Diagnóstico

Llevaba ya bastantes días que me sentía mal. Tenía el estómago revuelto y tuve fiebre un par de días. No estaba segura de que fuese por mi cambio, quizás estuviese empezando a manifestar los síntomas de una futura gripe. Acudí a la consulta del médico de urgencias a buscar las analíticas que me habían realizado hacía una semana. A pesar de hacer ya más de siete días que me encontraba mal, había perdido un poco de peso, y al ser de complexión pequeña, se me notaba bastante. La falta de apetito no me ayudaba mucho. La pérdida de mi única amiga en aquel lugar tampoco me estaba ayudando mucho... Damon también se había ido por motivos de trabajo, o al menos eso me dijo... Estaba completamente sola, sólo tenía a David, y tenía miedo de agobiarlo por estar todo el tiempo con él...

Me senté a esperar al médico, no dejaba de mirar el móvil de vez en cuando. Supongo que en el fondo, añoraba las incesantes llamadas y mensajes de Damon... Esos que me enviaba antes de que empezase a salir con Jane....

Suspiré y el médico finalmente entró en la consulta con los resultados.

Buenos días, señorita Salvatore- dijo el médico

Buenos días, doctor-respondí siguiéndole con la mirada. No le había dicho nada a nadie que iba a hacerme unas analíticas, ya que no le daba mayor importancia.



Bien, veamos- dijo el doctor sentándose en su butacón - Tiene un poco de anemia, pero eso es normal...- dijo alzándo la mirada y levantándose preparando un ecógrafo - Por favor, túmbese en la camilla. Me gustaría hacerle una ecografía.

Miré al doctor sin entender muy bien - P-pero... ¿algo va mal?-pregunté asustada.

Es una simple ecografía, para descartar cualquier dolencia abdominal- respondió el doctor.

Me subí en la camilla levantándome la camiseta. Encogí el vientre al sentir el frío gel sobre mi piel, y seguidamente la presión del ecógrafo. Entonces empezaron a salir imágenes sin sentido para mí en el monitor.

¿Ve esto de aquí?- me dijo señalando un pequeño punto en el monitor, a lo que yo asentí - Este puntito es el motivo de su anemia, de su mal estar, etc. Señorita Salvatore, está embarazada de cinco semanas- dijo congelando la imagen y sacándola en papel. Limpiándome el abdomen mientras se imprimía la ecografía.

Embarazada... no podía creerlo. No sabía si echarme a llorar, abortar... seguir adelante... No lo sabía...

Sonreí por compromiso bajándome la camiseta y bajando de la camilla. El médico me dió unas instrucciones a seguir, junto con una cita para dentro de tres semanas. Dentro de un sobrecito me entregó una copia de las analíticas y la ecografía.

Recogí mis cosas y tras despedirme salí de la consulta deteniéndome en la puerta y sacando del sobre la ecografía, deslizando mi dedo por encima acariciándola. En ese momento una lágrima recorrió mi mejilla hasta caer sobre el papel marrón del sobre.

Había ido a visitar a un viejo amigo de mis padres que se encontraba ingresado en el hospital. Había sufrido un infarto al igual que mi padre, y por un momento volví a revivir el aciago sabor de la experiencia. Me dirigía hacia la puerta de salida, con el ceño fruncido y la nariz arrugada por la horrible peste que desprendía por todo el hospital el Dr. Carlise Cullen.
Y de repente una ráfaga de un efluvio conocido me inundó al pasar junto a una de las consultas. La puerta estaba cerrada, y apoyé mi oreja en la puerta para saber si había alguien. Al comprobar que unos pasos se acercaban presurosos, corrí y me acerqué a uno de esos puntos de información llenos de papeles sobre hábitos saludables, intentando disimular.
Sigilosamente me fui girando hasta ver de reojo que era Delia, portando un sobre en sus manos y rígida mirando al suelo. Me quedé mirándola ya de frente, hasta que el silencio se me hizo doloroso.
¿Qué...qué demonios haces aquí Dels? ¿No te ha pasado nada verdad? -pregunté asombrada y protectora, examinándola de arriba a abajo-

Respiré profundamente guardando la ecografía en el sobre. Alcé la mirada y me sequé las lágrimas sonriendo - Hola Leah, tranquila, estoy bien... Sólo tengo un poco de anemia. ¿Qué haces aquí?- pregunté intentando aguantar el tipo.

Pues visitando a un amigo de la familia...-dije apenada- ¿Seguro que va todo bien? Nunca he visto a nadie llorar porque tenga anemia Dels...ya sé...¿te ha mordido el cuervo de Damon no? Se ha alimentado de ti, y por eso estás tan débil...-bufé dando un puñetazo contra la pared de los folletos-

Me mordí el labio inferior, estaba a punto de romper a llorar. Negué levemente abriendo el sobre y sacando la ecografía enseñándosela a Leah - Por favor... no digas nada - susurré

Intenté descifrar el contenido de la ecografía, enfocando y abriendo los ojos a intervalos. No entendía nada.
¿Qué es este punto tan pequeño?...Uhm, dios ¿no tendrás un tumor pequeña?...-pregunté intentado leer las letras pequeñas al borde de la ecografía-
Delia Sal..va...tore...eco...vientre...10 milímetros....feto...-repetí lentamente letra a letra, intentando descifrar y abrí los ojos como platos- ¿Un bebé? -exclamé clavada en el suelo-

Asentí levemente apretando los dientes, inspiré profundamente para no romper a llorar - E-estoy d-de 5 semanas.... - susurré

E...eso, eso está bien Dels...-tartamudeé aún sin poder reaccionar- Porque...tú lo quieres tener ¿verdad? -pregunté temerosa e intentando tranquilizarla, posando mi mano en su hombro-

No pude aguantar más y rompí a llorar abrazándome a Leah desconsolada. Mi mundo se venía abajo cada vez más deprisa

Se avalanzó sobre mí, y sentí cómo se me encogía el corazón. Me importaba realmente los sentimientos de aquella humana, y una pena agobiante comenzaba a invadirme. La abracé con fuerza, intentando calmarla. La mecí y le acaricié la cabeza suavemente. Venga pequeña...no pasa nada...schhhhhh...-susurré hasta que poco a poco el llanto incontrolado se convirtió en unas convulsiones silenciosas-
Te sacaré de aquí...no es buen sitio para estar, créeme. ¿Quieres ir a la cafetería o te saco fuera del hospital? -pregunté agarrándola de las dos manos-.

¿Puedes acompañarme a casa de David?-pregunté mirándola a los ojos

Por supuesto...-afirmé tajante- Y si necesitas apoyo, bueno...yo no soy muy afectuosa, pero sé pegar buenas palizas...-sonreí nerviosa cambiando la mirada-

Gracias-dije guardando en el bolso el sobre y caminando hacia el aparcamiento para ir en coche a casa de David.