A comer...

Faltaba poco para llegar al restaurante. Desceleré y le tocaba la pierna con una de mis manos a Erika.

Cuando llegamos al restaurante aparqué justo delante de la puerta. Era una de las ventajas de tener moto: aparcar entre coche y coche.

Apagué la moto.

El viaje fué agradable, cuando llegamos me incorporé un poco quitándome el casco sin bajar de la moto aún. Al quitármelo sacudí la cabeza moviendo mis rizos y pasándome la mano por el flequillo apartándolo un poco - Podrías haber corrido un poquito más - dije bajando de la moto y esperando a Ryan

Me quité el casco -Veo que te gusta la velocidad. A la vuelta correré un poco más ¿vale?- le contesté. Bajé de la moto y aseguré la moto con las cadenas.

Una vez que terminé le cogí el casco a Erika para llevarlo -¿Vamos?- le dije mientras.

Alcé la mirada hacia el letrero - ¿Un italiano? - pregunté caminando al lado de Ryan

-¿Te gusta la comida italiana?- le pregunté avanzando casi parándome en espera de su respuesta.

Me encanta- subí las escalerillas de la entrada entrando y esperando a que el Maitre nos llevase hasta una mesa para dos.

Se me quitó un peso de encima al oir que le encantaba la comida italiana, por un momento pensé que la odiaba y que yo habia metido la pata hasta el fondo.

La seguí con los dos cascos en una sola mano y esperé junto a ella que el maitre nos atendiese. Estaba casi vacio ya que era un día entre semana.

Cada vez que veía el cuadro de las orejas me entraba la risa ¿Cómo era posible que un sitio algo elegante tuviera ese cuadro? pensaba.

Se nos acercó el maitre y nos sentó en la parte de atrás del restaurante. Era más acogedor y con las luces un poco bajas y donde se oia más la música de piano que habia de fondo. -¿Te parece bien aquí?- le pregunté.

Es perfecto- dije desabrochándome la cazadora y colgándola en el respaldo de la silla junto con mi bolso, colocándome la camisa que se me había subido un poco - Nunca había venido aqui

-Yo tan sólo es la segunda vez y me gustó mucho, así que por eso te he traido.- le dije mientras me quitaba la cazadora y la colgaba en el respaldo de la silla y dejaba los cascos en la silla que quedaba libre.

Me senté y cogí la carta que estaba frente a mí, se acercó uno de los camareros para preguntarnos que queriamos para beber.

Yo tomaré vino tinto-dije tomando la carta y ojeándola.

-Yo una cerveza sin alcohol.- le dije al camarero y volviendo la vista hacia la carta no pudé evitar mirar a Erika.

Cerré la carta dejándola sobre la mesa y pillando a Ryan mirándome - ¿Qué miras? - pregunté de forma directa

Me decidí a tomar unos ñoquis a la boloñesa y mientras Erika me preguntó que miraba le contesté -A ti.- cerré la carta y me apoyé sobre la mesa mirandola con sonrisa picarona.

Cuando el camarero se acercó a tomarnos nota lo miré - Yo voy a tomar Fusilli di mare - dije volviendo a mirar a Ryan - ¿Y te gusta lo que ves?

-Yo tomaré ñoquis a la boloñesa.- le dije al camarero sin quitarle la mirada de a Erika. -Sí, me gusta lo que veo.- le contesté.

¿Y en qué piensas?- sonreí llevándome la copa de vino a los labios, saboreándolo.

-Adivina.- le guiñé el ojo mientras se lo dije y me apoyé en el respaldo de la silla desaciendo la servilleta.

No soy muy imaginativa-rspondí dejando la copa sobre la mesa.

-Tal vez te lo diga luego.- le dije mientras cogia mi bebida para darle un sorbo -Dime, ¿qué tal te va todo?.- le pregunté cambiando de tema pícaramente -Por cierto, mi morada ya esta acabada.- le comenté.