En el vestíbulo...

Afuera llovizneaba, como siempre, y parecía que iba a más y llevaba para rato. Me dejé caer sobre un banco de madera bastante nuevo y que los chicos todavía no habían rayado, puse mi mochila a un lado y crucé las piernas. Me puse a juguetear con las cremalleras de los bolsillos de mi mochila mientras observaba el ir y venir de gente.
Vi cómo el autobús que me tenía que acercar a casa se iba, me tocaría ir andando bajo la lluvia hasta la otra punta del pueblo o vete tú a saber cómo llegaría. Suspiré, me quedó el consuelo de que Delia correría mi misma suerte o mejor aún, me acercarían ella y su tío a casa y no tendría que llegar calada hasta los huesos.
Observé a través del portón de cristal cómo la lluvia repiqueteaba en los charcos, charcos que en Forks nunca se secaban. 'Tengo que pedirle a mamá como regalo de cumpleaños un coche' pensé. Eché un vistazo al aparcamiento donde permanecían estacionados bastantes coches con algún hueco vacío entre ellos. Suspiré nuevamente. 'O podría buscarme a un novio que me llevase en coche a casa' pensé nuevamente suspirando aunque esbozando una triste sonrisa.

Terminé de arreglar los papeles de mi expediente, y salí de secretaría cogiendo el teléfono móvil, el cual llevaba vibrando desde que salí de clase. Descolgué y respondí.

-Dime Damon- dije con desgana. Seguro que empezaría a hacerme un interrogatorio sobre mi primer día. Fuí caminando hacia el vestíbulo dónde me reuniría con Jane, mientras escuchaba a mi tío hablar y hablar, y repetirme una y otra vez lo de siempre. Yo, me limitaba a responderle con un simple ''ahá'', o con un breve ''sí'' cada vez que él me preguntaba si lo había entendido, o si le estaba escuchando.

Vi a Jane sentada en un banco y me acerqué hasta ella aún con el teléfono en la oreja, la saludé con la mano levemente y mientras seguía escuchando a mi tío, colgué con dos chinchetas el folio con mi oferta como profesora de repaso de idiomas. Cansada de escucharle, y sin intención de hacer esperar a la que podría ser mi única amiga en ese pueblo, me decidí a cortar a mi tío.

Damon, escúchame, no tengo tiempo para seguir escuchando tus sermones. No me recojas aún, te llamaré cuando tengas que venir a por mí. Me voy a tomar algo con una compañera de clase. Hasta luego- solté sin respirar y sin darle tiempo a responder, pulsé el botón de fin de llamada.

Guardé el móvil suspirando y mirando a Jane - Perdona que te haya hecho esperar, esque tengo... bueno... mi tío es excesivamente pelmazo. A veces parece un anciano de 200 años - dije disculpándome - Bueno, ¿nos vamos? - le pregunté de pié frente a ella.

Me incorporé descruzando las piernas e irguiendo la espalda mientras sonreía a Delia.

- Adultos... - dije encogiéndome de hombros.

Me puse en pie tranquilamente junto a Delia.

- Está lloviendo, ¿qué hacemos? Yo llevo un paraguas plegable en la mochila pero creo que nos mojaremos... ¿esperamos a que pare?¿nos mojamos?¿conoces a alguien más en el insti que nos pueda acercar? - dije aunque sabía que era nueva como yo y apenas conocería a alguien.

Yo también llevo un paraguas, yo creo que si nos mojamos un poco no pasará nada ¿no?- le pregunté sonriéndole intentando ser simpática. Aunque eso no se me diese muy bien

Me encogí de hombros.

- Bueno, supongo que es algo a lo que nos tendremos que acostumbrar- dije señalando con el dedo índice hacia el cielo.

Me puse la mochila sobre una única asa a la espalda y cogí el paraguas con la mano y sin abrirlo me diirgí hacia la puerta.

- ¿Vamos? -dije sin apenas determe girando la cabeza.

Saqué de mi bandolera el paraguas plegable. Sólo esperaba que no hiciese viento, porque la resistencia del artículo estaba muy dudosa. Era un paraguas de color púrpura, con dibujos elípticos en color ocre, caminé hasta Jane y asentí.

A la aventura-dije abriendo la puerta y ofreciéndole el paso para que saliese primera.