segundos y luego a Nadia.

-Ninguna conocida hasta ahora y vaya, a mi me encantan los abrazos, sobretodo en familia.- miré a todos con arrogancia y divirtiendome a la vez, era de chiste notar como mi tío y el perro estaban en guardia, vigilandome.

Me giré hacia Damon diciendole -¿Conoces a este chico tío? No seria muy responsable por tu parte dejar que Delia se fuera con alguien que no conoces y con ese perfume.- mientras le miraba con superioridad, aprovechandome de la situación

Delia, puedes pasar la noche en casa de David- asentí ante la petición de ella y miré a Nadia cuando habló - No me hables de responsabilidades. Y ya te dije que lo que haga yo con mi sobrina es cosa mía y no tuya. - respondí rudamente.

Estiré mi cuerpo, haciéndome notar, para que la vampira arrogante se diese cuenta que no tenía nada que hacer y que si estabamos tensos era por Delia, no por nosotros en sí.
- Ya esta, Delia, vamonos- dije tranquilamente y en tono calmado- No te preocupes Damon, cuidaré de ella. - dije con voz profunda. Aquello no me gustaba, pero debia ser asi.
Respiré haciendo caso omiso a los comentarios de la chupasangre.

Gracias Damon, voy a por algo de ropa limpia-dije esperando a que me dejasen entrar - No tardaré Dave - dije sonriéndole y entrando en casa, subí las escaleras corriendo y preparé en una bolsa de deporte algo más que una muda. Y preparé un neceser con mis cosas básicas de aseo.

Al dejarnos Delia me dirigí hacia Damon -Claro, tienes razón no debo decirte si debes dejar ir a Delia con este perrito. Imaginatelos, los dos esta noche abrazados, él olisqueandole todo el cuerpo, marcandola, haciendote creer que es de su propiedad.- me acerqué al oido de Damon para susurarle -Por eso la tienes bajo la protección de los Vulturi, para evitar hacerle daño tú, con ese olor tan apetecible que tiene...- miré al licántropo -No le hagas pis encima ¿de acuerdo?-

La insolente vampira empezaba a sacarme de quicio. Me giré hacia ella agarrándola por el cuello y sujetándola contra el marco de la puerta alzándola - Escúchame bien, porque no te lo voy a repetir otra vez. Deja de inmiscuirte en los asuntos que no te conciernen. Delia se irá con el licántropo, porque yo me ocuparé de ti esta noche. Y limpiaré de una puta vez el apellido Salvatore de indignos como tú - amenacé a la vampira, soltándola y dándole un leve empujón.

Cruce mis brazos sobre el pecho.
- Sobre la única que mearía es sobre tí, encanto. - dije con bastante mala leche.
Mire hacia las escaleras. Delia no tardaría en bajar. Segui contemplando la escena, algo mas calmado pero sin bajar la guardia.

En cuanto tuve la bolsa preparada, bajé las escaleras pasando entre Damon y Nadia. Apoyé mi mano en la mejilla de Damon y le besé con suavidad - Que descanses tío-dije mirando a Nadia con cara de pocos amigos - ¿nos vamos Dave? - pregunté mirándole con una sonrisa en los labios.