En el hospital [libre]

Era un día común y corriente no había casos particulares, lo de siempre rasguños, niños con partes del cuerpo rotos, gripes, dolores estomacales, etc.
No había nada interesante y algo importante que tratar.

Estaba en la sección de pediatría cuando me llego el efluvio de otro vampiro, y no era uno de los míos, le entregue el historial clínica a la enfermera y salí a su encuentro.
Ella también se sorprendió al verme no esperaba encontrar otro vampiro por aquí.

- Buenos días, por favor sigame, antes de que alguien salga herido - le dije mientras esbozaba una sonrisa y la dirigia a mi consultorio

*me quedé parada en el lugar donde había captado el efluvio aguzando el oído, sintiendo los pasos de un igual que se acercaba...unos momentos después dobló la esquina del pasillo un vampiro de cabello rubio y aspecto amable. Al parecer era conocido por todos en el lugar, pues lo saludaban con cordialidad al pasar...y vestía un guardapolvos blanco abotonado al frente.

Asentí con una sonrisa a modo de saludo y lo seguí con paso tranquilo pero decidido por donde me indicó.
Ingresamos por una puerta blanca y de aspecto importante en la que colgaba una placa dorada que rezaba "Dr. Cullen" la miré brevemente al pasar pero no comenté nada al respecto*

- Tome asiento por favor - le indique la silla que estaba a un lado de el escritorio - Soy Carlisle Cullen, doctor de este hospital ¿Qué te trae por aquí?, supongo que no vienes a consulta médica - le dije con una sonrisa discreta.

- Por favor llámame Carlisle - la miré - vaya ¿jamás oíste que la curiosidad mato al gato? - le dije aun sonriendo - ¿vienes de paso?

*reí con suavidad*

-Sí, lo he oído...peor como aún no he muerto...

*me encogí de hombros y miré a mi alrededor. El despacho de Carlisle no era suntuoso, pero eso no quitaba que estuviese decorado con clase y buen gusto...al parecer era una persona importante en el Hospital. Mientras observaba la biblioteca cargada de libros que el doctor tenía a su espalda le contesté*

-digamos que ahora sí estoy de paso...quiero decir, por la ciudad... he venido a recoger algunas cosas que quedaron en mi antigua vivienda, para concretar mi mudanza definitiva...

*luego, volví a centrar mi mirada en su rostro...*

-y...Carlisle, hablando de curiosidades...¿cómo es que uno de nosotros puede ser...doctor de humanos?...¿no es eso algo arriesgado?...

*pregunté con interés mientras acercaba la silla un poco más al escritorio*

Vi como me miraba con curiosidad cuando toco el tema de "ser doctor de personas".
- Es que no me alimento de ella - me encogí de hombros - años y años de práctica, parece ser que e logrado inmunidad al olor, ya no se me apetece, lo mio es ayudar a la gente - le dije aún sonriendo -
- Verás mi familia y yo consumimos sangre de animales, nos llamamos vegetarianos

Le sonrei.

- Esta bien para hablarte de esto tengo que contarte como empezó todo - suspire - Fui criado en un tiempo de persecución religiosa contra los católicos y personas de otros credos. En aquella época, mi padre lideró numerosas revueltas en contra de las brujas, los licántropos y vampiros, cuando fui suficientemente mayor mi padre me colocó al frente de las razzias pero yo era muy meticuloso y no levantaba falsos hasta no estar seguro - sonreí al recordar a mi padre - Localice un aquelarre de vampiros que vivían ocultos en las cloacas de la ciudad, escapó uno -volví a suspirar - pensé que estaría demasiado hambriento para atacar y lo perseguí, un error muy tonto ya que nos atacó, me escondí por que sabia como reaccionaria mi padre, cuando supe que me había convertido en vampiro, intente suicidarme pero es imposible- sonreí- Me negaba a beber sangre humana y decidí exiliarme para no poder hacer daño a nadie. Una vez, delante de la cueva en la que me ocultaba, pasó una manada de venados y los ataque sin siquiera pensarlo. La «sed» me llevó a alimentarme de los venados y así descubrí que se podía vivir de otra manera además de la sangre humana, después estudie medicina y durante dos siglos desarrolle inmunidad a la sangre humana, y conseguí convertirme en doctor, claro que no soy el único mi esposa e hijos también lo practican.

