Restaurante (Libre)

Lyzz y yo entramos en el restaurante y me acerqué a la barra para pedir un par de cafés para nosotras.

¿Tienes que ir al baño, Lyzz?-pregunté sentándome en uno de los taburetes de la barra

Al entrar al restaurante, el cuál tenía un toque acogedor me pregunté si Jeremy estaría bien, pues la chica que se había acercado a nosotros tenía cara de pocos amigos, y escuché a Eri.
Si, ya que estoy aquí aprovecho.

Cerca de la barra había un grupo de chicos jóvenes, sin camiseta. Luciendo sus musculosos torsos. Todos ellos llevaban el mismo tatuaje en el brazo, como si de una banda se tratase.

Saqué de mi bolso una libreta y a traves del reflejo de uno de ellos en un espejo, me dispuese a dibujar el tatuaje. No estaba de más ir recopilando información en cualquier ocasión.

Pude escuchar que comentaban lo de un botellón en la playa para el domingo, no pude evitar sonreir. Tomé el cigarrillo del cenicero dándole una larga calada y volviéndolo a dejar terminando el dibujo.

El camarero sirvió los dos cafés junto con unas pastas de regalo - Muchas gracias. Cóbrese.- dije sacando un billete de cinco dólares de mi bolso.

Al salir del baño vi que Eri estaba dibujando algo y mirando hacia un grupo de chicos que estaban cerca nuestra sin camiseta, para variar. Me sorprendió mucho que la gente por aquí fuera así, sobretodo porque el tiempo casi nunca era agradable.
¿Qué estás dibujando?- le pregunté a Eri y depués le indiqué que me diera uno de sus cigarrillos.

Saqué el paquete dándoselo, y guardando en la cartera el cambio del café. No me gustaba dejar propinas.

Señalé con mi cabeza a los chicos que estaban a mi espalda, y luego señalé con el bolígrafo hacia el espejo - Dibujo el tatuaje que llevan. Lo llevan todos los de ese grupo. Podría tener algo que ver con las leyendas - dije enseñándole el dibujo ya terminado.

Al ver a los chicos semidesnudos me di cuenta de que todos llevaban un extraño tatuaje.
-Podria ser acerca de una leyenda, o también de alguna banda de criminales que controlan el pueblo sobornando a la policía y haciendo su voluntad- Dejé volar mi imaginación. - Serían buenas noticias las dos.- me mofé.
- ¿Y dónde podemos averiguar lo que esos tatuajes pueden significar?- le pregunté a Erika poniendo cara de que no se me ocurría nada.

Fácil pequeño saltamontes. Mañana, botellón, leyendas, tres periodistas infiltrados... ¿No crees que podemos sacar mucho material mañana en el botellón?- comenté dando una última calada al cigarrillo y apagándolo en el viejo cenicero de cerámica. Removí con la cuchara el café para fundir el azucarillo y le di un buen sorbo, tragándolo y ventilándome con la mano la boca - Uff... quema, quema...

Claro, pensé para mí. No había pensado en el botellón de mañana. Sería nuestra oportunidad para coger confianza con los jóvenes del pueblo.
-Entonces mañana periodismo como en los viejos tiempos universitarios -le dije mientras le daba un sorbo al café y seguidamente una larga calada al cigarro.-¿emborrachar, ser simpáticas y luego preguntar?, ¡que tiempos aquellos!-

Chica... yo pienso pillarme un pedo como un piano... Así que... no pienso conducir - reí guardando el cuadernillo con el bolígrafo en el bolso, tras hacer varias anotaciones - Lyzz... tenemos que emborrachar a algún chico y luego jugar íntimamente con él. Desde la universidad no lo hacemos - puse cara de pena fingida.

Entonces me tocará hacer lo de siempre - le incriminé - preguntar y anotar, mientras tu te lo camelas y juegas con él y encima conducir si no está Jer. ¡Yo también quiero jugar!
También podrías hacer algo por tu amistad hacia mí y no pillar un pedal como un piano y estar solo contentilla, yo también me pondré contentilla y tendrá que conducir Jer, jaja... Dándole el último sorbo al café.

Solté una carcajada - Pobre Jer, siempre de aguanta velas y de conductor- apuré la taza de café y saqué el paquete de tabaco encendiendo otro cigarrillo. - Tendríamos que ir el lunes a comprar a Port Angeles... Nos estamos quedando sin cosas de aseo para nosotras - dije soltando una bocanada de humo

Jer siempre había estado cuidando de que no nos metiéramos en líos desde pequeños y me sentía muy culpable, pero me daba rabia el pensar que Erika seguramente no se habría puesto en su lugar. En como se sentiría ella si tuviera que cuidar de 2 irresponsables busca líos.

Le pedí otro cigarrillo a Eri, el estar con ella hacía que me volviera una fumadora compulsiva, y me vino a la mente el ir a buscar a Jer ya que no sé si sabía dónde estábamos.
-¿Vamos a buscar a Jer? -dije preocupada- a ver si no nos va a encontrar...
Me levanté dispuesta a ponerme la chaqueta para salir en busca de Jer.

- Ok, vamos el lunes a Port Angeles. Necesitamos comprar urgentemente.- afirmé.

Asentí recogiendo mis cosas. A la salida encontramos a Jer que venía directo hacia el restaurante.

Pasamos el día por La Push paseando y visitando el pequeño museo, hasta que anocheció y regresamos a casa a descansar. Ya que al día siguiente, nos esperaba una noche larga e intensa.