Inspeccionando el lugar

Había recorrido todo el bosque, donde estaba alojada mi nueva casa. Por lo visto ese bosque siempre atraía a los turistas aventureros, era un manjar demasiado fácil pero mejor era eso antes que nada.

Paré de volar y me pose en un tronce caído con elegancia, dejando que mis cabellos se reflejarán con el sol del atardecer, un olor me hizo detener, pero no el de un humano, era un olor que conocía desde hace tiempo y por supuesto, familiar.

Hiba caminando tranquilamen por el bosque de esta extraña cuidad cuando de repente persivi el olor de un vamipiro; pero este no era uno comun, el olor se parecia mucho a una vieja amiga de cuando aun eramos humanas. Corri sin detenerme buscando su precensia

El olor cada vez estaba más cerca, me di la vuelta y sonreí con entre malicia y sensualidad al reconocer por fin de donde provenía aquel el olor. Inspiré hondo llenandome los pulmones con ese aroma sin dejar de sonreir.

-Sulpicia, vieja amiga, ¿qué haces por estos bosques? Eres la última persona a la que esperaba encontrarme. Sigues igual de hermosa por lo que veo.

off: me voy a cenar intentare pillar el portatil despues^^

La abraze con euforia por fin una amiga con la que divertirse, Charlotte siempre habia tenido la misma mentalidad que yo al respecto de que los humanos solo eran juguetes de divercion -Tu tambien estas muy linda, despues de todo este es otro veneficio que nos brinda la inmortalidad que nos dieron nuestros esposos -sonrei recordando a Aro,- Yo solo estoy aqui de visita y tu? Como esta tu esposo? Por que no estas con el?


off: se supone que aun no se nada

Recibí el abrazo de Sulpicia y yo también se lo devolví, hacia siglos que nos conociamos y no nos veíamos desde hace años.

-Me temo que tu castillo en Volterra esta mal comunicada. A mi querido esposo le tendieron una emboscada en unos viñedos italianos y le asesinaron sin piedad. Ando tras la pista de su asesino y me a traido hasta aqui.-Le dije aún sin soltarme de su abrazo.

La noticia me desconcerto un poco pero ahora que mi esposo tenia el poder eramos rivales dificiles de vencer -Lo siento demaciado Charlotte, pero no te preocupes- dije en tono de consuelo -ahora Aro tiene el poder junto con sus hermanos asi que tienes todo mi apoyo- Ella era mi mejor amiga, era imposible que no le ayudara..

-Te agradezco la ayuda, me será muy útil. Aún no sé quien lo hizo si fueron esos licántropos o de nuestra especie- Me aparte de Sulpicia y me se sente en una roca acomodada en el suelo, saque una pequeña pitillera de plata y saque un cigarro de marihuna, lo encendý y después de una calada le pase el cigarro a Sulpicia-. Necesito pistas, sangre fresca, espero que me comprendas, no cazado ningún estúpido humano en una semana-

Mire el rostro de Charlotte en verdad se veia muy inquieta -Podemos cazar en esta apestoso lugar, aqui hay humanos muy buenos para levantarte el animo un poco- despues de todo este no era territorio de nadie asi que podiamos hacer lo que quisieramos -Que dices nos divertimos un rato- dije mostrando los colmillos.,

Me levante de nuevo guardo el cigarrillo y me acerque a Sulpicia.

-Contigo siempre es un placer ir de cacería, amiga-Sonreí enseñando los colmillos-. Quiero pedirte un favor antes, necesito sangre antes de empezar, sangre que merezca la pena probar de nuevo...-Le dije mientras le acariciaba con una uña una de sus muñecas-. Estoy algo débil.

Lo siento linda pero ahora toda mi sangre pertenece a Aro para el la sangre de un vampiro es muy simbolica-dije mientras miraba mi mano. no queria que mi amiga siguiera asi -Que te parece si te traigo yo a un humano mientras tu descansas un poco, te ves muy agotada -sonrei preparandome para buscar algun olor de sangre fresca

Me sentí un poco decepcionada ante la negación de Sulpicia, asi que retiré mi mano de su muñeca, no quise reconocerlo, pero antes había probado la sangre de Sulpicia y con ella revivía de alguna forma así me atraía.

-Te has vuelto muy fiel, Sulpicia, es una lástima. Claro que acepto tu ofrenda, encantada.-Me aparte volando un poco hacia atrás dejándole espacio.

Lo reconosco, he cambiado un poco, pero ahora que Aro tiene el poder ante los vampiros no quiero causarle ningun problema, ademas recuerda que el me dio el regalo de la inmortalidad..- sonrei amablemente a Charlotte y empeze a correr tratando de persivir algun olor de sagre, cuando de repente observe a un hombre que estaba cazando asi que me hacerque a el con delicadeza. Cuando el hombre me vio se quedo anonadado, el me empezo a seguir dejando sus cosas atras, cuando ya estabamos lo bastante lejos de que alguien nos escuchara lo golpee dejandolo inconciente, lo agarre y regrese con Charlotte -Aqui esta tu comida en un momento mas despertara y puedes empezar a jugar con el..

