Habitación de Jane

¿Sabes? Mejor, dejaré que sea una sorpresa- sonreí besándola en los labios con suavidad.

Arqueé una ceja indignada.

- Vaya... tanto para eso... - dije poniendo morritos y sentándome en la cama.

Me giré hacia Damon, me encantaba verlo en mi cama, rodeado de mis cojines, esperándome a su lado. Era endiabladamente guapo pero vampiro. Era encantador pero vampiro. Era tremendamente pasional pero vampiro. Mi parte racional decía que me alejase, los vampiros no convienen a los humanos. Pero el resto de mi ser estaba profunda y totalmente atraído por él.
Ladeé la cabeza.

- Entonces... me has dicho antes que no tienes hambre, ¿verdad?- dije mordiéndome el labio mientras me acercaba a su cara.

Asentí - Siempre tengo hambre... pero no tengo la necesidad de alimentarme - la miré sin moverme, dejando mi mano relajadamente sobre mi pecho (Igualito a la firma )

- Ammm... - fruncí el ceño- ¿Eso quiere decir que si ahora me acerco demasiado a tí puedo acabar mal?- dije inclinándome sobre sus labios para besarlos dándole un pequeño mordisco en el labio inferior.

Siempre puede acabar mal... pero si quieres tentar a la suerte... Deberías primero beber de mi sangre... No me gustaría perderte para siempre-susurré devolviéndole el beso, pasando la mano por su nuca con suavidad

- Bueno... -suspiré- ¿Tiento a la suerte o no?- dije sonriendo maliciosamente mientras me humedecía los labios con la lengua.

Sólo tienes que decirme que quieres mi sangre, y te la daré gustosamente - le susurré

- ¿Me das un poquito de tu sangre?- dije poniéndome de rodillas en la cama casi de un salto quedándome a escasos centímetros de su cara.

Sonreí acercándome la muñeca a mis labios, me mordí con firmeza y se la ofrecí a Jane - Bebe mi pequeña - le susurré

Como ya venía experimentando desde días atrás, la sangre de Damon era más potente que cualquier vitamina o inyección de adrenalina. Agarré su muñeca firmemente mientras el denso líquido descendía por mi garganta. Mi respiración era cada vez más pesada y entrecortada. Pasados unos minutos me separé pasándome el dedo por la comisura de los labios para limpiarlos mientras recuperaba el aliento sonriendo a Damon.

- Ya- dije como una niña que acaba sus deberes.

Le indiqué con el dedo que se acercase a mí sonriéndole, esperándola para poderle besar.

Me acerqué gateando por la cama hasta llegar a la altura de Damon. Me senté de rodillas y pasé mis brazos por su cuello, anudándolos mientras le daba un largo y apasionado beso jugueteando con su lengua mientras mis dedos acariciaban su cabello.

Rodé sobre mi cuerpo quedando Jane debajo de mí. Mi mano juguetonamente ascendía por su cadera hacia su pecho. Debía acostumbrarme a este tipo de juegos con una humana. Mis labios besaban los de Jane intensa y sensualmente, jugueteando con su lengua y con su labio inferior, el cual mordí levemente pudiendo saborear su sangre. Algo que hizo que mi cuerpo reaccionase.

Me aparté levemente lamiéndome la herida del labio.

- ¿Te vas a portar bien?- le pregunté mientras mis uñas se deslizaban por su abdomen.

¿No quieres que sea un chico malo? Pensé que eso te gustaba...-susurré apartándole el pelo de la cara con mis manos, besándola en los labios de forma intermitente

- Bueno... pero no demasiado malo... - dije dejándome llevar por sus besos mientras me sentaba sobre él anudando mis piernas a su cintura.

Deslicé mis manos por la cintura de Jane acariciando su cuerpo bajo la fina camisa - Me encanta la calidez de tu cuerpo- susurré ascendiendo con mi mano hacia su pecho

Suspiré ante las caricias de Damon.

- Y a mí el escalofrío que me producen tus manos en cuanto me rozan... - dije mordiéndome el labio y echando la cabeza hacia atrás.

Descendí con mis labios por el cuello de Jane, rozando con mis colmillos la fina piel que separaba el manjar de mis labios. Mis manos ascendían levantando la camisa de ella para quitársela.

Levanté los brazos irguiendo mi espalda hacia atrás despojándome de la camisa quedando semidesnuda y despeinada.

Deslicé mi mano hacia el torso de Damon y comencé a desabrochar lentamente cada uno de sus botones mientras lo miraba con una sonrisa maliciosa.

¿Tu madre tiene que venir esta noche?-pregunté besándole por el hombro y el escote con suavidad.

- Vendrá, pero no sé a qué hora... - dije mientras desabrochaba el último botón de la camisa.

Deslicé mis manos por el torso de Damon, mientras me mordía el labio y sonreía maliciosamente. Me tumbé sobre su pecho para que sintiese mi calor.

- ¿Por qué lo preguntas?- dije arqueando una ceja.

No me gustan las interrupciones-susurré deslizando mis manos por la desnuda espalda de Jane, descendiendo y colándome bajo sus pantalones juguetonamente

Me erguí al notar su mano en mis pantalones. Me sonrojé levemente al tiempo que un escalofrío recorría mi espalda.

- Bueno... es algo que hay que tener en cuenta... Suele llegar tarde, pero llega... -dije encogiéndome de hombros algo apenada.

Insisto... vente a vivir a mi casa, al menos a pasar algunas noches.-susurré a su oído mordiéndole el lóbulo de la oreja, mientras mis manos iban bajando el pantalón de ella lentamente, sin dejar de rozar con mis dedos su fina y cálida piel.