Habitación de Jeremy

Respiré tranquila, reaccionando ante la situación. ¿Sabes que eres como mi polo opuesto? Mientras yo soy una histérica, tú pareces tranquilo y como si nada pasara...me sacas de mis casillas ¿sabes? -sonreí mientras le daba pequeños golpecitos con el dedo- Te estás buscando una buena tunda forastero...-sonreí de medio lado-

Oh! por favor no me lastime!-dije alzando las manos a modo de rendición

¿Lastimarte? Vas a suplicar que pare...voy a ser una loba muy mala contigo...-afirmé mientras le desabrochaba el primer botón de la camisa con la que se había vestido-

¿Que estaba haciendo? me puse rojo como un tomate, empezaba a tener calor, no sabia que me iba a pasar. Permaneci rigido mirandola a los ojos

Seguí desabrochando el segundo botón, y tras él el tercero...así hasta que lo dejé con el torso al desnudo. Acaricié su pecho con suavidad y lo miré a los ojos sin verguenza alguna.
Bien...¿y ahora qué crees que debería pasar? -pregunté pícara dirigiendo mi mirada al cordón que ceñía la cinturilla de su pijama-

¿Estas segura Leah?-pregunte sonrojado, pero con valor de tomar la iniciativa

¿Si estoy preparada para...? -pregunté respirando agitada- Ya sé lo que quieres pillín...¡¡¡quieres que te llene de cosquillas!!! -grité divertida mientras caía sobre él-

Me habia dado cuenta de que aquello iba muy enserio, de que mi provocación había funcionado, y de que me había sofocado ante la pregunta de Jer. La única salida que había visto era desviar el tema y no forzar una experiencia tan importante como aquella. Tenía que dejar de bromear con el tema.

Sujete con firmeza las muñecas de Leah mirando a los ojos, gira sobre mi quedando encima de ella, ponienco sus manos a la altura de su cabeza, aprisionada por mi - No pensaba en eso precisamente - susurre agachandome un poco sobre ella besandola con suavidad en los labios, deleitandome con cada milimetro de su piel

Saboreé sus besos, y en cada parada intermedia para tomar aliento no podía evitar respirar entrecortadamente. El corazón me bombeaba muy deprisa, y el calor que desprendía su piel a unos centímetros de la mía me hacía vibrar.
Estaba totalmente absorta en sus ojos, y lo deseaba, de una forma tan desesperada que me hacía enloquecer. Nunca me había sentido así, nunca cada poro de mi piel había clamado tanto por una caricia, nunca había deseado sentirme dominada. Había abandonado mi voluntad a la suya, y no me arrepentía en absoluto.
Jer...deberías parar...o habrá una explosión nuclear en tu habitación...-susurré entre sus labios, intentando racionalizar un poco nuestro primer día juntos-

Lo siento, me resulta imposible separarme de ti-susurre besandola de nuevo

Lo miré un segundo después de su beso, e intenté revolverme, pero Jer era fuerte y yo no me sentía capaz de sacar mi parte más agresiva, todavía menos con él.
Todavía estás muy lejos de mí Jer...-susurré aflojando la rigidez de mis muñecas y haciéndolo caer con su peso sobre mi cuerpo- Hola pequeño, bienvenido...-dije sin que hubiera ni un milímetro de distancia entre su cuerpo y el mío-

Mi cuerpo se erizo por completo, senti mis labios rozar los de ella subitamente y me estremeci - Tan de cerca eres aun mas hermosa- susurre mirandola a los ojos

¿Preciosa yo? Se nota que me ves con ojos de imprimado…-sonreí dulcemente-
Después le di un beso lento, saboreando cada pequeño instante, sensación y milímetro de sus labios, al mismo tiempo que mis manos se deslizaban por su espalda bajo su camiseta, intentando explorar cada pequeño rincón de su piel desconocido para mí, entre respiraciones entrecortadas

Deslice una de mis manos por la cintura de Leah acariciandole el costado, atreviendome a introducir mi calida mano bajo su ropa - Si quieres que pare... solo tienes que decirmelo - susurre mirandola con cariño a los ojos

Mi cuerpo y mi corazón dicen que sigas...pero mi razón grita que pares...¿a quién debería hacer caso? -susurré acariciando su cara con ternura- Jer, yo creo que no...que no estoy lista para esto aún, lo siento...-dije sofocada, levantándome de un golpe-
No podía entender que si él era mi imprimado y yo lo deseaba tanto que me estaba consumiento en mi propio calor, fuera incapaz de dejarlo seguir. Me sentía enormemente frustrada y triste por no entregarme a él. Tan sólo pude agachar la mirada.

Me acerque a Leah y la abrace por la espalda contra mi pecho - Somos jovenes, tenemos toda la vida por delenta y muchisimo tiempo para invertir juntos en lo que ambos deseemos

Lo....lo siento Jer...-alcancé a tartamudear- Quiero pasar mi tiempo contigo, pero soy incapaz de...perdóname por favor...-susurré sin mirarlo, avergonzada por tener tanto miedo a entregarme a otra persona, y a perder de nuevo en el juego-