Una extraña forma de conocerse [Jennifer Marshall]

Había caminado tanto desde Seattle para llegar a Port Angels, mis piernas estaban adoloridas y se me hacían pesadas, el cansancio era notable. Solo quería encontrar una posada para tumbarme en una cama y relajarme por unas cuantas horas, también mi mochila me estaba matando la espalda, por las calles de Port Angels no había nadie, que extraño, mire la hora en mi reloj de mano, 1:27 AM, con razón no había nadie.

Tome mi celular y fui mirando a mis contactos, tenia que llamar a Joao para preguntarle en que calles había dicho que estaba la posada, recordé a viejas amigas que tenia que llamar… Luna, Silvy…. Tantos amigos e amigas. Pocas veces los contactaba, me daba lastima pensar que no los volvería a ver.

De pronto iba caminando tan desconcentrado que choque con una persona, y arto que dolió, ya me estaba preguntando quien era la persona que choco conmigo, pero era una chica, rubia y de tez un poco mas clara que la mía, me sentía horrible al ver que le bote todas las bolsas que llevaba encima, la chica tenia la mirada baja, no sabia si le había escapado una lagrima o algo, me sentí terrible ya que había sido mi culpa todo este choque.

-Oh mierda- Susurre en mi mente –Disculpe señorita déjeme ayudarle- Dije poniéndome en pie

Empecé a ayudarle a la chica a recoger sus bolsas, parecía que había ido de compras por que mire dentro de sus bolsas y todas las bolsas llenas de ropas, accesorios de mujer, etc.

Off: Ropa que lleva puesta Andrew

Estaba de compras con mis amigas en la plaza despues se no ocurrio ir al cine la funcion empezaba a las 11:00 pm asi que salimos a la 1:00 am, platicamos un poco y nos separamos cada quien a su casa.

Dentro de un rato estaba a una cuadra de mi casa estaban vacias las calles, y yo estaba llena de de bolsas de las tiendas a las que entré con mis amigas.

Iba muy distraida, saque mi celular, y le mande un mensaje a una amiga, ya que estaba aburrida,choque con un muchacho y baje la cabeza para que pareciera que me había lastimado o algo por que el golpe fue bastante fuerte, para un humano y mas para una chica, cayeron todas mis bolsas y mi celular.

El dijo que me ayudaria, me agache tambien a tomar mis cosas, y cuando termine, se me ocurrio presentarme para no ser descortes- soy jennifer, mucho gusto, gracias por ayudarme-extendi mi mano para presentarme

vestimenta:

Su nombre retumbo en mi cabeza, Jennifer… Jennifer. Buscaba un apodo u/o alias para ponerle, solo encontré dos Jenn y Jenny, el mote solo lo quería para hablarle con un tono de mayor confianza, al ver que extendía su mano se la estreche mientras mis labios curvaban una sonrisa torcida.

-Es un placer conocerte Jenny, yo soy Andrew- Dije mientras besaba su mano.

Recién me empezaba a dar cuenta que estábamos justo al lado de un bello parque lleno de flora, invite a Jenny a sentarnos en una banca de madera que estaba ubicada dentro del parque y ella accedió, cuando estuvimos sentados quise abrir una conversación.

-¿Eres de por aquí?- Pregunte con un tono de alegría en mi voz.

Tal vez podía tomar ventaja de esta conversación y preguntarle donde estaba la posada que me había indicado Joao, creía que Joao me había dado una dirección incorrecta por accidente.

Tome ventaja de la conversación y pregunte por la posada que Joao me había contado, resultaba que no quedaba muy lejos, mire la hora 1:43 AM no era muy tarde comparado con las veces que trasnochábamos con Joao y sus amigos.

-No, no soy de por aquí, yo no pertenezco a ninguna parte- Mi voz sonaba amarga.

Era la pura y única verdad, yo no pertenecía a ningún lugar, tenia tantas nacionalidades, había aprendido tantos idiomas, tantas artes marciales, tantas culturas que ya no sabia donde había nacido, de donde yo pertenecía.

Tantas aventuras que había tenido pero en ninguna había encontrado a el amor de mi vida, seria por que nunca había conocido a una chica que me interesase, pero Jennifer, la persona que ahora mismo estaba sentada a mi lado había hecho que una emoción o sentimiento que yo jamás había sentido despertara de mi ser.

No sabia si pedirle a Jennifer una cita, era algo apresurado pero se podía, le hablaría sobre eso cuando nos tuviéramos que despedir, pero eso no seria ahora, ahora hablaríamos por un largo tiempo.

Me dio una pregunta difícil de responder, había visitado todo el mundo y me estaba preguntando cual era el mas bello, yo tenia la respuesta indicada pero no creo que le gustaría con aquella respuesta.

-Todos los países tienen sus cualidades y sus defectos- Mis labios se curvaron y dieron a conocer mi sonrisa torcida –Todos son bellos pero todos tienen algo malo dentro de ellos-.

