Sala de estar de las Green

Sala de estar de las Green

Resoplé y bajé los hombros. Me quité las deportivas dejándolas junto al mueble del recibidor y caminé unos pasos hacia el sofá, me dejé caer por el respaldo tumbándome en los asientos con las piernas hacia arriba apoyadas levemente en la parte trasera.
Cerré los ojos y su imagen vino a mi mente, no lograba apartarla de mis pensamientos. 'Ojalá yo tuviese un tío así...' moví rápidamente la cabeza intentando sacar los pensamientos que venían a mi cabeza, puse la mano cubriendo los ojos y permanecí allí un rato hasta que caí dormida.

**Sms en el móvil**

''Hola Jane, perdona si mi tío te ha hecho sentirte incómoda. Mañana pasaremos a recogerte a las siete y media''

Me desperté sobresaltada cediendo hacia un lado del sofá. Me incorporé como pude y me senté, me pasé las manos por el pelo y miré el reloj, simplemente habían pasado unos minutos. Me levanté y me acerqué al pequeño cuenco de cristal del recibidor donde había dejado el móvil.
Abrí el sms y leí el texto que Delia me había escrito. Esbocé una sonrisa tonta al recordar a Damon. Tecleé.

'No te preocupes, Delia, me ha parecido muy simpático.' Hice una mueca y me aguanté una sonrisa ya que estaba pensando en otro adjetivo para su tío y bastante alejado de simpático. 'Estaré preparada en la puerta.'

Me metí el móvil en el bolsillo y me puse a recoger mis cosas y a subirlas a mi cuarto.

Me senté en el sofá en silencio a esperar a Jane. Saqué el móvil y miré la pantalla. Seguía sin llamadas de Damon, se me hacía muy extraño.

Bajé corriendo las escaleras.

- Dels, ya estoy, cuando quieras nos vamos... - dije mientras iba al recibidor a guardarme las llaves en el bolso.

Aún en el sofá miré hacia Jane con semblante serio - Jane, ¿David te dijo algo de mí?- pregunté

- No... -dije mientras me pasaba el asa del bolso por el brazo- Que yo sepa no dijo nada, pero la carita que puso cuando vio que no venias al almacén pues era decepción pura... Me dio una penita... -dije poniendo carita de pena.

Abrí la puerta de casa esperando que Delia viniese.

- Recuerda: una imagen vale más que mil palabras.- dije en plan filosófico.

Suspiré levantándome y caminando hacia Jane, saliendo de su casa. Sacando del maletero la bicicleta antes de irnos. La guardamos y montamos en el coche camino a casa.