*escuché asombrada su relato...era la primera vez que oía algo semejante y me admiré por el valor que aquel hombre tenía. Era fascinante saber que había una alternativa a lo que había estado cuestionandome durante tanto tiempo.*

-Mi creador y mentor, tenía otras ideas respecto de la alimentación y del valor de la vida de los seres humanos...

*comenzé a contarle mientras me refregaba las manos*

-...el único estilo de vida que conocía era el que él me había enseñado, hasta que....

*tomé aire, pues la partida de Thomas aún me dolía en lo más profundo de mi ser, retomé mis palabras*

-...hasta que nos distanciamos y comenzé a recorrer mi propio camino en la no-vida. Los rumores que había escuchado hacía años y mi creador había acallado, seguían resonando en mi cabeza...

Camine hacia ella y le toque el hombro.
- Sabes me recuerdas un poco a mi nueva hija, también ella habia oido rumores acerca de nosotros, nos busco por tanto tiempo y por fin nos encontro, yo te ofrezco un lugar en nuestra familia, si lo deseas - le sonreí - todo el que quiera, se le recibe con los brazos abiertos, aunque deberas dejar de tomar completamente sangre humana, mi familia no solo esta compuesta por vampiros, también hay licántropos, humanos e híbridos, si eso no es un problema para ti, me encantaría tenerte en mi familia

*me abrumaron las palabras cálidas y afectuosas de Carlisle...no supe qué responder por unos cuantos segundos...no había venido aquí a pedir asilo, jamás se me había ocurrido esa posibilidad...igualmente me conmovía el ofrecimiento...se notaba que era un "vampiro de bien" si cabía el término...
Los pensamientos corrían a una velocidad vertiginosa en mi cerebro, de pronto me tuve una visión de mi en un lugar desconocido, rodeada de extraños que me observaban y que extendían sus manos hacia mí en señal de ayuda, la verdad era que no me sentía preparada para eso...o por lo menos no tan pronto, tan de golpe.
Otra cosa que me sorprendió fue la facilidad de aquel hombre para acoger desconocidos*

-Disculpa que pregunte, creerás que soy corta de entendimiento pero me has pillado por sorpresa...¿le estás abriendo las puertas de tu hogar a una completa desconocida?...¿cómo sabes si estoy siendo sincera contigo o no?

*pregunté con la sorpresa aún grabada en mi expresión*

Le sonreí.
- Claro que te estoy abriendo las puertas, después de todo, todos nos merecemos una segunda oportunidad - le sonreí - si tu quieres cambiar, nada ni nadie te detiene, e descubierto al paso de los años que se creía que nosotros eramos unos monstruos, pero en nosotros también rige la parte humana y con ella los derechos.

*asentí seriamente y medité unos minutos...no quería mudarme del lugar en donde me había asentado por fin, hacía tan poco tempo. Y tampoco me sentía preparada para ser el conejillo de indias al que todos observaran las 24 hs. del día....así que respondí intentando no herir la amable propuesta que me había hecho*

-Sabes, Carlisle...Me siento muy halagada por tu confianza en mi, pero preferiría acudir a tu casa sólo de visita...para que me aleccionen y todo eso...

*miré por la única ventana del despacho pero sin ver más allá de las cortinas que la cubrían haciendo que lo que había afuera perdiese nitidez, sólo contemplé la luz que ingresaba por la misma*

-hace poco tiempo he establecido mi residencia bastante lejos de aquí...pues...Forks me trae recuerdos dolorosos....

*dejé la frase inconclusa*

Aunque no podía llorar vi en su cara e sentimiento de una tristeza muy profunda en su ser, no era quien para preguntarle cosas que seria dolorosas e innecesarias, me acerque le toque un hombro y sonreí.
- Bien esa es tu decisión nadie te puede obligar a nada, cuando quieras puedes ir a visitarnos a la casa, se te recibirá con los brazos abiertos

*le sonreí y asentí con la cabeza...acradecí su gesto cálido hacia mi cuando colocó su mano en mi hombro*

-Te lo agradezco...ya que estoy en la ciudad, tal vez deba ir hoy o mañana...

*dije en voz alta pero a modo de pensamiento. Me puse de pie y me paré frente al doctor...*

-Creo que no me aprovecharé más de su valioso tiempo Carlisle...

*le sonreí y adelanté mi mano para estrechar la suya a modo de despedida*

Le estreché la mano.
- Claro serás bienvenida cuando quieras - sonreí.

Me adelante a abrirle la puerta de mi consultorio.
- Al contrario fue lindo conocerte, ven a visitarme cuando quieras