Yo solo daba a conocer mi experiencia por el mundo, todos los países tenían sus cualidades y defectos un ejemplo claro era Italia, tenia ciudades bellas como Nápoles pero la mafia la Camorra había arruinado la ciudad botando los desechos de sus drogas en las calles de la ciudad.

Otro ejemplo claro era Brasil, pero la cantidad de prostitutas era tan alta que no había calle que no tuviera dos prostitutas, eso era horrible. Joao me había contado como la policía trataba de arrestar a las prostitutas pero nunca lo habían conseguido por que siempre que arrestaban una prostituta otras tres prostitutas aparecían en la calle.

También esta el caso de Israel, es un país muy bonito pero la gente era tan mala, todos van armados, siempre ahí asaltos y por eso las fuerzas de la ley en Israel conocían y se perfeccionaban en un arte que yo estudie por aya, el Krav Magá, un estilo de defensa personal que en sus técnicas te enseñan a pelear contra quince personas, y usas tus dientes, codos, cabeza, en conclusión usas todo el cuerpo para pelear.

Insistió en pedir un país, la examine y pensé que lugares serian de su agrado, Italia, Inglaterra, Francia, etc. Dije países bellos pensando en sus cualidades, después pregunto sobre mi familia, no sabia que responder pero seria sincero con ella

-Solo un hermano, que no creo que me recuerde- Dije con un tono apagado.

Una lagrima se me escapo y recorrió toda mi mejilla hasta caer al piso, baje mi mirada ocultando mis ojos, me entristecía pensar que Danny ya me había olvidado, yo sabia que el no me mencionaría a nadie.

Toda mi infancia la viví con Danny a mi lado, los dos jugando con nuestros camiones de juguetes, los dos en el parque por el tobogán y los columpios, tantos buenos momentos que el no recordaría.

Creo que debería dejar de buscar a Danny, el ya no sabría quien soy, no sabría quien era su hermano, la persona de su propia sangre.

Sentí unos brazos rondándome, me estaba abrazando. Era un abrazo calido, sacudí un poco mi cabeza por el interior y deje de pensar en Danny, sus palabras me decían que el me buscaría y por una extraña razón confié en ella.

-Gracias- Dije sacando de mi mente el tema de Danny.

Suspire botando todo el aire de mis pulmones, después volví a respirar tranquilamente. Ya no estábamos abrazándonos, nos separamos cuando yo había dicho Gracias.

-Oye Jenny, ¿te gustaría ir a almorzar conmigo a algún restaurante mañana?- Ya era hora de hacer una pregunta así

Estaba invitando una extraña que recién estaba conociendo, que solo sabia su nombre, pero no me podía ilusionar ni nada, no sabría cual seria su respuesta a mi apresurada pregunta.

Me acomode en la banca del parque, esta conversación se tornaba interesante y cómoda, no comprendía el deseo de viaje que tenia Jennifer, hasta que pregunto por mi hobby, un buen pasatiempo preferido, habían tantos pero uno se destacaba de los demás.

-Me gustaba estar en las fuerzas secretas de Israel, entrenando el Krav Magá- Mostré mi sonrisa torcida la cual curvaba mis labios con una felicidad notable.

Tantos recuerdos tenia de ese arte, no podía describirse como una defensa personal, tampoco como una forma de divertirse o tampoco se describía como un deporte, cuando uno entrenaba el Krav Magá no era para saber mas cosas que tu oponente, el arte del Krav Magá consiste en poder sobrevivir en un combate sin que tengas recursos.

Itzhak me había ensenado mucho del Krav Magá el había sido mi entrenador y al mismo tiempo maestro de el Krav Magá también mi mejor amigo de Israel, de tanto pensar en esto me entraron ganas de volver a Israel con todo mis amigos.

Jennifer me hacía preguntas difíciles, como por que había elegido Port Angels, no tenía una razón especifica pero había una que me había traído a Port Angels, sus puertos, los puertos de Port Angels eran hermosos con la vista al bello mar que tenían enfrente, las costas, etc.

-Lo que me trajo a Port Angels, son sus puertos, si te fijas tienen una bella vista al mar y las costas de Port Angels son de las mejores- Respondí con un tono animado.

Ya tenía todo planeado a donde llevar a Jennifer mañana, sería un lugar bello con comida buena y después un paseo por el puerto no iría mal, sin mencionar que después tenía que llevarla a su casa, debería alquilar un coche o comprar uno.

Después de dejarla en su casa pensaba volver a buscarla el próximo día para llevarla a patinar por el hielo o llevarla a un cine a ver las películas que estaban en la cartelera de cine.

Estar con Jennifer era agradable, su compañía me ponía feliz era algo raro de explicar, tal vez ella hacia algo en mi que yo no sabía lo que era, algo sentía, algo que nunca antes lo había sentido.