A trabajar...

-Tío, te seré sincero...- me quedé en silencio y le pusé la mano sobre su hombro y le dije muy seriamente -Parece Milhouse de los Simpson moviendo así las cejas. Es intrigante.- y no pudé evitar hecharme a reir a carcajadas

-Nos conocimos en Starforks así que o me la llevo con la moto a Port Angeles o a mi casa porque en Forks lo único que hay son bares.- le expusé -Le prometí que le daria una vuelta en moto enseguida que tuviera otro casco y ya lo tengo.- al decirle esto último le imité moviendo las cejas rápidamente.

- ¿Milhouse? - dije moviendo las cejas divertido- Me gusta... -dije riendo- Llévala a Port Angeles en moto y luego a la 'Bella Italia', ¿te acuerdas? Es el restaurante al que fuimos con Delia y Jane. Seguro que la conquistas.

-Espero que le vaya bien. Dice que a las cinco tiene que estar en otro sitio.- le recordé -¡Ah! haré una cena en mi casa espero que Delia, Jane y tú no me falleis ¡Cocinaré yo! y antes de que te adelantes te diré que soy un buen cocinero.- le dije mientras me frotaba los dedos con orgullo en el pecho.

- Hasta que no lo vea no lo creeré - dije riendome.
Luego pensé en donde vivía, junto a la chupasangres. Suspiré pero aguanté el tipo.
- Bueno... ¿y cuando vas a organizar esa cena? - pregunté.

-Este fin de semana lo más seguro ¿por qué? ¿ya tienes planes?- le pregunté con ojos de cordero degollado. También noté que se pusó raro y recordé la actitud que tuvé con Nadia en el restaurante cuando conocí a Delia y Jane.

-Cocino mejor que tú chaval.- le dije desafiándole a que no me contestará que no a la cena.

- Bueno...-asentí- Tu casera, ¿dejará que cocines?¿Sabe el riesgo que conlleva que te dejen hacer fuego? - añadi burlón.

-Tengo vitrocerámica. Mi casera es de lo más símpatica, me dio el pisito de encima del garage para mi sólo. Es como si fueramos vecinos.- le conté

-¿Tienes miedo de que te guste tanto lo que te cociné que quieras venir a vivir conmigo?- le dije mientras sacaba el móvil para escribir un sms de nuevo si no me lo quitaba Dave.

- Claro, sabes que siempre te he amado en secreto y lo mío con Delia es una tapadera- dije estirando el cuello para ver qué escribía en el móvil.

-Eres peor que una mujer cotilleando.- le dije al ver que escribia en el móvil -Le escribo a Jane haber que tal esta y si vendrá a la cena.- le miré

-Que sepas, que yo también te amo tonto.- le dije mientras empezaba a subirle la mano por la espalda en broma.

- Mariconadas las justas... - dije apartándome de sopetón- Así me gusta... que tengas amigas. Hemos de aprender a ver a las mujeres como amigas también y no sólo como posibles... eso... -dije en una carcajada.

Me imaginé que pararia con el cachondeito del te amo no te amo -Yo no miro a todas las chicas como posibles... eso...- le dije sonriendo.

-Bueno tío ¿te has sentido muy sólo estos días sin mi? ¿qué has hecho de sano y no tan sano?- le pregunté interesandome por él. Queria saber que tal le iba con Delia ya que David me cae genial y no quiero que lo pase mal por nada.

- Sinceramente -hice una pausa- no te he echado de menos- dije partiendome de risa-. He estado todo el rato con Delia... es genial... hacía tiempo que no me sentía bien. De hecho, creo que nunca había estado así de bien... -dije parando de hablar al notar que estaba empezando a parecer un cursi.

-Tío me alegro. Mientras esteis de p... genial eso es bueno.- le dije sinceramente -Yo sólo la he visto dos veces espero que me dejes conocerla más.- le dije con sinceridad

SMS a Jane

Hola Jane ¿qué tal? cuanto tiempo sin saber de ti desde el botellón. Mi casa ya esta terminada, estoy pensando en hacer una cena. Espero que no me falles. Besos.

Acabé de escribir el sms para Jane y le di a enviar.

- Que soso eres... joder... tenías que haberle puesto algo más como 'Hola wapetona' o un '¿Como va eso, bombón?' Así seguro que dice 'No, gracias, prefiero quedarme en casa viendo la Ruleta de la Fortuna...- dije poniendo los ojos en blanco.

Guardé el móvil en el bolsillo trasero de mi vaquero -No veo que a ti te moleste que sea soso.- le dije -Además necesito amigos ahora despues de lo que me pasó en Seattle. Aún no me he sentado a hablarlo contigo.- agaché la cabeza mientras le decia esto -Tampoco a surgido el tema. Pero en fin ¿el sábado cena en mi casa? no valen excusas.- le dije.

- Ryan... ¿Qué te pasó en Seattle? - dije dando pequeños golpes en el mostrador para que se apoyase conmigo y charlasemos tranquilamente.