Reí a gusto al ver mi presa bajo mis pies, el cazador se desperto asustado al vernos allí a las dos, enseñándole los colmillos. El humano empezó a correr y Sulpicia le corto el paso, asi que giro para ir por otro camino, me adelante sin que el me viera y me escondí detrás de un árbol, cuando el olor se acerco lo suficiente sali a su encuentro.

-Buh-Al ver la expresión de temor en el rostro de aquel humano reí aún con más fuerza, ya no intentaba huir, estaba paralizo. Me lancé sobre el derribandolo en el suelo, agarre su cabeza con las dos manos y le mordí en uno de los laterales del cuello.

El humano intento chillar, pero cada vez tenía menos vida. Notaba su sangre fluir por mis venas y note que mis energías volvían a mí. Sin levantarme del cazador, me giré a Sulpicia y le tendí una mano.

-Disfruta conmigo, amiga. Ahora esta en su mejor punto-Le ofreci, relamiendome la sangre de mis labios.

Levante al humano del suelo, ya no me podia controlar el olor era delicioso lo tome de la ropa y lo mordi rasgando su piel con los colmillos, la sangre aun estaba caliente, el ervor se recorria por mi cuerpo, aspire hasta la ultima gota de sangre -estaba en la edad perfecta- sonrei a Charlotte mientras tiraba el cadaber del humano al piso, le rompi el cuello al humano destrosandole la cabeza de un solo golpe -por si acaso se quiere levantar jajaja- me rei sarcasticamente...

-Uy, pobrecito-Fingí una mueca de pena por el humano, saque un pañuelo blanco y limpie todo rastro de sangre que pudiese tener en los labios-.Dime, Sulpicia, ¿Conoces a los vampiros de por aquí? Espero que no sean de esa nueva moda vegetariana.

Solo conosco a algunos y si, tienen esa estupida idea de poder convivir con los humanos -recorde a los idiotas lobos que me atacaron - y peor aun son amigos de los licantropos nuestros enemigos por naturaleza- mis ojos se llenaron de ira al recordar a las estupidas perritas que intentaron matarme..

-Podemos hacer un trato-Me coloque la capa rojao vino que llevaba a modo de abrigo-. Puedo ayudarte a destruir esos licántropos que dices. Sabes que yo nunca te fallaría. Además de aliarnos, necesito vengar la muerte de Eric y para eso tu ayuda y la de Aro me resultaría muy útil. ¿Qué dices, amiga?-Extendí una mano enfundada en un guante negro para sellar el pacto-. ¿Aceptas?

Me gire hacia la nueva visita, el aroma le delataba.Le mire de arriba a bajo y sonreí mientras me acercaba a el.

-Para nada nos molesta la compañía de un caballero-Estire la mano hacia esperando su saluda-. Mi nombre es Charlotte Tüz ¿y usted es...?

Tomé su mano con delicadeza y besé sus nudillos - Anthony Desmond, un placer - Le sonreí sin soltar su mano

Sulpicia se había alejado un poco, pensé que quizás a por otra victima. Sonreí de tal forma para que se notaran mis intenciones.

-El placer es mío, Anthony. ¿También sois nuevo en este lugar?-Le pregunte soltandome de su mano, con la otra empeze a quitarme el guante dedo por dedo-. Acabamos de tener un aperito...-Le señale el cadaver del cazador mientraas me acariciaba la muñeca-. Pero una nunca se queda satisfecha.

Sonreí al verla, era una vampira para admirar una y otra vez - Comprendo señorita, desea más? - La miré de cuerpo completo, en verdad admirable

-No lo rechazaría, la verdad-Le dije mostrando mis colmillos mientras sonreía maliciosamente-. Pero, espero que no le suene descortez esto que voy a decirle. Llevo años sin probar la sangre vampirica...quizás usted y yo podríamos llegar a un acuerdo...-Me acerque a el alargando la muñeca debajo de su nariz, para que el aroma de mi piel le inundase los pulmones.

El aroma dulce de su piel llegó a mi y cerré los ojos al sentir que la sed llamaba, por suerte me había alimentado antes - Querida Charlotte - Dije tomando su muñeca con dulzura - Aunque tentadora es tu sangre para mi, es otra cosa lo que deseo probar - Finalicé mirando desde su cuello, lentamente sus labios, para llegar a sus ojos

Me acerque a él para susurrarle al oído.

-Te doy total libertad, querido-Me separé lo justo para sonreirle mientras apartaba mi cabello hacia un lado.