-¿Por dónde empizo David? Es duro para mi la verdad.- le dije con sinceridad

-Para empezar, desde que tengo recuerdos mi madre esta en la cárcel una y otra vez por tráfico de drogas, madre que no se preocupa por mi. Mi padre es todo lo contrario, siempre pendiente de mi, cuidandome, enseñarme a seguir adelante, resolver por mi mis propios problemas. Desde que era niño siempre me contaba la historia que lo hombre Wetmore descendemos de unos hermanos brujos de Irlanda de los años 1600 más o menos. Siempre me decia que estos eran grandes magos y que tenian el poder de mover objetos y personas con la mente y que yo era el último descendiente. Te puedo asegurar que no muevo objetos con la mente. le contaba apoyando en el mostrador y poniendome nostálgico. -Le ayudé desde que tenia 16 años a trabajar en la construcción, de allí mis conocimientos de restauración y demás. Nunca tuve amigos porque al ir justos de dinero ayudaba a mi padre en el trabajo. A los 18 años se puede decir que pude hacer un poco mi vida, salía de juerga sólo, estaba con chicas de aquí te pillo aquí te mató, tenia algunos conocidos de las discotecas. Cuando tenia 20 años, un día que llegaba de juerga me lo encontré hablando con el sofá sobre los brujos así que me lo llev al médico y fue cuando le diagnosticaron el cáncer de piel el cual se le hizo metástasis y habia alcanzado una parte del cerebro el cúal le provocaba las alucinaciones. El tratamiento fue caro, tuvimos que hipotecar la casa y eso para poder pagar el tratamiento hasta hace más de un mes murió quedandome yo sin un techo en el que poder estar y eso. Por eso decidí venirme a Forks y empezar de nuevo.- le seguí contando -Cuando le diagnosticaron el cáncer fue cuando me hice el tatuaje del lobo en la espalda. Para mi simboliza la fuerte que fue mi padre conmigo desde siempre.- le dije el motivo del tatuaje -Cuando murió, tuve que arreglar papeleo, preparar el funeral, y demás, no tuve tiempo de llorarle hasta que el día que quedé con Jane, al recordarle me derrumbé y llore más que un crio pequeño.- le contaba mirando el mostrador -Ahí tienes el resumen de mi vida.- le miré con una sonrisa forzada y volviendome a ponerme serio y mirando el mostrador.

- Vaya, tío... ¿por qué no me lo habías contado antes? - dije apenado- Vale que siempre estamos de coña, pero también puedes contarme lo que te preocupe, para eso estamos los amigos.- dije poniendo mi mano sobre su hombro.
Comencé analizar la historia. Brujos. Fue la primera palabra que me vino en una milésima de segundo a la cabeza. Tenía que intentar averiguar si por un casual sería una leyenda o era el mismo tipo de brujos que Delia.
- Pfff... ¿brujos? ¿en serio? - pregunté interesado.- ¿provienes de una familia de brujos?

-No te preocupes David, no habia surgido tampoco el tema, tranquilo.- le dije para que no se preocupara

-Eso me contaba mi padre desde que era muy pequeño, historias para ir a dormir.- reí en lo último que dije -Decia que eran unos brujos poderosos y que su principal poder era mover objetos y personas con la mente entre otros. Pero se dispersaron por todo el mundo y que el último descendiente soy yo.- le explicaba -A: no me dijo nunca que mi abuelo moviera objetos con la mente. B: mi padre no movia objetos con la mente. Y C: yo no muevo objetos con la mente. Además, no creo en esas cosas, ni en vampiros, hombres lobos ni nada que se le parezca.- le dije.

- No, si, ya, bueno... - reí algo nervioso por su comentario final aunque no podía evitar que me hiciese gracia, su mejor amigo era un licántropo y vivía bajo el mismo techo que una vampira- Conozco ese tipo de historias. En la reserva también se suelen contar, ya sabes, indios supersticiosos y tal. Tienen hasta libros y todo. ¿Tú tienes algo?

-Libros más viejos que tu y que yo, y la mayoria estan en irlandés pero los guardo porque mi familia los ha tenido desde siempre.- le dije

-¿Qué historias cuentan los indios?- le pregunté curioso.

- Pfff... poco más o menos lo que tú dices. Que los primeros habitantes de la tribu descienden del dios lobo Owayodata.- dije poniendo los ojos en blanco- Pero resulta curioso. Me gustan ese tipo de historias. Si no te importa algún día me podrías enseñar esos libros, el día que vayamos a cenar a tu casa, si quieres, vamos... -dije bastante alegre.

-Claro, ningún problema. Si los entiendes me lo traduces.- le dije -A mi también me gustan este tipo de historias sólo que no creo que puedan ser verdad ¿Un hombre que se trasforma en milésimas de segundo en un lobo? es físicamente imposible. Mira el gusano, tiene que pasar por un proceso de días para convertirse en mariposa.- le expliqué.

- No le des más vueltas... son simples leyendas. Los quileutes tenían que hacer algo para distraerse cuando no podían salir por las lluvias. Recuerda que hasta hace nada no llegaba la tele por cable a la reserva.- dije riendo- ¿Cómo que hay que traducirlos?- pregunté sorprendido. - ¿En qué idioma están?

-Estan en irlandés antiguo.- le dije -¿Qué comeis tú y Delia? ¿De todo?- le pregunté ya que estaba pensando a la vez que hacer para cenar el día de la cena.